En la prehistoria de la música electrónica, el house fue un arquetipo de humano, donde la evolución lo modelo hasta adquirir una serie de mutaciones y variedades increíbles, hasta la actualidad, donde los humanos son tan iguales y tan complejos, con tantas variantes como gustos. El dubstep era un diplodocus, por tontos, lentos y recién nacidos. ¿No aman mis analogías?
La mayoría de los artistas tienen una idea demasiado ególatra sobre su música. Piensan que su música no puede catalogarse dentro de ningún ritmo. Aunque esto sea cierto, la realidad es que existen do s polos lejanos entre clasificar música y etiquetarla. El house es un ejemplo perfecto, más en el caso de Frankie Knuckles, pues podemos escuchar tracks de Welcome To The Real World (1995) o algún nuevo sencillo de Duke Dumont o Tchami. Y cualquiera de los casos anteriores podría ser encasillado dentro del género house, pero verdaderamente hay un distancia enorme entre track y track.
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Chicago terminaba un siglo violento, que había visto nacer a DJ Rashad y la escuela del footwork y el hip hop, abasteciendo su tradición lírica de la misma violencia que vivían. Contemporáneo a lo sucedido, Knuckles representaba la parte más amable del panorama de la Costa Este, la vida nocturna y las grandes fiestas. Todo terminó en 2015 a los 59 años.
Una de las charlas más divertidas que he tenido en mi vida sobre alguna artista, fue hace unos años con una amiga fan de Knuckles. El reto era seleccionar la canción representativa de cada disco que hubiera sacado. Obviamente tuve muy pocos argumentos, como los tendría la mayoría de seguidores del house actual, pues un seguidor de Knuckles conoce realmente la historia y evolución del género, por ende tiene la altanería de menospreciar el presente del house. Yo desperté enterándome que el 31 de marzo de 2014 murió Frankie, y recordé a mi gran amiga. Tenía una deuda de selección de canciones del primer al último disco de Knuckles.
Beyond The Mix (1991) – “Workout”
“Workout” representa el inicio de los discos de Knuckles, aunque llevara más de diez años de trayectoria con sencillos y promos como “You can’t hide from yourself” (1987) o “Tears” (1989). Aparte que tiene uno de los coros que se han mantenido en mi cabeza por más tiempo:
“Here’s the way it goes and baby you should know
All I’m livin for is waiting on the dancefloor
Rhythm is my life, the music makes me high
Look into my eyes, it’ll should me what you’re living for”.
Welcome To The Real World (1995) – “Fanfare”
De este disco viene una de las referencias obligadas para todo fan del house, principalmente porque Knuckles le pega al tech-house y a otra cosa llamada tribal house, que él mismo etiquetó. Y nos recuerda que al final del día, Frankie podía divagar entre mezclas, pero nunca perder el título de “The Godfather”.
Motivation (2001) – B.O.P.
Motivation es más bien un compilado de artistas que le agradaban a Knuckles, fórmula que me recuerda al disco debut de Aeroplane, el cual intenta dar referencias de lo que el artista quiere transmitir en su show en vivo. Este disco tiene la peculiaridad de ser de los primeros catalogados como deep house. Si Frankie hubiera sabido que quince años después de su disco cualquier personaje haría “deep” con su mac, se muere (de nuevo).
A New Reality (2004) – “The Bumpkin Song”
El álbum de 2004, A New Reality, es tal vez el disco que más hype comercial obtuvo el referente de chicago. Del LP se desprenden 13 tracks remezclados por el mismo Knuckles, producción y post-producción.
Dubj’s D’Light (A Remixed Reality) (2006) – “The Whistle Song”
El disco con el que se despidió Frankie es muy difícil de catalogar como house puro. El cambio de dos décadas trajo muchos cambios en el sonido house, y aunque él siempre fue de los guardianes del sonido, también se había visto influenciado por la nueva generación EDM. En 1986 todo era muy meloso, los vocales eran suaves y en su mayoría femeninas, pasó una década y le empezó a interesar el techno, para terminar los últimos años haciendo una mezcla vanguardista un poco confuso. La prueba más contundente es “The Whistle Song”.