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Identidad

Las mujeres demonio y fantasma del antiguo Japón

Lo que parece atrapar a una mujer entre esta vida y el más allá es la angustia de que su seres más cercanos le hagan daño.
Image via Wiki Commons

El folclore japonés está lleno de poderosos espíritus y demonios femeninos que aterrorizan a los vivos. El tema común de sus vidas y sus muertes es la transgresión: esposos mujeriegos, hijos asesinados o vergüenza familiar.

Estos espíritus buscan venganza y tratan de ejercerla sobre todo lo que encuentran. Mientras que algunos tienen la capacidad de matar, otros simplemente ven cómo sufren y mueren las personas que los hicieron sufrir. La maldición de estos fantasmas vengativos es contagiosa como una enfermedad y hasta puede dejar un área infectada incluso después de que el fantasma se haya ido.

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Lo que parece atrapar a una mujer entre esta vida y el más allá es la angustia de que su seres más cercanos le hagan daño.

Oiwa

La historia de Oiwa es una de las historias de fantasmas más famosas de Japón. El esposo de Oiwa la envenenó y desfiguró su rostro para poder casarse con la nieta de un vecino adinerado. La pobre mujer no pudo soportar ver que su rostro estaba desfigurado, su ojo colgaba y se le caían mechones de cabello. Murió de locura y con el corazón roto por la traición de su esposo. Sin embargo, su esposo terminó atormentado por su fantasma, que veía constantemente en linternas de papel.

Sazae Oni, caracoles marinos

Aunque su nombre no sea el más intimidante, las sazae oni son caracoles marinos que atormentan los siete mares y adquieren forma de mujeres hermosas para atraer a los marineros. Estas criaturas fingen estar ahogándose y atacan a sus salvadores después de "rescatarlas". Existe una leyenda que cuenta la historia de una sazae oni que rescataron unos piratas y no la reconocieron como demonio; después de que la violaran, la criatura arrancó todos sus testículos uno por uno y pidió oro por sus "kintama" o "bolas de oro".

Yama Uba, bruja de la montaña

La yama uba es una vieja bruja que vive y acecha en las montañas y que se come a todos los desafortunados que se cruzan en su camino. Normalmente aparece en forma de mujer joven que ofrece cobijo a los viajeros perdidos. Cuando el viajero se queda dormido, usa su cabello como trampa para su víctima, la arrastra, la mete a su boca y se la come. Se dice que la yama uba era una mujer normal que vivía en la zona cuando se produjo una hambruna, su familia no podía alimentarla y la dejaron en el bosque para que muriera de hambre. Después de un tiempo encontró refugio en una cueva, pero se volvió loca y empezó a comer gente. Se convirtió en la yama uba por desesperación o ira.

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Hannya

Las Hannya son mujeres que se transforman en demonios por celos. Hay tres grados de Hannya:

Namanari: Estos demonios todavía parecen mujeres humanas pero con cuernos pequeños. Las namanari usan magia negra para hacer cosas malas como invocar a Ikiryo, un espíritu que sale del cuerpo de una persona viva y va a atormentar a una persona o a un lugar. Estos demonios no son completamente malos y todavía pueden recuperar su humanidad.

Chūnari: Estos son demonios de nivel medio, con cuernos largos y afilados y colmillos que parecen de elefante. Su magia es más poderosa que la de las namanari pero siguen siendo vulnerables a un rezo budista.

Honnari: Son las más poderosas de las tres. Las honnari tienen cuerpo de serpiente y lanzan fuego por la boca. Estos demonios están tan poseídos por los celos que ya no tienen salvación.

Ubume

Una ubume es una mujer que muere antes, durante o después del parto. Su espíritu está demasiado preocupado por el bebé como para descansar y se convierte en un fantasma. Si la madre muere pero el bebé sobrevive, la ubume recorre tiendas y hogares en busca de las cosas necesarias para su bebé y paga con montones de hojas muertas. Si la madre y el bebé mueren, la ubume se aparece en las noches oscuras y lluviosas como una mujer que carga a un niño y que grita para pedir ayuda. Después le pasa el bebé a la persona dispuesta a ayudar pero el "bebé" resulta ser una piedra que se vuelve cada vez más pesada hasta que la víctima muere aplastada.

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Nure-onna, la mujer serpiente

Uno de los elementos más recurrentes en la mitología japonesa es el concepto de las criaturas que cambian de forma, como demonios que parecen mujeres pero solo la mitad de su cuerpo es de mujer, o que se disfrazan de bella joven para algo mucho más siniestro. Las kijo están muy arraigadas en la cultura japonesa y los yokai son los espíritus más malignos porque su único propósito es dañar a los humanos.

La nure-onna es una criatura malvada, un ser monstruoso con cabeza de mujer y cuerpo de serpiente que vive en las costas o en los ríos. Se disfraza de mujer en peligro que lleva a un bebé en brazos y, cuando alguien se acerca a ayudar, el bebé se vuelve pesado como una piedra e impide que la víctima huya. En ese momento, la nure-onna ataca y chupa toda la sangre de la víctima.

Nukekubi yRokurokubi, sin cuello y cuello elástico

Las nukekubi y rokurokubi solían ser humanas pero fueron castigadas con esta maldición por cometer un acto malvado, como ofender a los dioses o ser infieles a sus esposos. Pero, ¡oh sorpresa!, en muchos casos la mujer afectada no es la que cometió la atrocidad, lo normal es que sus esposos o padres escapen de este cruel destino y se lo traspasen a estas mujeres.

Las nukekubi son mujeres cuyas cabezas y almas se separan de su cuerpo cuando duermen. Con frecuencia tienen sed de sangre y vacían a sus víctimas igual que un vampiro, aunque a veces solo muerden a sus víctimas hasta matarlas.

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Las rokurokubi son mujeres normales de día, pero de noche su cuerpo se estira hasta alcanzar una longitud inimaginable. Estas mujeres atacan animales pequeños y lamen el aceite de las lámparas. Estos demonios no son muy peligrosos pero a veces les gusta asustar a la gente por diversión.

Ubagabi, brujas de fuego

Las ubagabi salen en las noches lluviosas, cerca de los ríos. Se aparecen en forma de bolas de fuego con la cara de una anciana en su interior. Estos demonios pueden volar y recorrer grandes distancias en un abrir y cerrar de ojos. Se dice que si tienes la mala suerte de verlas, mueres en tres años. La leyenda original de las ubagabi es la de una anciana que robó aceite de las lámparas del Templo Hiraoka, un crimen terrible porque el aceite era muy escaso. El sacerdote la descubrió y los lugareños la humillaron por ser una ladrona de aceite. Se sentía tan humillada que se suicidó en el pantano que estaba atrás del templo. Como este tipo de "muertes impuras" nunca acaban bien, la mujer se convirtió en una ubagabi.

Hone-onna, espectro esqueleto

En el folclore japonés, la honne-onna es un esqueleto de mujer que atrae a los hombres a su cueva. A veces sus víctimas no se dan cuenta de cómo es en realidad hasta que termina y deja que le de la luz. Cuando las víctimas se dan cuenta de lo que está pasando, la honne-onna les chupa la energía vital hasta dejarlos como esqueletos.