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del póker al chocolate

Despiden a un futbolista por su adicción a la Nutella

Un delantero alemán del Werder Bremen perdió su puesto en la selección alemana por culpa de su adicción al póker y, sobre todo, al chocolate con avellanas.
Imagen vía Reuters

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¿Qué es más vergonzoso? ¿Ser despedido por pasarte con las partidas de póker, por ser un despistado o por tener una obsesión por la Nutella? El actual delantero del Werder Bremen, Max Kruse, te diría que su pasión por el chocolate con avellana podría ser el motivo más sorprendente por el que le han echado de un equipo, y va en serio.

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A principios de año, cuando todavía vestía la camiseta del VfL Wolfsburg, al futbolista se le relacionó con las tres actitudes mencionadas anteriormente, una combinación explosiva para un futbolista de talla mundial. Todo empezó en un torneo de las World Series de póker en Berlín, cuando el jugador demostró sus habilidades con las cartas y se llevó 75 000 euros de una tajada.

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Hasta aquí, todo bien. El problema —y sí, esto pasó de verdad— fue que se dejó el premio (repartido en metálico) en el asiento trasero de un taxi. Cuando denunció el suceso a la policía ya era demasiado tarde, ni rastro de la pasta y encima, los medios le pusieron en el punto de mira.

El bueno de Max sabe sacarse un sueldillo extra en el póker, pero a sus entrenadores no les hace mucha gracia. Imagen vía Card Player

Los acontecimientos se precipitaron el pasado marzo, cuando Kruse cumplió 28 años y lo celebró por todo lo alto en una discoteca de la capital alemana. Una mujer le fotografió algo tocado y él reaccionó quitándole el teléfono de las manos de mala manera. El suceso acabó en denuncia y, pese a las disculpas del delantero, el Wolfsburgo le sancionó con 25 000 euros de multa por mala conducta en público.

A pesar de que las fiestas y las apuestas le habían costado bastante dinero al jugador, fueron sus hábitos de picar entre horas los que enterraron por completo su reputación como futbolista. El director deportivo del Wolfsburgo, Klaus Allofs, fue el primero en reconocer que el bueno de Max era adicto a la Nutella.

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"Nuestro objetivo es ayudar a que nuestros jugadores consigan un rendimiento óptimo, y Max debe corregir algunos comportamientos", explicaba el responsable técnico de los alemanes. El periódico Bild aseguró que los responsables del conjunto le dieron un ultimátum, o dejaba el chocolate de avellana o lo tendría crudo.

El paraíso (probablemente) de Max Kruse. Imagen vía Reuters

Para más colmo, poco después de su cumpleaños, el seleccionador alemán Joachim Löw decidió castigar a Kruse por su adicción al juego y a la comida basura. "Necesitamos a jugadores que estén centrados en el fútbol", justificó el técnico. En términos futbolísticos, el mensaje despojado de eufemismos sería este: "Deja de hincharte a Nutella, tío".

Este verano, después de los varios escándalos, el Wolfsburgo colocó a su futbolista 'relleno de chocolate con avellanas' en el mercado y lo vendió por seis millones, que no está nada mal. Con el Werder Bremen, Kruse solo ha disputado tres partidos en todo lo que va de temporada y desde su semana fatídica del pasado marzo, Max no ha vuelto a ir convocado con Alemania.

Nos da que sigue dándole duro a la Nutella.

Sigue al autor en Twitter: @AlexSwerdloff