¿Cómo puede un hombre heterosexual de raza blanca entender verdaderamente las complejidades de por qué una mujer queer negra puede sentirse silenciada? Claro, tal vez sabe que la homofobia sigue siendo algo recurrente. Pero ¿qué pasa cuando los individuos se identifican con más de uno de estos grupos subyugados en la sociedad?La comediante de Upright Citizens Brigade y youtuber, Akilah Hughes, ha tomado un enfoque novedoso para convertir esta desigualdad problemática en un marco de lógica accesible a través de una lente de interés en todo el mundo: la pizza, el arquetipo comestible perfecto para la representación de grandes sectores de la población en forma de analogía.En el video, titulado "On Intersectionality in Feminism and Pizza", Hughes le pide a los espectadores pensar en los hombres como hamburguesas y en las mujeres como pizzas, y las mujeres blancas se identifican como pizzas de queso. "Es un poco cheesy", advierte.Por otra parte, las pizzas "deluxe", presumiblemente aquellas con pepperoni, champiñones, pimientos y aceitunas, o combinaciones similares, corresponden a las mujeres de color dentro de su teoría. Por lo tanto, la lucha porque las pizzas de queso logren el mismo reconocimiento que las hamburguesas, a pesar de su mismo nivel de sabrosura ("Puedes ir a cualquier lugar y conseguir una hamburguesa, las hamburguesas son las elegidas de la comida rápida… entonces estás intentando decir que la pizza es igual de rica que las hamburguesas", explica) eclipsa la difícil situación de las pizzas deluxe para disfrutar de los mismos derechos y privilegios.Y ahí lo tienes: un poco de teoría feminista servida en una corteza de masa gruesa. ¿Todavía un poco confundido acerca de la interseccionalidad? Toma esta conversación de pizza-hamburguesa y trata de pensar en ella en los términos señalados por la profesora de derecho feminista Kimberlé Crenshaw, quien acuñó el término en 1989: "La interseccionalidad llama la atención sobre invisibilidades que existen en el feminismo, en la lucha contra el racismo, en las políticas de clase, por lo que, obviamente, se necesita mucho trabajo para desafiarnos constantemente para estar atentos a los aspectos de poder que nosotros no experimentamos".En otras palabras, si eres una hamburguesa, puedes dar por sentada tu propia ubicuidad y pensar: "Bueno, la pizza está en todas partes". La brecha entre la hamburguesas y la pizza puede parecerte más pequeña que aquella entre una pizza de queso, que puede detectar la desigualdad en las interacciones cotidianas. Ahora da un paso más allá y representa mentalmente la experiencia de una pizza deluxe. Claro, eres "deluxe", y todos saben que lo eres, pero no te ordenan ni consumen casi tan frecuentemente como a tu homóloga quesosa."Las características únicas de las pizzas de lujo se celebran con frecuencia cuando se producen anormalmente en las pizzas de queso", señala Akilah. "Cuando hablamos de los derechos de la pizza, tenemos que hablar de todas las pizzas. No solo de las pizzas de queso que se consideran socialmente aceptables y dignas de ahorrar y dignas de tener un lugar en la cultura popular", dice Akilah.También señala que es necesario mantener la conversación incluyente para "las pizzas que se identifican como hamburguesas" y "las pizzas con diferentes ingredientes, porque sin importar cuan maravilloso sea mejorar la pizzas de queso, al mundo le caería bien mucho más sabor".¿Qué Double Bacon Cheeseburger podría discutir con eso?
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