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Justino desea la muerte de los compañeros de trabajo a los que les ha tocado el Gordo. Pero no una de esas muertes de escape de gas butano que te adormece poco a poco. Una muerte violenta.
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LOS MANIQUÍES SOMOS NOSOTROSMuñecos de plástico. Muertos vivientes. Seres uniformes sin voluntad que puedes modelar a tu antojo. Los maniquíes de Justino (él cree que le pertenecen) somos nosotros. Loterías y Apuestas del Estado nos regala por fin un poco de honestidad. Nos envía el siguiente mensaje: "No has conseguido ninguno de los pocos objetivos que te has marcado y ni siquiera puedes culpar a los demás como acostumbras. No estás en medio de una guerra civil caníbal en una aldea africana. Estás en Madrid y tú eres el único responsable de tu propia derrota pero, ey, tenemos algo para ti. Un papel lleno de sueños. El equivalente a las pócimas mágicas que vendían los charlatanes. Por un momento alimentará tu ilusión pero el día del sorteo la bajona será más dura. Un saludo".¿Habéis visto que hay un solo negro? ¿Habéis visto que le ha tocado el peor puesto de la empresa? ¿Habéis visto que han decidido ponerle de nombre "Florín" para humillarle? ¿Habéis visto que es justamente él quien tropieza torpemente con un maniquí?