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"Visiones de la catástrofe": El noise industrial peruano entre 1990 y 1995

Un viaje psicótico surgido de la crisis económica y un entorno violento entre grupos terroristas y militares.

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Clásico de culto, reliquia de lo experimental. Precisamente eso es Visiones de la catástrofe, el nuevo recopilatorio del sello peruano Buh Records, quienes se dieron a la tarea de investigar y reunir la música de los personajes que protagonizaron la escena de noise industrial peruana entre 1990 a 1995. Una escena que surgió de la radicalidad de la movida grindcore y metal de este mismo país.

Visiones de la catástrofeestá compuesta por 11 canciones y una galería del artwork de cada uno de los temas. Su musica es visceral e intensa y, aunque ninguna canción tiene melodía, a través de la experimentación sin límites y ruidos perforadores, este contenido te lleva a un viaje psicótico lleno de alucinaciones oscuras, violentas y a veces un poco aterradoras. Todo acompañado de una leve ansiedad y cosquilleo que produce un placer indescriptible para digerirlo en varias pasadas.

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A unas cuantas semanas del lanzamiento de las 300 copias del álbum, los de Buh Records nos pasaron en exclusiva algunos de los artes del disco, y son tremendos. Podéis verlo abajo. Escuchad el disco y conoced la historia de donde viene este material contanda por los mismos de Buh.

Hacia mediados de la década de los 80 estalló en Lima un movimiento de hardcore punk que recibió el nombre de Movida de Rock Subterráneo. Para fines de dicha década la movida había diversificado sus opciones musicales hacia el post punk, la fusión, el techno y el noise. El escenario político y social en el que se había desarrollado dicha movida estaba determinado por una profunda crisis económica y un entorno violento producto del enfrentamiento entre grupos terroristas y militares que habían sumido al país en un clima de inseguridad y caos. El nihilismo que expresaban las letras y el sonido áspero y visceral de muchas agrupaciones del rock subterráneo era significativo de un sentimiento generacional. La ética del "hazlo tú mismo" del punk encontró eco entre dichos jóvenes que empezaron a gestar su propio circuito musical. En poco tiempo empezaron a publicarse maquetas y fanzines, y a organizar conciertos autogestionados. Como tenía que ser, el punk los había liberado de toda regla y pericia instrumental: lo importante era la expresión por encima de la destreza. Y eso llevó a que de la noche a la mañana muchos cogieran una guitarra y armarán una banda. Es aquí que se encuentra el germen para lo que será el pequeño movimiento de noise industrial en el Perú. Quienes serían luego los encargados de activar un circuito de noise en Lima habían sido todos adeptos a la movida subterránea de hardcore punk como también a la escena paralela, tan o más grande, de metal en sus vertientes extremas. La aparición internacional del disco Scum (1987), de los ingleses Napalm Death, había sentado las bases para el surgimiento del grindcore, un género que consistía en la aceleración rítmica del hardcore y el trash metal hasta niveles inimaginables. ¿Se podía tocar más rápido y fuerte que esto? El grindcore prendió como reguero de pólvora en el underground alrededor del mundo y dio vida a géneros como el grindnoise o el noise core. Grupos como los australianos Seven Minutes Of Nausea ya estaban fusionando la velocidad con el puro ruido y sería otro gran referente para el noise en Lima. Y es que la bulla se hizo notar también al interior del Rock Subterráneo, para luego establecer su propio territorio, como lo prueba la aparición de fanzines especializados como Ruido Mundial o Bulla Extrema. Grupos como Atrofia Cerebral, Audición Irritable, Pulverized Necro Brain, Spasm, MDA, Obstrucción Intestinal, inauguran esa movida grind noise que aunque pequeña supo generar lazos importantes con el circuito internacional y participar activamente de la red de intercambio mundial de casetes. Y es justamente aquí que empiezan a darse a conocer bandas y proyectos, estéticamente vinculados a los grupos de grindcore y noisecore, pero sónicamente alejados de cualquier estructura rock, aun subyacente en dichas bandas. Ya la suma de velocidad más baja fidelidad, de un disco como Matanza extrema de Atrofia Cerebral, significaba un hallazgo respecto a los niveles de radicalidad a los que se podía llegar a pesar de la desventaja técnica. La portada del casete estaba ilustrada con una imagen de la matanza de los penales, acontecimiento que marca un terrible capítulo de la guerra interna en el Perú, en la que tras el amotinamiento de presos acusados de terrorismo, perdieron la vida más de 300 reclusos de manos de fuerzas militares. Y es que estos duros acontecimientos, como los carros bomba, los toques de queda y atentados, y sus consecuentes respuestas militares, llenaban las páginas de los diarios y se convertían en el cruento imaginario gráfico para una generación.

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Arte Distorsión desequilibrada.

Odiode Audición Irritable, hacía del desgaste del sonido un elemento fundamental para la generación de una masa de ruido, donde ya no era posible reconocer tan claramente los instrumentos utilizados. La radicalidad del grind por ir tan lejos como se pueda estimulaba a un grupo de adolescentes a explorar otro tipo de sonoridades menos convencionales, más cercanas a esa utópica destrucción musical, que era el lema del género, representado por el símbolo de una corchea tachada y que sin falta se encontraba en todo demo o publicación vinculada a dicho movimiento. Rupture Chaotic de Phlegm, se alejaba también del binomio guitarra batería y reemplazaba la base rítmica por una secuencia electrónica a la vez que estiraba la intro, característica de las canciones de estos grupos, en un largo pasaje de collage de sonidos.

La aparición de artistas como Atresia, Distorsión Desequilibrada, Esperpento, Demencia Senil, Glaucoma, Sangama o Pestaudio, dan el salto hacia el ruido puro. Y es que los artistas de noise industrial (como se hacían llamar), son aquí el resultado de la radicalidad a la que había llegado tanto la escena grind como la escena metal. Y no parece gratuito que su surgimiento coincida con el fin de la movida del rock subterráneo, pues de alguna manera los artistas de noise industrial son la manifestación de un rechazo a todo valor musical, y el símbolo de una atomización a la que la propia movida subterránea había llegado. Curiosamente ninguno de estos artistas tocó en directo, fueron proyectos esencialmente concebidos para la grabación, para la escucha en solitario.

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Arte Glaucoma

"Ataque sensorial auditivo" fue el título del primer demo de Distorsión Desequilibrada, proyecto de Álvaro Portales publicado en abril de 1991. Al interior del casete podía leerse el subtítulo: "A manos de un siniestro comando policial". Y es que sin duda el uso del ruido a niveles extremos podía conectarlos con toda una tradición del noise japonés. De hecho en los fanzines locales de entonces se podía leer sobre artistas como KK Null, The Gerogerigegege o Merzbow, quienes a su vez mantuvieron vinculación con el sonido del grindcore y el metal, y con la generación de artistas de industrial conocidos como power electronics. Pero no era sólo la adhesión a una nueva ola de noise industrial internacional la que movía a los ruidistas locales, para la escena local el ruido era una forma de manifestar su descontento, y a diferencia del hardcore punk precedente, era en lo abstracto, en lo irracional, en el puro ruido, donde hallaban sus logros expresivos, la encarnación en un estallido sónico, una representación del estado de alerta del día a día.

Toda herramienta para generar sonido podía ser utilizada, sopesando con ello la carencia de equipo profesional o instrumentos electrónicos que les resultaban inaccesibles. Alvaro Portales escribía entonces en un manifiesto sobre la posibilidad de "explotar los objetos para una carácter auditivo". De ahí que en las grabaciones podamos encontrar procesos de señales de radio y televisión, voces guturales, feedbacks, generación de ruido con todo artefacto doméstico posible, collages de vinilos y casetes, golpes a metales. No había límites en su búsqueda de radicalidad. P.A.M (Proyecto Anti Musica), firmado por Miguel Tipacti (Atrofia Cerebral, Esperpento), fue uno de esos tantos experimentos que de tan radicales terminaban por rozar la excentricidad (y por qué no la genialidad): consistía en un casete con tres minutos de silencio, para demostrar la total destrucción musical. Glaucoma, del guitarrista Edgar Umeres (integrante del grupo de metal Hadez), se basaba en feedback de guitarra y efectos para crear masas de ruido en un encuentro insano entre el Metal Machine Music de Lou Reed y el sonido grind. Demencia Senil, de Christian Bernedo, era el hallazgo del ruido en donde sea posible: gritos, golpes, juguetes fuera de control, saturación en la grabación, etc.

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Glaucoma - Edgar Umeres

Es con Sangama que los ambientes atmosféricos intuidos por Glaucoma, Distorsión Desequilibrada, Pestaudio y Esperpento dominan por completo. Sangama inaugura el sonido del ambient industrial en el Perú. La visceralidad y violencia sónica cede a la introspección y al estado de trance. Sangama se dio a conocer en una recopilación llamadaInfamia, aparecida en 1997, donde también participaron artistas como Maximum Terrorem, Pychulator e Insumisión. Los dos primeros incluyeron canciones también en la compilaciónEstudios embriológicos de deformaciones, aparecido ese mismo año. Por entonces se dan a conocer proyectos como Jardín Vértigo, Inversor Demente, Sadomasters, Jardín. El post industrial y el aislacionismo habían llegado a Lima, a la vez que una escena de música electrónica experimental empezaba a asomar con fuerza.

Pero esa ya es otra historia.

Arte P.A.M

Mario Velarde - Phlegm

Álvaro Portales - Atresia / Distorsión Desequilibrada