Los petrodólares qataríes salvan el 'Proyecto Miami' de David Beckham

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Una mañana de febrero, en la bahía de Biscayne de la ciudad de Miami (EEUU), un avión daba vueltas con un letrero detrás. En la pancarta se podía leer el siguiente mensaje: "Beckham, no confíes en Giménez".

Metros abajo, en la terraza del Perez Art Museum de Miami, una rueda de prensa anunciaba que esa ciudad pronto tendría un equipo profesional de futbol en la MLS. David Beckham, al lado de Carlos Giménez, alcalde de la ciudad de Miami, prometían no usar dinero público, ofrecer empleos y encontrar un sitio para un nuevo estadio en los próximos meses.

Han pasado casi dos años y David Beckham está en el cuarto intento de conseguir un terreno para la construcción del famoso estadio. Poco podía imaginar el inglés los obstáculos a los que tendría que enfrentarse en una ciudad harta de financiar recintos deportivos y de hacer malos negocios con sus equipos profesionales… y famosa, además, por su política corrupta.

Beckham alcanzó su límite. El inglés decidió que no aguantaba más la burocracia y se planteó vender el equipo a un inversor privado. Beckham, que no anda corto de amigos influyentes, se puso en contacto con un viejo conocido de su etapa en el París Saint-Germain: el emir de Qatar, el jeque Tamim Bin Hamad Al Thani.

Los petrodólares de Qatar serían la salvación para su ambicioso proyecto. La sociedad Qatar Sports Investment (QSI), fundada en 2005 y con intereses muy variados en el mundo del deporte, se encargará de gestionar el 'Proyecto Miami'.

QSI es una entidad dedicada a la promoción y el posicionamiento del Emirato de Qatar en el mundo a través del deporte: su capital procede tanto del fondo soberano qatarí como de inversores privados. A día de hoy, esta sociedad está involucrada en la organización de cientos de eventos deportivos a nivel global, en la compraventa de derechos deportivos… y en patrocinios que incluyen, entre otros, el polémico acuerdo entre Qatar Airways y el FC Barcelona, gestionado por QSI con Qatar Foundation en 2011 y modificado de forma bastante discutible por la directiva del club azulgrana en 2012.

QSI, sin embargo, no se conforma con sus patrocinios: además de haber invertido una enorme suma de dinero en convertir el PSG en una potencia futbolística a nivel europeo, la sociedad logró su mayor hito en diciembre de 2010 cuando la FIFA otorgó a Qatar la organización del Mundial 2022. Desde entonces la candidatura ha sido objeto de profundas discusiones, tanto por el clima del país como por el escaso respeto a los Derechos Humanos que allí se profesa. Beckham, sin embargo, ha apoyado la candidatura qatarí en todo momento.

La lealtad de Beckham a Qatar viene de 2013. Beckham, que entonces jugaba en el PSG, trabó una amistad personal con el propietario del club, Nasser Al-Khelaïfi… que, además de ser exjugador profesional de tenis, también resulta ser presidente del grupo beIN Media —una potente cadena global de deportes propiedad de Al-Jazeera— y miembro de la Qatar Investment Authority (QIA), el fondo soberano de Qatar… y por ende, una pieza central del entramado de QSI.

Nasser, como era previsible, mantiene una buena relación con la familia real del país; el jeque Al-Thani, de hecho, le nombró ministro sin cartera de su gabinete en 2013.

Para Becks, pues, llegar al corazón de Qatar no fue demasiado difícil. Las compañías beIN sports y Al Jazeera tienen presencia en Estados Unidos a través de sociedades y alianzas estratégicas: la compra del equipo de Beckham en Miami es perfecta para apoyar la consolidación del grupo empresarial qatarí en territorio estadounidense. La operación va mucho más allá de la creación de una franquicia en la MLS; la idea de fondo es abrir la puerta al flujo de capital procedente de los emiratos hacia el país norteamericano… sobre el papel, para el desarrollo del fútbol y el deporte en general.

A pesar de la aparición de nuevos obstáculos que se interponen en la adquisición de los terrenos para el estadio en el barrio miamense de Overtown, Beckham está cerca de conseguir su sueño: pronto podría ser copropietario de una franquicia de la MLS. El flujo de dinero procedente de los petrodólares qataríes, además, podría asegurar su competitividad y dar alas a su expansión.

Moraleja: conocer a gente influyente es la mar de práctico, amigos.

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