El Chelsea FC es un club extraño. Es propiedad de un millonario ruso y su primer equipo lo dirige un tío que quizás sea un genio o quizás sea un cabrón —o los dos a la vez. Su plantilla está llena de jugadores estrella… y, lo que es más interesante, también está llena de jugadores no-estrella, o jugadores que-quizás-algún-día-serán-estrella.El Chelsea acumula una enorme base de jugadores con calidad suficiente como para haber fichado por el club londinense pero sin embargo de nivel insuficiente como para jugar en la primera plantilla. A día de hoy, hay hasta 33 jugadores del Chelsea cedidos alrededor del mundo —bastantes más futbolistas de los que los 'blues' tienen en el primer equipo. Muchos de estos jugadores juegan en Holanda con el Vitesse Arnhem, que tiene un acuerdo con club de Stamford Bridge para desarrollar a jóvenes talentos.Es normal que los clubes tengan jugadores cedidos, pero no a esta escala. Es tan malo, de hecho, que termina por distorsionar el mercado: los grandes equipos acaban poseyendo a los mejores futbolistas del planeta incluso cuando no tienen sitio para ellos sobre el césped. ¿Es que no tienen suficiente con acumular títulos y poder, que además tienen que acumular jóvenes promesas? ¡Ansiosos!Cedidos del #Chelsea pic.twitter.com/irBaTI8uQR
— Esteban Gómez (@MiRondo) September 1, 2015