Desconectar está de moda entre la gente más conectada

Fotografía vía usuario de Flickr Enrique Dans

En este mundo en el que nuestro smartphone es ya una extensión de nuestro cuerpo y en el que miramos más una pantalla de ordenador que a los ojos de nuestros seres queridos, cada vez hay más insumisos que prescinden de todo aquello puramente digital para volver a sentir aquellas experiencias analógicas que muchos han olvidado. Disfrutar del paisaje mientras vamos en tren, observar a la gente, fijarnos en todo aquello que nos rodea y vivir las experiencias al máximo sin estar pendientes de que en Snapchat parezca que nos lo estamos pasando en grande. Incluso aburrirnos es bueno para fomentar nuestra creatividad. Está claro que la desconexión digital viene para quedarse. Inspirado por esto, en la última fase de su campaña #ittakescourage, Ray-Ban nos anima a desconectar mediante el lema “Unplug”.

Según un estudio realizado por Intel uno de cada tres españoles sufre tecnoestrés, un 77% nomofobia (es decir, pánico a la desconexión) y el 40% de usuarios de teléfonos móviles estamos conectados las 24 horas del día, lo que significa que estamos muy jodidos. Vivir enchufados imposibilita que nuestro cerebro esté estimulado para pensar y el gran número de inputs volcados por la tecnología puede llegar a dañar nuestras neuronas. Es por ello que expertos y psicólogos se han volcado con esta nueva disciplina, que más que una moda se ha convertido en una forma de vivir. Descansar del email, del móvil o la tablet, de la tele o del ordenador, nos vuelve a conectar con la realidad y nos aporta beneficios para nuestra salud.

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Fotografía vía usuario de Flickr Tim Parkinson

Incluso los peces gordos de Silicon Valley ya se han apuntado al carro de la desconexión e inscriben a sus hijos a escuelas sin computadoras. El colegio Waldorf, en California, o el Acorn School en Londres, son los elegidos por los directivos de Apple, Google y otras empresas punteras de las nuevas tecnologías. Sus hijos aprenden sin ordenadores ni pantallas de televisión y hacen actividades tan diversas como coser, tejer u hornear pan. Según explica Pierre Laurent, padre de uno de los alumnos del colegio Waldorf, ha elegido una educación libre de pantallas para sus críos para no perturbar su aprendizaje y aumentar sus experiencias físicas y emocionales. Otros grandes gurús como Richard Stallman, el padre del software libre, a parte de no usar navegador, paradógicamente tampoco se conecta a internet más de tres horas.

No hace falta ser una gran estrella para vivir en la máxima desconexión. Sin ir más lejos este bloguero experto en SEO y SEM decidió vivir un mes sin utilizar nuevas tecnologías. Según explica él mismo decidió dejar de usar Facebook, WhatsApp, Internet ni móvil y la experiencia no fue tan dolorosa como esperaba. “Antes de realizar el experimento tener un mensaje sin leer me generaba incomodidad y en cambio estar al corriente de las redes sociales me hacía sentir productivo y ocupado. Te das cuenta de lo inútil que es WhatsApp cuando lo abres y compruebas que la mayoría de los mensajes que tienes en un 99% no valen absolutamente para nada. Desconectarme digitalmente de las personas me hizo conectar sin embargo con el lado más humano de ellas”.

No todo el mundo logra desconectar: Una encuesta realizada a más de dos mil personas destapa que más de la mitad de los españoles no logran poner el modo “pause” en sus vidas durante su periodo vacacional. El 55% de los participantes aseguraron que tuvieron que permanecer conectados debido a sus responsabilidades en el trabajo, lo que a su vuelta les supuso un mayor estrés por no haber conseguido recargar las pilas.

Sin embargo, aquellos que logran colgar el cartel de “cerrado por vacaciones” y cumplen con el deber del veraneante a rajatabla consiguen mayores resultados tanto personales como profesionales en su vuelta a la rutina. En este estudio también se desprende una realidad que cada vez va al alza. Mirad a vuestro alrededor y cada vez que os encontréis a una persona os propongo ponerle un número correlativo del uno al diez. Cuando hayas contado la decena para. Pues bien, de esas diez personas que has contado casi cuatro de ellas se consideran a sí mismas workaholics, o lo que es lo mismo: adictas al trabajo. Expertos en mentoring y team building coinciden en que “detrás de un adicto al trabajo hay un mal profesional que confunde la velocidad con el saber trabajar”.

Fotografía vía usuario de Flickr Michael Davis-Burchat

Y después de esa pequeña reflexión me uno a la campaña de Ray-Ban “Unplug” y os invito a hacer un pequeño experimento: coged una hoja de papel que tengáis por casa, en la oficina o donde sea que estéis. Si puedes reutilizarla mucho mejor.

Coge la cara sin escribir de la hoja y dibuja un círculo. Seguidamente divide el círculo en cuatro partes y en cada una de ellas escribe un número. El uno significará tu propia persona, el tiempo que te regalas a ti. El dos el tiempo que dedicas a tu familia, a tus padres, tus hermanos, tus tíos… El tres será asignado a tus amigos y el cuatro, finalmente a las redes sociales y nuevas tecnologías. Pinta la parte del triangulito correspondiente dependiendo del tiempo que desearías dedicar a cada uno de ellos. Por ejemplo: si pintas el uno hasta la mitad del triangulito empezando por el centro significará que idealmente desearías que del total de tu tiempo un 12,5% te lo dedicarías a ti mismo. Reparte así el 100% de tu tiempo teniendo en cuenta que cada triangulito entero es un 25%, si necesitas más espacio para alguno de los campos puedes rehacer el quesito y repartirlo según creas.

No. No se acaba aquí el pequeño análisis del tiempo de tu vida. Justo debajo dibuja un círculo formado por cuatro triangulitos exactamente igual al anterior. Ahora píntalos según el tiempo que realmente dedicas a cada uno. Idealmente debería coincidir el primer dibujo con el segundo. Si no es así es momento para reflexionar y pensar de qué modo nos podría ayudar esa desconexión propuesta por Ray-Ban. ¿Cómo podría beneficiarnos? ¿A qué más dedicaríamos nuestro tiempo? ¿Cómo podríamos sacar más partido a nuestras horas?

Este simple ejercicio puede ayudar a cambiar tus actitudes ante la vida, a decir buenos días a tus vecinos cuando bajan contigo en ascensor en vez de quedarte hipnotizado por tu chequeo habitual en WhatsApp. Puede que te empuje a establecer una conversación sincera con alguien mientras cenas, quizás hasta incluso descubres cosas de esa persona que aún no sabías. #ittakescourage hacer eso. Hay que tener valor para cambiar estos pequeños gestos, pero son los que al fin y al cabo, nos hacen más humanos.

En el marco de su campaña para fomentar la desconexión y la reconexión con la vida real, Ray Ban hizo un experimento con siete influencers de internet y los hizo pasar 48 horas alejados de la tecnología y de internet. Mira lo que pasó aquí abajo: