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Cultură

Sex-Shop Halal: juguetes sexuales aprobados por el Islam aterrizan en la Meca

Abdelaziz Aouragh, un empresario marroquí-holandés, que creó El Asira, el primer sex-shop online conforme a la Sharía, la ley islámica, va a vender sus productos erótico-festivos en la Meca.

Mientras lo más comentado sobre Arabia Saudí es que el Rey Salmán ha nombrado heredero al trono a su sobrino y Ministro de Interior, Mohamed Bin Nayef, y ha dejado segundo en la cola de sucesión a su hijo, el príncipe Moqren; en VICE nos hacemos eco de algo más interesante: la tierra santa planea abrir un sex-shop 'halal', que cumpla con las leyes del Islam. En 2010 llegó a Bahrein, en 2013 a Turquía. Era cuestión de tiempo que este concepto llegase a la Meca, que recibe tres millones de peregrinos al año.

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Abdelaziz Aouragh, el empresario marroquí-holandés, que creó El Asira, el primer sex-shop online conforme a la Sharía, la ley islámica, va a vender sus productos erótico-festivos en la Meca. Ni más mi menos. Porque la filosofía de su material para poner a tono "encaja perfectamente" en la ciudad más sagrada del Islam. Según su testimonio, "el proyecto pretende romper con los estereotipos de las mujeres islámicas y cubrir los deseos sexuales de las parejas árabes que quieren darle sabor a su vida íntima".

En eso consistirá el 'halal sex-shop' del Reino Saudita, en unos 'juguetes' y productos que cumplen con los requisitos que la religión impone, pero potencian el placer y el deseo de las mujeres con más tabúes sexuales del mundo. "La vida sexual de muchas parejas se centra en el coito sin tomarse el tiempo necesario para complacer al otro. Ya sea por falta de tiempo o debido a la fatiga", cuenta el empresario sobre su marca 'antipecado'. En otras palabras, que eso de los preliminares no saben lo que es ni lo practican.

El proyecto pretende romper con los estereotipos de las mujeres islámicas y cubrir los deseos sexuales de las parejas árabes que quieren darle sabor a su vida íntima.

Precisamente para eso, para lidiar con la monotonía, las relaciones sexuales aburridas basadas sola y exclusivamente en la penetración y los prejuicios que impiden que dos personas (tres o cuatro, las que sean) se lo pasen bien en la cama o dónde haga falta, el visionario del mundo árabe creó El Asira y ahora está decidido de exportar la marca a la Meca.Pero este no es un sex-shop cualquiera, tal y como nos lo imaginaríamos en Occidente. Aquí no se venden películas porno, muñecas hinchables, consoladores anales o balas de control remoto para estimular el clítoris. Nada de eso sería aprobado por la Sharia.

Lo que Aouragh vende son lubricantes de calentamiento y enfriamiento, lociones para masajes vaginales y geles estimulantes que aumenten el deseo sexual, sobretodo en la mujer, ya que, como deja claro en su página web, "es uno de los pilares de la sociedad en la cultura árabe y se la debe poner en un pedestal sin avergonzarla" bajo el lema "sentirse amada, sentirse admirada, sentir sensual".

Habrá que esperar a ver la acogida que tiene la iniciativa por parte de las sauditas. En primer lugar, puede crear muchos puestos de trabajo para mujeres porque en sus establecimientos despacharán féminas. Sucede igual que con las tiendas de lencería y cosméticos. Muchas son las lujosísimas tiendas de ropa íntima que hay en la Meca. Todas ellas sustituyeron a sus varones por mujeres detrás del mostrador en 2011, ya que las saudíes y las peregrinas se ruborizaban por tener que explicar sus gustos sobre bragas y sujetadores a un hombre. Se crearon 5000 puestos de trabajo únicamente para mujeres. Toda una novedad, teniendo en cuenta que ellas no podían participar en el sector ventas de cara al público hasta esa fecha. Con esta iniciativa se espera otra oleada de puesto de trabajo. ¡Si les incomodaba hablar de braguitas y body milk, imagínense de lociones para frotar el clítoris!