Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:El brillo de los deportistas no ha sido suficiente para reparar el desaguisado de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Tan solo seis meses después de la ceremonia de clausura de Río 2016, la mayoría de instalaciones olímpicas están inutilizadas y ya empiezan a mostrar signos de serio deterioro. La situación se aleja mucho del legado y el beneficio prometido a los ciudadanos brasileños.
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Además de la acuciante crisis política y económica, que no menguó a pesar del impulso del evento, a los vecinos de Río sigue atacándoles una violencia endémica a la ciudad y Brasil. En 2016, más de 5 000 personas fueron asesinadas en Río, un 20% más que el año anterior; en el mismo período, casi 12 000 tiendas tuvieron que cerrar por la mala situación económica del país, según apunta Reuters.
Esta galería repasa lo que queda de unas Olimpiadas que no solucionaron nada.Más JJOO: El legado de la crisis, Río tras los Juegos Olímpicos