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Los dirigentes de Río quieren silenciar los abucheos en las competiciones

Los organizadores de las Olimpiadas aseguraron que compartirían su cultura deportiva con el mundo, pero cambiaron de parecer cuando notaron que los abucheos eran parte de esa cultura.
Kyle Terada-USA TODAY Sports

La semana pasada en Riocentro, antes del arranque de los cuartos de final de tenis de mesa, el anunciador solicitó amablemente a los fans no abuchear. Si creías que en el tenis de mesa la hostilidad en la grada era algo desconocido, no eres el único.

"Nunca había vivido algo así en un evento de tenis de mesa", comentó Sean O'Neill, director de comunicaciones del equipo estadounidense de tenis de mesa y ex olímpico involucrado con este deporte desde su debut en 1988. "Debió tratarse de una insinuación respecto a las Olimpiadas".

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En efecto, el tenis de mesa es apenas una de muchas disciplinas en Río 2016 donde a los espectadores se les ha pedido que no abucheen. A lo largo de la primera semana del voleibol de playa, los fans brasileños silbaron en cada saque de República Checa. En el descanso entre puntos, el anunciador dijo de forma sarcástica, "Nos gustaría agradecerles por no abuchear" —la multitud respondió, como era de esperarse, con más chiflidos—.

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El sábado pasado, el escandaloso comportamiento de los fans en la semifinal de tenis varonil entre Rafael Nadal y Juan Martín del Potro, terminó en un regaño puntual por parte de uno de los jueces.

The ref trying to calm the Olympic crowd watching Rafa/DelPo is hilarious. "Ladies and gentlemen… THIS is a tennis event…"
— Ava Wallace (@AvaRWallace) August 13, 2016

Uno de los voceros del COI me dijo que intentar acabar con los chiflidos es una decisión del comité organizacional de Río 2016. "Este proceso es parte del aprendizaje comunal de los nuevos deportes que los fanáticos brasileños están experimentando en el presente; expandir el horizonte de deportes que no son tan populares en Sudamérica es parte esencial de nuestro legado en los JJ.OO", comentó el vocero.

El 9 de agosto, el directo de comunicaciones de Río 2016, Mario Andrada, hablo de este tema en ruda de prensa. "Lo que estamos buscando en un balance entre la pasión y el buen comportamiento, sin perder la primera. Es un proceso acercase a los fans, discutir temas con ellos, a través de los medios y redes sociales, pero nos gustaría que no perdieran su pasión por el deporte".

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No importa cómo se diga, es obvio que existe un choque de culturas. Los brasileños están acostumbrados a los partidos de futbol, donde los fans crean un ambiente de festividad —a veces hostil—. El comportamiento de los fans es un gran espectro de emociones que incluye burlas y abucheos. Para ellos, se trata de un proceso natural de la experiencia deportiva y siempre ha sido así. Durante las Olimpiadas, han llevado este mismo espíritu y cultura a otros deportes, en donde el comportamiento de la grada es más reservada por tradición.

Es más, los mismo brasileños han abucheado a su querida selección de futbol durante el torneo olímpico luego de un par de partidos mediocres de fase de grupos.

Si eres el tipo de persona que se cree la idea del "movimiento olímpico, el cual está fundado bajo los ideales del juego limpio y el deportivismo, entonces estarás de acuerdo con los jugadores holandeses de voleibol de playa, Alexander Brouwer y Robert Meeuwsen, que no se vieron nada contentos por la negatividad de los fans. "Estoy completamente de acuerdo que es una pena para nuestro deporte el hecho que los fans chiflen cuando el otro equipo está sacando", expresó Meeuwsen después de la victoria ante Polonia. "Desde luego, el público quiere apoyar a Brasil, pueden hacerlo cuando sean puntos a favor, de otra manera no sería una forma justa, ni limpia de jugar. Creo que es una falta de respeto, y me siento muy decepcionado por este tipo de audiencia en Brasil".

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Brouwer interrumpió para agregar que "no pertenece a nuestro deporte".

"Estamos intentando ayudar a los brasileños a entender que hay ocasiones y niveles adecuados para mostrar su pasión", la vocera de Río, Andrada, comentó para los reporteros. "Preferimos tener algo de pasión que quedarnos sin ella; es un proceso de aprendizaje. Las cosas mejorarán conforme los días pasen".

Algunos atletas, como el español Pablo Herrera (1), no están molestos por los abucheos. Foto por Kyle Terada-USA TODAY Sports

Ya sea una cuestión de deportivismo o no, es extraño e innegable que el país anfitrión tenga que escuchar cómo se debe comportar, lo cual en sí en considerado como una falta de respeto en casi todas las culturas del mundo.

Previo a las Olimpiadas, la cadena NBC transmitió un comercial promocional donde se le pregunta a los atletas estadounidenses lo que esperan conocer de Río con más ansias. "La cultura", fue la respuesta abrumadora, y se muestra a varios atletas, entre ellos Michael Phelps, repetir una y otra vez dicha palabra. Por supuesto, NBC editó los detalles de lo que "la cultura" realmente significa para ellos. Ahora que los JJ.OO. ya son una realidad, los dirigentes piden que los brasileños renuncien a una parte clave de su cultura deportiva para no desentonar con la versión del COI. Esto genera la pregunta de si en realidad las Olimpiadas sirven para celebrar la diversidad de culturas, o para forzar un modelo homogéneo de conducta.

Pero no a todos les incomodan los silbidos. Pablo Herrera, jugador español de voleibol de playa, dice que los abucheos "son parte del deporte. De esto se trata el voleibol de playa. Es definitivamente mejor para los partidos cuando las personas se apasionan".

Sus compatriotas españolas, Liliana Fernández Steiner y Else Baquerizo, concuerdan con Herrera, a pesar de haber sido objeto de abucheos al derrotar al equipo brasileño. "Estamos en Brasil, es algo normal", dijo Steiner.

"Creo que está bien", añadió Baquerizo. "Pero si los organizadores creen que es una falta de respeto, entonces no lo sé". Con una sonrisa en su rostro y colmada de júbilo por su victoria, añadió, para librarse de problemas, "lo que digan está bien".