
Sin embargo, el éxito nunca se monetizó. "Un día, Olmedo Torres llegó a mi casa en Quito. Llevaba un revólver en el maletín del saxofón. ¡Quería matarme! Estaba furioso por no haber cobrado nunca las regalías que debió recibir por ese disco. Menos mal que no se atrevió a disparar. Él fue un gran amigo y un músico maravilloso", recuerda Polibio entre risas melancólicas desde su casa en La Florida. Más específicamente "donde comienza el triángulo de las Bermudas", lugar en el que ha residido, después de dejar su natal Ecuador donde grabó todos los temas que algunos consideran ácidos, psicodélicos, y revolucionarios.Polibio Mayorga dice que nació hace tres mil años en China, por que allá fue donde se creó el fuelle y el acordeón. De pequeño escuchaba las orquestas de Lucho Bermúdez y Pacho Galán. En las calles del viejo Ambato, en la sierra ecuatoriana, oía también las arpas de los músicos indígenas, que amenizaban las parrandas populares al son de Yaravíes, música que fusiona el sonido y la poética "harawi", perteneciente a los indígenas de los Andes, con la poesía trovadoresca española. La tropicalidad y la tradición cruzaron fronteras e inspiraron a Polibio a interesarse por la música bailable y a componer temas con texturas y sonoridades muy originales para el Ecuador de los setenta, así como melodías que aún retumban en los oídos de coleccionistas y amantes de la música tropical latinoamericana y del Caribe.
Publicidad


Publicidad
Publicidad
Publicidad


Publicidad
Polibio dándole un autógrafo a su esposa