Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Vale, a ver: sabemos que el estadounidense DeMar DeRozan es un crack a la hora de machacar el balón, pero no sabíamos hasta qué punto el jugador de los Toronto Raptors está dispuesto a destrozar a sus pobres rivales. El pasado martes, en el último cuarto del partido-demolición que disputaron la selección de EEUU y la de China, DeRozan estuvo a un paso de provocar un conflicto internacional con un mate de 360º en la cara de un defensor.
La selección estadounidense ganaba por casi 50 puntos de diferencia —un partido igualado, como decíamos—, así que DeMar decidió arriesgarse con una acción tremendamente espectacular. Por suerte no le salió, porque de haber sido así, probablemente la República Popular de China le hubiese declarado persona non grata por exceso de humillación.Los estadounidenses terminaron ganando por 107-57 y siguen andando con paso firme hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.