Coronavirus

Así son los Fernandos Simones de los otros países

El inglés ha dimitido por saltarse el confinamiento para ver a su amante, la cara del sueco se ha convertido en tatuaje y el alemán recibe amenazas de muerte.
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Todas las imágenes vía Wikimedia Commons/Montaje por VICE

Con su voz quebrada y sus cejas despeinadas, sus ojos azules en los que naufragar y su aspecto de padre que no te pone hora de vuelta a casa sino que confía en tu criterio y en tu responsabilidad aunque tengas 15 años Fernando Simón se ha convertido en el gran protagonista de la crisis del coronavirus en España.

Se le han escrito cartas de amor y se le han compuesto canciones. Ha protagonizado infinidad de memes y las semanas en las que se tuvo que pillar baja porque se infectó de coronavirus tuvo a España en vilo, aunque también se ha criticado su excesiva tibieza y la minimización de los riesgos de la pandemia ante la opinión pública en las primeras semanas. Pero los amores y los odios que despierta, las filias y las fobias hacia él que dividen a nuestro país no son únicas: cada Estado tiene su Fernando Simón. Y estas son las historias de algunos de ellos.

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Angelo Borrelli. Imagen vía Wikimedia Commons/CC by 2.0

El Fernando Simón italiano: Angelo Borrelli

Italia, a diferencia de casi la totalidad de países afectados por la crisis del coronavirus, no ha recurrido a un experto ni sanitario ni científico para desempeñar las funciones de portavoz ante la pandemia. En su lugar se ha elegido a Angelo Borrelli, el Director de la Protección Civil italiana. Es economista y alto funcionario. Aunque su valoración social es buena, con frecuencia se le acusa de lo mismo que a Simón: haber minimizado el impacto de la pandemia. Hace dos semanas que no comparece ante los medios y eso para los italianos es una buena noticia porque es síntoma de que su situación mejora semana tras semana.

El Fernando Simón sueco: Anders Tegnell

Podríamos decir que el Fernando Simón sueco, Anders Tegnell, un epidemiólogo con más de 30 años de experiencia que trabajó para la OMS es el más antisistema de todos los Fernandos Simones. Al contrario que casi toda Europa y que sus vecinos nórdicos, la estrategia del Gobierno de Suecia, capitaneado por Tegnell, fue desde el inicio que la vida siguiera su curso. Apelar a la responsabilidad individual e implantar medidas de control mucho más relajadas que en otros lugares del mundo.

Así, los suecos han podido, durante estas semanas, seguir yendo al trabajo, a la universidad, a restaurantes, gimnasios o comercios con la recomendación de hacerlo con guantes y mascarilla. Y, aunque las cifras de contagios y muertes en el país son superiores a las de sus vecinos nórdicos, sus números no se parecen a los de los países más afectados, como el nuestro. Uno de los compatriotas del cerebro de esta controvertida estrategia, un sueco de 32 años, decidió tatuarse su cara como homenaje. También le han dedicado un rap.

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El Fernando Simón británico: Neil Ferguson

Reino Unido se ha convertido en el país europeo más afectado por la pandemia y parece que las historias personales de quienes han gestionado esta crisis están en perfecta sintonía con los datos. Entre ellas destaca la de Neil Ferguson, el epidemiólogo que forzó al primer ministro británico a comenzar la cuarentena estricta, que después fue apodado como "Mr. Confinamiento" y que como última hazaña se saltó el confinamiento para verse con su amante, Antonia Staats.

La historia cuenta con varios detalles rocambolescos. Hubo un total de dos encuentros furtivos: en el primero ella estaba en casa de Ferguson en el momento en que él concedía una entrevista donde advertía de la importancia de las restricciones sociales; y el segundo se produjo cuando el epidemiólogo acababa de terminar sus dos semanas de aislamiento por haber dado positivo por coronavirus y el esposo de Staats comenzaba a desarrollar síntomas. Lejos de marcarse un Merlos, ella ha aclarado que mantiene una relación abierta con su marido, pero eso no les salva de la hipocresía: los británicos se han quedado sin su Fernando Simón después de que Neil Ferguson se haya obligado a dimitir por este escándalo.

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Anthony Fauci. Imagen vía Wikimedia Commons/CC by 2.0

El Fernando Simón americano: Anthony Fauci

El Fernando Simón americano tiene casi 80 años y dice cosas que, en sus propias palabras "Trump no quiere oír". "He tenido que decir cosas muy diferentes de las que él dice. Es un asunto peligroso, pero es mi estilo. Lo digo como es y si se va a enfadar, se enfadará. Pero todavía no lo ha hecho", declaró Fauci.

Su popularidad le ha llevado, además de a ser el protagonista de las ruedas de prensa con motivo de la pandemia, que en Estados Unidos se celebran todos los días, a ser invitado a late shows o a protagonizar un directo de Instagram respondiendo dudas junto a Stephen Curry, jugador de la NBA.

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El Fernando Simón chino: George Gao

Por justicia, quizá no deberíamos estar hablando de "los Fernandos Simones" chino, sueco, británico o francés sino de Fernando Simón como del George Gao español. Dicen de él que es el mayor experto a nivel mundial del coronavirus, y es que lleva meses estudiándolo como virólogo e inmunólogo y Director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Además de por los conocimientos que ha compartido con el resto del mundo, Gao se hizo conocido por enfrentarse a la OMS con respecto al uso de mascarilla para contribuir a ponerle freno a la pandemia: mientras que la Organización Mundial de la Salud titubeó y rebajó la importancia de la mascarilla como medida de control, Gao insistía en que debía usarse masivamente. En declaraciones a la revista Science, de hecho, hablaba de que ese estaba siendo el gran error de Europa y Estados Unidos: que nos resistimos a usar mascarilla.

El Fernando Simón alemán: Christian Dosten

Las cejas y el pelo de Christian Dosten nos recuerdan a nuestro querido Fernando Simón, pero en lugar de canciones y cartas de amor, Dosten está recibiendo amenazas de muerte. A pesar de ser una personalidad para el país, es el director de Virología del Hospital Charité en Berlín, fue uno de los descubridores del SARS en 2003 y ahora es el asesor principal de Alemania sobre el coronavirus, muchos alemanes creen su excesivo alarmismo está hundiendo la economía.

“La gente ve que los hospitales no están desbordados y no entienden por qué las tiendas tienen que estar cerradas. Sólo ven lo que sucede así y no se fijan, por ejemplo, en lo que pasa en Nueva York o en España”, contaba en una entrevista para The Guardian, donde también admitía que está sufriendo muchas presiones políticas y económicas para regresar a la normalidad. Lo que este caso deja claro es que una cuarentena, sea aquí o allá, nos da mucho tiempo para quejarnos: siempre hay alguien que lo está haciendo mal y más vale señalarselo.

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María José Sierra Moros. Imagen de Gobierno de España vía Wikimedia Commons

La otra Fernando Simón española: María José Sierra Moros

Nadie quería que ocurriera lo inevitable: el virus pudo con Fernando Simón; y mientras tanto, cada mañana, María José Sierra Moros, jefa de Área y directora adjunta del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias, ocupó su lugar. Una posición sumamente compleja no tanto por las tareas que asumió, sino porque todos sabemos que es imposible fijarse en una persona nueva cuando tu pareja, tu gran amor, Fernandito querido, te ha dejado el día anterior. Era necesario advertir esto para dejar claro que el currículum de Sierra Moros no nada tiene que ver con que ya hayamos olvidado su rostro: es una de las investigadoras más relevantes sobre enfermedades que afectan a nivel global, destacan sus estudios sobre la epidemia por el virus Zika, el Dengue o la gripe A (H1N1), entre otros. Pero los españoles lo tenemos claro, no hay título ni mérito que valga frente a los ojos azules de Fernando.

La Fernando Simón coreana: Jung Eun-kyung

Aquí estamos ante otra heroína sin capa al más puro estilo Fernando Simón. Prueba de ello es la palabra que más utilizan los medios coreanos e internacionales para referirse a la directora de los Centros para el Control de Enfermedades es “tranquilidad”. Desde el 20 de enero y sin faltar un solo día a su cita –aquí gana puntos frente a Simón– Jung Eun-kyung ha ido realizando conferencias diarias de prensa desde su casa, contando la situación nacional frente a la pandemia. Lo que destacan los coreanos de ella es su fortaleza frente al virus, que sirve como un ejercicio de ejemplo y empatía con toda la ciudadanía: su rostro ha ido empeorando debido a la fatiga, ha adelgazado y cada día sus canas eran más visibles, pero su rostro y tono se mantenían inquebrantables. De hecho, tampoco cuando empezó a aplanarse la curva su cara mostró alegría ni sorpresa.

Jung Eun-kyung lleva tiempo representando este papel de serenidad y servicio público, pero mientras recibe halagos de todo tipo, ella no deja de quitarse méritos. Cuando uno de los periódicos más importantes del país escribió hace unos días sobre la importancia de su liderazgo en la solvencia de esta crisis –Corea del Sur es uno de los países del mundo que mejor ha manejado la propagación del virus– Eun-kyung respondió que la gestión no está relacionada con su figura, sino con la filosofía del centro para el que trabaja.

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El Fernando Simón francés: Jérome Salomon

Al Fernando Simón francés no le quieren ni por su serenidad ni por su belleza, sino por la historia de sus antecesores. Nada como unos buenos genes para despertar el patriotismo en Francia, y es que el tatarabuelo de Jérome Salomon, director general de Sanidad y encargado de explicar cada tarde la evolución del coronavirus, es el teniente coronel Alfred Dreyfus: víctima de uno de los casos de antisemitismo más recordados en el páis por la injusticia que se cometió contra él. Pero además, Salomon suma otro antepasado histórico: el doctor Pierre-Paul Lévy, uno de los descubridores de la vacuna contra la difteria. Con estas medallas patrióticas los franceses le han perdonado, entre otros cambios drásticos en las medidas de prevención, el giro que dio en cuanto a las recomendaciones en el uso de mascarillas: primero dijo que no servían para nada y ahora recomienda encarecidamente llevarlas.

La Fernando Simón argentina: Carla Vizzotti

En Argentina tienen a Carla Vizzoti. Allí también han tenido lío con los test y esta médica especialista en el control de enfermedades inmunoprevenibles ha sido la encargada de salir a dar la cara, pero también la que se está llevando la enhorabuena por una gestión alabada por muchos: Argentina es uno de los países de América Latina con menos muertos y contagios por el covid-19.

@berta_gomez / @anairissimon