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En la ciudad japonesa de Osaka, se inauguró un gimnasio Pokémon en la «vida real» en el contexto de la nueva Expo City, uno de los mayores complejos comerciales y de entretenimiento del país. Es el primero de su clase en el mundo. Fui a su inauguración el 19 de noviembre para ver qué atracciones ofrece a los fans del fenómeno pocket monster.
En vez de un grupo de máquinas de ejercicio diseñadas para probar la fuerza de tus músculos y hacerte sudar, el gimnasio en realidad es una selección de juegos de pago distribuidos en dos pisos. Cada uno permite al jugador interactuar digitalmente con una amplia variedad de monstruos Pokémon. El gimnasio cuenta con una cafetería temática de Pokémon y una tienda Pokémon gigante; todas las paredes del recinto están adornadas con todo tipo de murales relacionados con la franquicia.
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El gimnasio de encuentra al norte de Osaka, así que, si te vas a alojar en el centro de la ciudad, tardarás un rato en llegar. En la entrada compras una tarjeta de 500 yenes (4 euros) a la que tienes que añadir crédito para poder jugar. El precio de cada juego es de entre 400 y 600 yenes. Por el momento, el gimnasio no dispone de juegos más pequeños y baratos al estilo de las recreativas clásicas; en cualquier otra tienda de este tipo hay al menos unas cuantas opciones, como el Pokkén Tournament para Wii U o los famosos juegos Tretta. Sin embargo, en Osaka, son los siete juegos interactivos o nada.
Las atracciones de 600 yenes son más un espectáculo que un videojuego propiamente. Los miembros del público se sientan en bancos mientras los monstruos Pokémon digitales y sus entrenadores se dirigen a ellos. Se piden voluntarios o la cámara escoge participantes para el show, lo quieran o no. Una vez que el equipo está en su lugar, el espectáculo prosigue con una serie de luces cegadoras y efectos especiales. Son impresionantes, pero no valen su precio si eres de los que se quedan sentados como observadores.
Los juegos de 400 yenes se pueden jugar de forma individual o en parejas y tienen un diseño más tradicional: hay un juego de bolos, uno de boxeo y un mapa interactivo para jugar. En algunos juegos puedes subir de nivel, pero tienes que pagar varias veces para llegar a los niveles más avanzados de cada uno.
El problema del gimnasio Pokémon, si eres extranjero, es que todo está en japonés. No importa que seas muy fan de Pokémon, si no sabes aunque sea un poco de japonés, tu visita al gimnasio va a ser una experiencia confusa y decepcionante. Además, es peor si vas solo porque uno de los juegos de 400 yenes es para jugar en pareja, y sentirte ignorado en una de las zonas más grandes del gimnasio, sin tener con quién sentarte, resulta bastante deprimente.
Llamar gimnasio a este lugar tiene sentido en términos de posicionamiento de la marca, pero estar aquí no implica ningún esfuerzo físico. Y tampoco esperes poder entrenar a un Pokémon. Las interacciones son muy breves, claro, y eso suponiendo que eres de los visitantes afortunados que tienen la oportunidad de subir al escenario.
El tiempo que estuve pude probar tres juegos —los dos espectáculos más caros y el de lucha que mencioné antes—. Por el momento, los juegos disponibles son una batalla con Charizard, un espectáculo de baile, uno llamado Asesoria en Machamp y otro llamado Dojo Profesional de Zoroark.
En el show de batalla no tenías que pelear en absoluto. De hecho, solo consistía en un Charizard que hacía varias preguntas al público y una serie de animaciones y luces cegadoras. El del dojo fue mucho mejor porque hacía que todo el público intentara un par de movimientos simples para que todos participaran. En ese juego me escogieron para tratar de imitar lo que me enseñaba el personaje digital en la pantalla.
El juego de boxeo fue divertido y puede llegar a ser adictivo. Los jugadores pueden «subir de nivel», pero para eso tendrían que pagar otros 400 yenes. Era más físico que los otros juegos y al final terminé sudando. El concepto era muy similar a las máquinas de baile que hay en Occidente: el jugador debe seguir las instrucciones que aparecen en la pantalla y hacer los movimientos cuando los iconos correspondientes lleguen a la parte superior ésta.
Para los fans adultos de la franquicia Pokémon, incluso si no quieren jugar, hay muchos artículos para entretenerse y vaciar la cartera. La tienda tiene una gran variedad y la cafetería vende todo con envoltorios de Pikachu. Vale, es pura comida basura, ¡pero el envoltorio es de Pikachu!
Ir al gimnasio Pokémon es como ir a los Estudios Universal por el nivel de participación del público y los empleados vestidos como personajes del universo Pokémon. Vale mucho la pena si eres fan, pero te recomiendo que aprendas aunque sea un poco de japonés para que no te sientas perdido. Y cabe destacar que hay muchas otras cosas en Expo City para mantenerte entretenido, incluso después de haber probado todo el menú de la cafetería y llenado tu mochila con todos los peluches de Pokémon.
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