Ibrahim durante un entrenamiento junto a sus compañeros en Marusi, un suburbio situado al noroeste de Atenas. Foto de Archilleas Zavallis, UNHCR
El nadador solía saltar desde el puente colgante de Deir ez Zor, su ciudad natal situada en el noreste de Siria, durante sus entrenamientos: el puente fue destruido por el Ejército Libre Sirio en 2013. Imagen vía WikiMedia Commons
El nadador sirio recibe la llama olímpica de la mano del presidente del Comité Olímpico Heleno Spiros Kapralos para hacer el relevo por el campo de refugiados de Eleonas en Atenas. Foto de Alkis Konstantinidis, Reuters.
La historia de Ibrahim es un ejemplo positivo de la integración de los refugiados en Europa: vive en un piso con jardín en el centro de Atenas y no necesita ayuda económica para salir adelante. Foto de Archilleas Zavallis, UNHCR