Celebramos en VICE la Semana de la Marihuana, y fue el momento perfecto para juntarnos y fumarnos unos porros, aunque no sólo eso, sino también poner en común experiencias, reflexionar hasta dónde hemos llegado en materia de regulación y derechos de los consumidores en el país.
En Argentina tanto el consumo personal como el cultivo está penalizado, es ilegal. Sin embargo el número de usuarios crece exponencialmente. Cada vez son más las personas que se animan a tener su propio cultivo, ya sea en su departamento con balcón, indoor, o bien, al aire libre, en la tierra.
Videos by VICE
Existen bares donde está socialmente aceptado que se fume adentro, gente que se junta a explorar distintos tipos de cannabis, clubes de cultivos, amigos que alquilan un monoambiente porque decidieron que les saldría más rentable tener un departamento entre varios para cultivar que salir a comprar flores. Para eso todos tienen en cuenta dónde lo hacen, no es lo mismo la fiscalía de zona norte que la de zona sur.
Relacionados: Algunos argentinos nos muestran su propia cosecha
Decidimos juntarnos con un grupo de personas para fumar unas flores muy distintas entre si, hablar sobre cómo nos pega a cada uno y saber que elegir en el momento adecuado. Ordenamos luego desde la que más nos gustó hasta la que menos.
Teníamos los dos tipos de marihuana: índica y sativa. La índica que fue el primer porro que fumamos, tuvo un efecto más relajante y chill. Las hojas de la índica tienden a ser más cortas y tupidas, son gruesas y de color verde oscuro, debido a una mayor cantidad de clorofila.

En segundo lugar fumamos la sativa que tuvo un efecto más energizante. Las sativa tienden a ser altas, a menudo con una estatura de entre uno y tres metros, y a veces hasta cinco cuando se cultivan al aire libre.

En tercer lugar fumamos una híbrida, una mezcla entre las dos, que es lo que se suele fumar, ya que la genética no es tan pura y es lo que más se encuentra.

Alex
Tiene 48 años, es un militante y activista de los derechos humanos. Milita, entre otras cosas, la discrimilización entre los usuarios de drogas. Abrió un growshop en la zona de Congreso.
“En Argentina los grow no están institucionalizados como ley, entonces se registran como vivero, como tabaquería, como regalería, son las categorías que encajan para inscribirte, los registros son municipales, cada municipio tiene lo suyo. Los grow son tiendas de asesoramiento dónde se venden productos para el cultivo del cannabis, lo que está prohibido es vender la semilla y la planta. Yo vendo distintos sustratos, fertilizantes, tierras, plaguicidas, elementos de jardinería y el diferencial con el vivero clásico es el asesoramiento”.
El grow shop es un lugar que ayuda al usuario a llevar adelante su cultivo de manera consiente y responsable, el asesoramiento viene desde cuánto te puede venir de luz en la factura, hasta los hongos que puede tener la planta, las temporadas, el cuidado, la cosecha, el clima, la iluminación.
La historia de los grow shop en Argentina fue evolucionando, por un lado tenés los históricos lugares más ocultos. Actualmente todos tienen vidrieras y libros. Aunque exista una visara riesgosa, el argumento constitucional sobre el derecho a la información pesa sobre las leyes que prohiben la posición o el consumo. Alex nos cuenta como a su grow también van jueces, hijos de, policías que usan la marihuana de manera recreativa o medicinal.

Alex puntuó: En primer lugar la sativa, luego la índica y por último la mezcla.
Daniela
Tiene 32 años, siempre le compraba a sus amigos y un día se puso a cultivar en su departamento, tiene su balcón y se compró la carpa, el vegetativo por un lado y flora por otro, comenzó en septiembre. “En enero cuando me fui de vacaciones tuve que moverlas y entre el calor y el estrés de las plantas todo se complicó hasta que descubrí los trips, que me secaban todo, logré sacarlos con un tratamiento, se comieron la mitad de la planta y esa fue la peor cosecha de mi vida”.
Es importante tener la información necesaria a la hora de cultivar. Si rompes un caño llamás a un plomero, pero si se pone mal la planta, ¿a quien llamás? y si llamás a un plomero por el caño, ojo que el tipo no te vea las plantas. Actualmente en nuestro país existe un círculo de gente que tiene profesiones variadas y fuma, ese círculo se mueve de boca en boca.

Daniela puntuó: En primer lugar la índica, en segundo la sativa y luego la mezcla.
Relacionados: 10 pasos para cultivar cannabis de calidad (y dejar el mercado negro para siempre)
Homero
Tiene 29 años, vivió en Córdoba dónde sus amigos cosechan en la tierra, nada de macetas. “Tener tu planta es fácil, todos piensan que es difícil pero hace falta paciencia, la impaciencia trae sobrefertilización, exceso de riego. Cultivar es tan fácil como hacer una torta instantánea, tiene una receta y hay que seguir los pasos”.

Homero puntuó: En primer lugar la índica, en segundo la sativa y luego la mezcla.
Relacionados: Hablemos de la Marihuana en Argentina
Fidel
Tiene 27 años, es de Córdoba y fuma marihuana para inspirarse. Empezó a fumar a los 18 años esporádicamente, tuvo su primer planta a los 21. “Mi trabajo tiene cero contenido de creatividad, cuando fumo sativas hago más proyectos, avanzo. Pensamos en el cannabis como algo externo, como una planta, como una flor y no pensamos en lo que incorporamos, en cómo interviene en nuestro sistema central y periférico. Es importante tener la dimensión para darle un equilibrio a nuestro organismo”.

Fidel puntuó: En primer lugar la índica, en segundo la sativa y luego la mezcla.
Más
de VICE
-
Screenshot: Shaun Cichacki/Ubisoft -
Carmen Martínez Torrón / Getty Images -
Richard Drury/Getty Images -
Screenshot: Digital Cybercherries