El próximo presidente de Filipinas dice que ‘colgará dos veces’ a los criminales

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Conocido como El Castigador por las medidas tomadas en la lucha contra el crimen, el presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, se muestra firme en su postura mientras se prepara para asumir el control del país.

Durante una conferencia de prensa en la ciudad de Dávao, Duterte dijo que pedirá al congreso restituir la pena de muerte que fue derogada en 2006, además de dar órdenes a las fuerzas de seguridad de disparar a muerte a cualquier sospechoso que se resista al arresto.

Aseguró que desea que la pena capital sea aplicada para diferentes crímenes como robo, violación, asesinato y los relacionados con la droga. Duterte dijo que prefiriere no utilizar pelotones de fusilamiento y gastar balas, en su lugar opta por la horca, método que le parece más humano.

Aquellos criminales que hubiesen cometido robo, violación o asesinato merecen ser «colgados dos veces», dijo. «Después de la primera vez de haber pasado por la horca, habrá una segunda, sólo para asegurar que el cuerpo está completamente sin vida», agregó, de acuerdo a información de la AP.

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El crimen parece ser endémico en las Filipinas y la promesa de Duterte de combatir las drogas y las bandas de crimen organizado parece haber tocado fibras sensibles en los votantes filipinos.

«No destruyan mi país porque acabaré con ustedes. Los mataré. Sin miramientos», dijo. «En tanto que la ley esté ahí, si se oponen a un arresto o se resisten de manera de violenta, solamente diré: Mátenlos», aseguró reiterando su prioridad de combatir el crimen, aunque no dejará de lado una reforma económica. «Trabajaremos simultáneamente con la administración económica del país.»

‘No destruyan mi país porque acabaré con ustedes. Los mataré. Sin miramientos’.

Duterte también informó que tiene intenciones de firmar la paz con los guerrilleros marxistas, ofreciendo al Partido Comunista de las Filipinas, incluyendo al fundador exiliado en los Países Bajos, José María Sison, una mayor participación en el gobierno, además de poner fin a las hostilidades con su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo, con quienes han estado en conflicto por décadas, lo que ha dejado cerca de 40.000 muertos en sur y este del país.

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La oferta de paz propuesta incluye un puesto ministerial para Sison, quien fuera considerado por el gobierno de los Estados Unidos como una persona que apoya el terrorismo. «Extiendo mi mano en paz a Sison, así como a los otros para poder dialogar», dijo Duterte en la conferencia que ofreció en Dávao.

Rodrigo Duterte dio a conocer sus intenciones de concentrar los primeros 100 días de su mandato en modernizar las fuerzas policiales y combatir el crimen. Agregó que lanzaría una ofensiva militar de alta envergadura contra el grupo islamista Abu Sayyaf en la isla sureña de Jolo, sin tomar en cuenta los derechos humanos, reportó la agencia de noticias AP.

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