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El director adjunto de la Opera de París, Jean-Philippe Thiellay, confirmó a la agencia de noticias AFP el domingo, que una espectadora que vestía con un velo integral tuvo que abandonar la Opera durante una representación, por negarse a prescindir de la niqab.El incidente tuvo lugar el pasado 3 de octubre en la Opera Bastilla de Paris, uno de los teatros de opera más prestigiosos del mundo, durante una representación de La Traviata de Giuseppe Verdi. Algunos miembros del coro alertaron sobre la presencia de la mujer durante el segundo acto, que vestía con un velo de color claro y cuya imagen fue mostrada en los controles de seguridad.Thiellay explicó que "ciertos miembros del reparto se negaron a seguir cantando", si no se reconducía la situación de inmediato.En el entreacto, un asistente se acercó a la mujer y a su acompañante, que estaban sentados en la segunda fila, i les informó que de acuerdo a la legislación francesa vigente estaba autorizado a pedir a la mujer que, o se descubría el rostro o debería abandonar la sala.Según fuentes del Metronews, los dos espectadores eran turistas procedentes del Golfo Pérsico. Thiellay reconoció que la pareja se levantó y salió discretamente y sin quejarse, y calificó lo sucedido como un incidente sin precedentes en la ?"pera de París.La ley en cuestión, que entró en vigor en 2010, bajo el mandato del Presidente conservador Nicolas Sarkozy, establece que "Nadie puede llevar en el espacio público una vestimenta que oculte su rostro". La sanción por no cumplir la ley es de 150 euros de multa o la obligación de seguir un curso de ciudadanía.La prohibición, promulgada el 11 de abril de 2011, se extiende también a "pasamontañas, máscaras, pañuelos o cualquier accesorio que sirva para ocultar el rostro". Y define el espacio público como "la vía pública así como los lugares abiertos al público o asignados a servicios públicos", incluyendo playas, parques, restaurantes, colegios, teatros y, por supuesto, operas.La ley también introdujo una provisión en el Código Penal para sancionar a cualquier persona que obligue a una mujer a cubrirse con el velo islámico, ya sea "mediante amenazas, violencia, coacción, o abuso de autoridad o de poder", con una multa de hasta 30.000 euros y hasta un año de cárcel."Nunca resulta agradable tener que pedirle a nadie que abandone el teatro, un lugar donde por lo general reina la tolerancia y la buena disposición", dijo Thiellay. "Pero, en esta caso, se ignoró la ley y la señora tenía bien que respetarla o salir de la sala", explicó.Según fuentes de AFP, el Ministerio de Cultura Francés, por su parte, está preparando una serie de instrucciones a seguir por los teatros, museos y otros establecimientos dependientes de la Administración, a fin de garantizar el cumplimiento de esta ley en caso de presentarse futuras situaciones similares.No es la primera vez que la prohibición del velo en Francia desata incidentes. En julio de 2013 un hombre fue arrestado por agredir a un agente que estaba llevando a cabo un control de identidad rutinario a su mujer, quien vestía con velo. Este incidente desencadenó dos noches de altercados y enfrentamientos violentos entre los jóvenes locales y la policía en los suburbios de París.Sigue a Virgile Dall'Armellina en Twitter : @armellinaImagen vía Flickr
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