Desde que tengo memoria, el cine y la televisión me han mostrado divertidas y futuristas maneras de transportarnos por la ciudad: jetpacks, trenes que flotan, aerodeslizadores y patinetas voladoras. Desafortunadamente la tecnología todavía no está a la altura de la ciencia ficción y fuera de los carísimos prototipos que no están a la venta para el público en general, tenemos que conformarnos con nuevas formas de usar los mismos vehículos de siempre.
La oferta de transporte respaldado mediante una aplicación móvil ha ido en aumento en los últimos años. Uber, Cabify y Didi son los líderes en cuanto a servicios de “choferes particulares”. De acuerdo con Dalia Research, el 64 por ciento de los viajes pagados en coche en México se realizan a través de apps. Si a esto sumamos que en la Ciudad de México una persona promedio pierde 227 horas de su tiempo al año en el tránsito, es fácil entender por qué han surgido nuevas alternativas que ofrecen tanto el respaldo de una aplicación, como una alternativa al tránsito vehicular.
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En febrero de 2010, el Gobierno del Distrito Federal inauguró el programa de transporte sustentable Ecobici, el cuál contaba con mil 200 bicicletas repartidas en 84 estaciones a lo largo de la ciudad. A partir de este modelo de movilidad, en los años recientes han surgido nuevas opciones de renta de bicicletas que, a diferencia de Ecobici, no se encuentran ancladas a una estación. Éstas son activadas por medio de una app y la renta es cargada a tu tarjeta de crédito. Sin embargo, al poco tiempo de su aparición, algunos problemas comenzaron a surgir por el uso irresponsable de estos vehículos, y en los últimos meses se ha buscado regular este tipo de aplicaciones bajo el argumento de que estorban la vía pública.
Después de las bicicletas, llegaron a la capital los scooters eléctricos. Al igual que estas, se pueden encontrar estacionados en distintas zonas de la ciudad y para su uso sólo tienes que descargar la aplicación, registrarte y dar de alta tu tarjeta de crédito, leer el código QR en el scooter e iniciar tu viaje. Pero al igual que con las bicicletas, al poco tiempo de su aparición surgieron complicaciones y accidentes: un estudio realizado en Estados Unidos por JAMA Network Open encontró que el 91 por ciento de los usuarios de scooters eléctricos ha sufrido algún tipo de accidente, principalmente caídas. Así que si los usas y no te has caído, probablemente lo harás.
Atraído por la tendencia en movilidad y la curiosidad de saber qué tan rápidos y seguros son los scooters eléctricos, me reuní con un par de amigos para probar las tres principales plataformas que prestan el servicio de monopatines en la Ciudad de México: Grin, Bird y Lime. Nos citamos en el Parque México en la colonia Condesa, ya que es una de las zonas en donde coinciden varias de las marcas de scooters que prestan el servicio, para buscar nuestros transportes y calificarlos en diferentes aspectos.
El plan inicial era realizar una carrera entre las diferentes marcas, aunque por la cantidad de coches que pasaban en la zona optamos por una opción más segura. Entonces cada uno eligió una marca diferente y para reseñarlos, los probamos dándole toda la vuelta al parque. Después intercambiamos los modelos, hasta que todos tuvimos la oportunidad de probar los tres monopatines.
Establecimos rubros y se asignó un puntaje del cero al diez; finalmente se hizo un promedio para dar con el ganador tomando en cuenta lo siguiente: velocidad, frenado, comodidad, manejo y costo.
Sin duda montarnos en estos “patines del diablo motorizados” nos remontó un poco a nuestra infancia. Dimos una vuelta para conocer el terreno, ver como se comportan los scooters y acostumbrarnos a ellos. La pista estaba llena de baches, topes y obstáculos. Todo un reto. Aunque los scooters van considerablemente rápido, hay veces que no responden bien al acelerador, por lo que hay que esforzarse para cruzar la calle cuando no hay semáforo o vienen coches.
Posteriormente procedimos a probar los scooters, tomando en cuenta los parámetros establecidos. Después de que todos probamos los diferentes modelos, estábamos listos para compararlos.
LIME
VELOCIDAD: 8.3
La velocidad de Lime es la más perrona. Es menos limitada y tienes mejor manejo. Tiene un manubrio alto, entonces se controla bien. Le doy 8 porque creo que podría ir un poco más, pero es el mejor para mí. Fue el más rápido de todos. —Emilio.
FRENADO: 5.3
El frenado está muy duro, es el más brusco. Tienes que empezar a frenar desde mucho antes. Podría llegar a ser peligroso. —Elizabeth.
COMODIDAD: 8.3
Como dije, tiene el manubrio más alto y mayor espacio para los pies. Los baches no se sienten tan pesados como en el Grin. —Emilio.
En comodidad le pongo 7 porque el manubrio me quedaba muy alto, y pues soy tamaño promedio del mexicana. —Elizabeth.
MANEJO: 9
Sin problemas, o sea, no fue perfecto, pero casi. —José Manuel.
COSTO
El costo fue de $58.00 MXN por 16 minutos de uso. Un aproximado de $3.66 MXN el minuto.
BIRD
VELOCIDAD: 5.3
Es el más lento de todos. Creo que le pueden meter tantito más sin perder la seguridad. —José Manuel.
FRENADO: 5.6
Creo que es menos tenso que Lime, pero aún así está feo. —Emilio.
COMODIDAD: 8.6
Los baches se sienten menos por las ruedas; son mucho más gruesas. —Elizabeth.
MANEJO: 7.6
Está bien, aunque al dar vuelta se tambalea un poco. —José Manuel.
COSTO
Bird costó $58.00 MXN por 16 min. Un aproximado de $3.66 MXN el minuto.
Grin
VELOCIDAD: 8.3
¡Grin es el mejor en velocidad! —Elizabeth.
Vas rápido, pero según yo, no tanto como Lime. —José Manuel.
FRENADO: 7.8
¡Es el mejor! Ustedes no saben. Es eléctrico y lo puedes modular más fácil. —Elizabeth.
A mí no me gustó el frenado eléctrico. Como que tarda en reaccionar. —José Manuel.
COMODIDAD: 6.1
Ay no, es como un scooter de niños. Está muy bajo el manubrio y no hay mucho espacio para poner los pies. —Emilio.
Yo sí lo repruebo. Los baches se sienten súper incómodos. Está muy chaparro y para los pies también muy incómodo. —José Manuel.
MANEJO: 8
Se siente bien y reacciona cool. —Elizabeth.
Para ser el segundo más rápido, no poder agarrar bien las vueltas puede ser un problema. —José Manuel.
COSTO
Grin fue el servicio más económico. Por 21 min, nos cobraron $52 MXN; es decir $2.47 MXN por minuto de uso.
Comentarios generales de los jueces
ELIZABETH, 21 AÑOS, ESTUDIANTE
Se mueve principalmente en bici, scooter eléctrico y a pie para recorrer distancias cortas.
El que más me gustó es Grin porque a pesar de que no es el mejor scooter de todos, tiene bastantes puntos a favor: la disponibilidad, el precio y la accesibilidad por medio de dos apps. También en términos de uso se me hizo el más rápido y el freno el más amigable para el usuario.
EMILIO, 21 AÑOS, ESTUDIANTE
Fan del metrobus, el metro y experimentando los nuevos scooters que ofrece la ciudad.
A mi me gustó mucho más Lime. Es muy cómodo, tiene buena velocidad y su app es bastante amigable. Me gustaría que hubiera más disponibilidad y en más zonas. En cuanto a la relación precio-calidad creo que es el mejor del mercado.
JOSÉ MANUEL, 21 AÑOS, ESTUDIANTE
Se mueve a todos lados en su patineta, metro, metrobus o a pie.
A mí el que más me gustó fue Lime. Siento que es el mejor construido, también el más rápido, el que mejor manejo tiene. Pero el precio no es tan competitivo como Grin. Es el segundo más caro y eso fue lo único que no me gustó.
Resultados finales
Después de una intensa serie de pruebas (unas vueltas al parque), repasar los rubros y promediar los puntajes, los resultados quedaron así:
Tercer lugar
Con una calificación de 6.7, está BIRD. Aunque consideramos que es el que mejor construido está, su velocidad y precio no ayudan mucho.
Segundo lugar
Con 7.5 de promedio, tenemos a GRIN. Una opción bastante chida para moverte, sin duda la más barata de las tres, lo cuál es un gran bonus.
Primer lugar
Con una calificación de 7.7, está LIME. De los tres, la opción más veloz y que mejor se maneja.