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Fibemos con J&B

Cómo sobrevivir en un festival si te pierdes (y no tienes batería)

Miles de personas, poca luz, sin cobertura... ¿Quién no se ha perdido en un festival? Y si no te ha pasado, te contamos cómo prevenirlo y qué hacer en caso de emergencia: el próximo FIB es ya y conviene estar preparado.

Miles de personas, poca luz, sin cobertura… ¿Quién no se ha perdido en un festival? Y si no te ha pasado, te contamos cómo prevenirlo y qué hacer en caso de emergencia: el próximo FIB es ya y conviene estar preparado. Para ello, contamos con testimonios que han preferido el anonimato: alguno se pasó horas gritando los nombres de sus amigos hasta encontrarlos, a otro le salvó un anciano… Todo vale si llevas horas dando vueltas, con el móvil muerto y no entiendes por qué fuiste solo a por un kebab.

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Lleva siempre gafas de repuesto

Nunca te pierdas en un festival de heavy con 100.000 personas si eres miope. Alberto G. pasó las seis peores horas de su vida, cuando al volver de mear en un arbusto no encontró a su pandilla. No llevaba sus gafas, previendo el pogo con Slayer, e iba dando tumbos por ahí como un pato mareado. O eso recuerdan sus colegas, muy agradecidos porque tampoco vieron a la banda de Kerry King mientras le buscaban.

Qué hacer: Cuando la incertidumbre se convirtió en agonía, Alberto gritó los nombres de sus colegas, a diestro y siniestro. Y funcionó.

Cómo prevenirlo: Si vas al FIB, no olvides llevar tus gafas de repuesto. Y olvida las lentillas: como para encontrarlas mientras tocan los Kaiser Chiefs.

No quedes "delante de la torre de la izquierda"

Hubo un tiempo en que la humanidad no tenía smartphones pero en la que existían festivales. Domingo L. e Iván O. quedaron por sus teléfono fijos varios días antes de ir a un gran evento musical, desde distintas ciudades. Se iban a ver en el concierto de Doctor Explosion. Por supuesto, no se encontraron ahí ni en ningún otro lado. Pero la sorpresa vino cuando Domingo reveló las fotos de sus vacaciones: ¿quién aparecía delante de sus narices, con la banda asturiana tocando a lo lejos?

Qué hacer: Estableced un punto y una hora, por si os perdéis, y cumplidlo. Es lo que te diría tu abuela, pero la tecnología falla y ella nunca.

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Cómo prevenirlo: No digas eso de "Nos vemos en el concierto de Franz Ferdinand y Sparks": es tan acertado como quedar en el Bernabéu un día de partido. Y especificar "delante de la torre de la izquierda" ya sabemos que tampoco sirve.

Si no duermes y no comes, te perderás

Dani M. estaba súper ilusionado porque al fin, con 22 años, iba a su primer gran festival. Pero su presupuesto era tan apretado, que ni se compró una tienda de campaña. Decidió dormir en un parque y comer lo justo, así que tras cuatro días la fatiga era considerable. Tanta, que tras el último concierto se metió en una fábrica al lado, creyendo que la fiesta seguía ahí Y mientras buscaba la rave entre hormigoneras, sus colegas se preguntaban dónde carajo estaba.

Qué hacer: Duerme y come todo lo que puedas. Necesitas encontrar no sólo a tu gente, también a tu yo.

Cómo prevenirlo: Para un caso tan extremo, posiblemente sea necesario un cartel con tus datos colgando del cuello. Igual que los niños cuando viajan solos en avión.

No te eches la siesta con Prodigy

Raquel S. no podía con sus huesos después de dos días de pie y moviéndose entre decenas de miles de personas. Decidió echarse una cabezada durante el concierto de Prodigy, cabeza de cartel el último día. Mientras sonaba Firestarter concilió plácidamente el sueño… Pero el efecto al despertar fue desconcertante como una siesta de verano pesada: la actuación había terminado hacía horas y alrededor sólo había un montón de vasos. Y el móvil sin batería, claro.

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Qué hacer: Poca cosa: preguntarle a los de la limpieza si ya está funcionando el cercanías. Y acordarte de todos los ancestros de tus amigos, claro.

Cómo prevenirlo: Nunca te eches una siesta durante un concierto de Prodigy.

Las cosas importantes, en un papel

Miguel F. cometió el grave error de apuntar la dirección del hostal en el móvil y no en un papel. Y mientras estaba subiendo fotos a Instagram no cayó en lo mucho que se podían complicar las cosas, si se quedaba sin batería. A las cinco de la mañana sí lo supo. El taxista fue incapaz de descifrar dónde quería ir y, tras varias intentonas, no le quedó otra que apearse y sentarse en un parque. Su ángel de la guarda fue un anciano madrugador que le prestó el móvil para llamar a su chica.

Qué hacer: Si no aparece un ángel de la guarda, móntatelo bien para que algún gracioso no ate tus cordones al banco (como le pasó a Miguel F. en otra ocasión).

Cómo prevenirlo: Lleva siempre una libreta y un bolígrafo. Como si fueras un periodista de raza.

Señaliza bien tu tienda… Y lávate los pies

Un clásico en los festivales, como las tropocientas fichas para bebida que te sobran al final o el vecino que ha traído altavoces gigantes, por si acaso no había suficiente música. Es fácil meterse en la tienda de campaña equivocada, con poca luz y miles que, como tú, han comprado el mismo modelo, que no necesita piquetas y se monta sola. Lo particular del caso de Jordi N. es que no cayó en su error hasta bien entrada la mañana, cuando le despertó un intenso olor a pies que no podía ser suyo (ni de su colega). A su lado una pareja de alemanes le miraba perpleja.

Qué hacer: Un guten morgen y a salir por patas. Sin más.