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Comida

Un tributo a nuestro amigo, escritor gastronómico, Josh Ozersky

El mundo gastronómico ha perdido a una de sus más carismáticas voces.

Estamos profundamente tristes. Nos enteramos de que Josh Ozersky, uno de los más hilarantes, irreverentes y reflexivos escritores gastronómicos del mundo, murió el lunes 4 de mayo de 2015. Iba a asistir a la ceremonia de los James Beard Awards en Chicago, Estados Unidos.

Josh era un viejo amigo de la familia VICE y fue uno de los primeros colaboradores de MUNCHIES. Nos hizo carcajearnos con su perspicaz enfoque —a veces sin censura— sobre las inexploradas grietas de la cultura alimentaria. La comida no era un ídolo para Josh, y esa es una de las cualidades que lo convirtió en una voz inimitable que no se olvidará pronto.

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Fue ganador en los James Beard Award, editor fundador del blog de comida de la revista New York y Grub Street, y autor de The Hamburger: A History, y de Meat Me In Manhattan: A Carnivore's Guide to New York City. Josh también fue un colaborador frecuente en Esquire, Time Magazine y Wall Street Journal, entre otras publicaciones. Su pasión insaciable de carne lo inspiró para crear Meatopia, un festival anual de comida para carnívoros, dedicado a glorificar todos los aspectos de la carne.

Josh nos proveyó siempre de lo inesperado; tanto en su escritura como en el terreno de la amistad. Si no se trataba de un correo electrónico para contarnos anécdotas sobre «el Rolls Royce de la carne de puerco», o una invitación a compartir con él aventuras que sólo Josh podía crear (como una tarde en casa de algún millonario para comer barbacoa de bisonte), nos llenaba de propuestas para almorzar juntos, todas ellas comenzando por la leyenda «tienes que probar esto».

El coproductor ejecutivo de MUNCHIES, Chris Grosso, quien trabajó de cerca con Josh en los años pasados, nos comparte esto:

Cuando conocí a Josh Ozersky, se presentó en Marea con un sándwich de porchetta a medio comer en el bolsillo. De inmediato ordenó dos pastas y luego una grappa, seguida de un espresso. Fue su forma de prepararse para una noche de comedera, durante la grabación de un episodio de Chef's Night Out —que en ese entonces se llamaba Munchies—.

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Como el mismo Josh lo dijo alguna vez: él era «un escritor clase A, una celebridad gastronómica de clase C, y un ser humano clase C». Esta fue solo una de las diez millones de cosas ingeniosas que me dijo durante el curso de nuestra amistad. Su escritura sobre comida no era florida, sino precisa y conmovedora. Su ensayo Restaurant for Fat People (Restaurante para Gente Gorda), publicado en Gastronomica en diciembre de 2011, se erige como una de las más divertidas cosas que he leído en toda mi vida, principalmente porque sabía a lo que se refería. Su descripción de «algo que es tan útil como un árbitro en un combate de lucha libre profesional» todavía resuena en mi mente.

Estoy tan molesto, porque sé que no voy a escuchar ni a leer algo parecido, con ese estilo, nunca más.

Se suponía que íbamos a filmar con Josh un episodio de Fuck That's Delicious en Portland a finales de este mes. Josh fue la primera persona del medio gastronómico en apoyar a un joven chef que se convirtió en rapero, Action Bronson. Josh ya había llegado a la cima como editor de comida en Esquire, mientras Action se establecía en su papel de embajador culinario entre los jóvenes de hoy. Y esta era nuestra oportunidad de llevar la historia a su origen. Josh tenía todo un plan, que incluía pollo frito y cordero recién faenado que iba a asar en el bosque y sin camisa. Planeamos llevar a cabo las ideas de Josh y espero que podamos captar lo que él tenía en mente.

Nuestros corazones están con la familia y los amigos de Josh.

Mr. Cutlets, te amamos y te extrañaremos,

El equipo de MUNCHIES.

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