En la comisaría de Olot ya no cabe más marihuana

Los Mossos de Olot están hartos de la marihuana, no de fumársela –o eso dicen– sino de tener que almacenarla dentro de su propia comisaría. Se han quejado hasta a su propio sindicato, el USPAC –sí, a mí también me sigue sorprendiendo que los policías tengan sindicatos– de que las más de 2.000 plantas de marihuana incautadas les están produciendo dolor de cabeza y malestar, tienen la sensación "de que están bajo los efectos de haber fumado algo ilegal" -palabras textuales– y piden una solución inmediata a ese tremendo problema.

Nosotros siempre estamos dispuestos a echarle una mano a nuestros amigos de la policía, así que mientras esperan a que el gobierno intervenga en su problema marihuanero, nosotros les proponemos estas soluciones:

El equipo de los Mossos es caro. Las cosas como son, tenemos a los policías más sibaritas del estado español y no les importa gastarse miles de euros del bolsillo del contribuyente para tener equipos tácticos punteros con los que poder presumir en sus cursos de verano en Israel.

Hay mucha gente a la que esto no le parece bien –hippies, radicales de izquierda y toda esa calaña– que no entienden que una policía como Dios manda tiene que ir equipada como si se estuviese preparando para invadir un país pequeño aunque solo esté vigilando la última celebración del Barça. Por eso una de nuestras propuestas es que aprovechen las 2.000 plantas de maría que tienen ahí muertas del asco en su parking para sacarse unos eurillos extra trapicheando con ellas –al fin y al cabo somos catalanes y la pela es la pela.

¿Quien mejor que la poli para vender drogas? Tienen fichados a todos los camellos, nadie les va a detener –por algo son la puta LEY- y si hubiese algún tipo de escándalo de esos que a veces salen siempre podrían decir que se trataba de una operación encubierta contra el tráfico de estupefacientes, o algo así. Seguro que con lo que se saquen les llega para pillarse unas pistolas bien chulas.

Quizás nos hemos pasado con eso de alentar a la policía a sacarse pasta a través de negocios ilegales cuando sabemos que eso no pasa nunca y más cuando desde que se aprobó la ley que regularizaba el consumo y la venta de marihuana a través de clubes de cannabis ya no hace falta romper la ley para vender unos gramillos.

Está claro que con esto no se sacarían tanta pasta -mucho de lo que sacasen se iría a pagar impuestos- además tendrían que hacer una inversión inicial importante para acondicionar la comisaría y convertirla en un local adaptado, pero joder se convertirían en los polis más queridos de toda Cataluña, un referente: menos porras y más porros.

Quizás esto sorprende a nuestros lectores allende del Ebro así que voy a explicarlo brevemente: la espardeña es una zapato de esparto, como su propio nombre indica, o de cáñamo –que es lo que nos interesa ahora– y es el calzado tradicional catalán. Los Mossos d'Esquadra, en honor a su origen catalán y rural –se dedicaban a ir por los pueblos persiguiendo a los enemigos de Felipe V después de la Guerra de Sucesión– usan espardeñas como calzado del uniforme de gala.

Esta es la opción patriótica, la opción del sentimiento: "cuatro barras, dos espardeñas, un corazón". Las espardeñas son Cataluña y viceversa, igual que los Mossos, así que convertir las 2.000 plantas de marihuana en espardeñas sería una forma de convertirlas en un producto al servicio de la "catalana terra", una simbiosis perfecta, un ciclo infinito de CATALUÑA.

TODOS hemos pesando exactamente en esto en el momento en el que saltó la noticia. En algún momento de nuestras vidas, todos y cada uno de nosotros hemos oído alguna vez a alguien asegurando que la droga que incauta la policía la usan para colocarse. Que se meten la coca que le quitan a los camellos de las discotecas para aguantar los turnos de noche, que cuando montan fiestas en comisaría los estupefacientes de las salas de pruebas desaparecen misteriosamente, etc. Seguro que esto es solo un rumor malintencionado y que los protectores de la ley y el orden nunca harían tales cosas, pero joder, ¿no sería en este caso la solución perfecta?

Falta espacio, sobran plantas y sobran también comportamientos chungos por parte de la policía –todos sabemos que a veces se les va la mano- ¿por qué no empezar el turno de buen humor y relajados dándole un buen uso a esos cogollos? Pensadlo Mossos de Olot, 2.000 plantas, ¿en serio creéis que alguien lo va a notar?