En Doctor Strangelove, la película de culto de 1964 de Stanley Kubrick, los acontecimientos que se salen del control de los líderes estadounidenses y rusos desencadenan un espiral de caos que hunde al mundo en un apocalipsis, como la crisis de los misiles en Cuba pero con un final diferente.
A medida que surge una tercera revolución en la guerra, después de la pólvora y las armas nucleares, los expertos y activistas temen que la militarización de la inteligencia artificial y el impulso para desarrollar sistemas letales de armas autónomas (a través de leyes) puedan acercar al mundo a un estado tipo Strangelove como nunca antes.
Videos by VICE
“Si los desarrollos actuales de armas autónomas por parte de las naciones con alta tecnología no se detienen, entonces la seguridad global podría desestabilizarse dramáticamente”, me dice Noel Sharkey, profesor de inteligencia artificial y robots de la Universidad de Sheffield. “Una pelea accidental entre robots enemigos en una frontera o en aguas internacionales podría convertirse en una guerra que los humanos no podrían ni comprender ni prevenir. Un conflicto podría ser cuestión de unos minutos, tal vez nadie podría detenerlo, y tendría una devastación masiva”.
Lea también:
Ya existen varias armas precursoras semiautónomas, como la guardia mecanizada en la zona desmilitarizada coreana que dispara automáticamente a los intrusos, pero una carrera armamentista de robots asesinos, está en progreso. Esto significa que en algún momento en un futuro cercano las principales naciones del mundo tendrán multitudes de aviones de combate y tanques completamente autónomos, entre otros sistemas de armas, todos con poco o ningún control humano.
Esta semana los gobiernos se reunieron en la ONU para discutir si se regulan las leyes y cómo se podría hacer, y los activistas dicen que el tiempo se está agotando para una acción significativa.
“Para evitar un futuro en el que los robots asesinos, no los humanos, tomen las decisiones, los gobiernos deben actuar ahora”, dice Mary Wareham de Human Rights Watch, coordinadora de la Campaña para Detener a los Robots Asesinos. “Los gobiernos deberían avanzar para negociar un tratado internacional que prohíba las armas totalmente autónomas. Cualquier medida menor estará condenada al fracaso”.
Varios países han expresado su apoyo a una prohibición total, incluido Austria, que se convirtió en el primer estado de la Unión Europea en unirse a las filas de los países que se opusieron el lunes. Pero hasta ahora, una prohibición preventiva ha eludido a los activistas, a pesar de que Elon Musk lidere los llamados de expertos para una prohibición total, y docenas de países admitan haber desarrollado leyes.
La autonomía es una autoproclamada piedra angular de la futura estrategia militar de EE. UU, y ya ha impulsado un fuerte aumento en el gasto mundial en robótica, que pasó de ser de 91,5 mil millones de dólares (aproximadamente 250 mil millones de pesos) en 2016 a más a menos 188 mil millones (aproximadamente 510 mil millones de pesos) en 2020, mientras Rusia, China y otros aumentan su inversión, lo que quiere decir que no se quedaron atrás. La superpotencia está desarrollando un prototipo de un avión sin tripulación X-47B sin cola, que tiene diez veces el alcance de un avión de combate F-25 normal, que podrá despegar en cualquier condición climática, volar en conjunto con otros aviones y recargarse a mitad de vuelo.
Este ha sido diseñado específicamente para su uso en el Pacífico después de un devastador informe sobre la capacidad militar de los EE. UU que se ha quedado atrás de China y que ahora tiene misiles hipersónicos que potencialmente les proporcionarían una ventaja decisiva en cualquier guerra futura en el sur del mar de China.
Lea también:
“Si bien es cierto que tiene una visión futurista, uno puede concebir escenarios en los que los UUV detectan, rastrean, identifican, atacan y destruyen a un enemigo, todo de forma autónoma”, dice un informe del Departamento de Defensa de los EE. UU. “Este tiene como objetivo sistemas no tripulados que operan sin problemas con sistemas tripulados mientras se reduce gradualmente el grado de control humano y la toma de decisiones necesarias para la parte no tripulada de la estructura de la fuerza”.
Los secretos detrás de las armas chinas por lo general están mucho más protegidos, pero recientemente exhibieron algunas de sus mercancías en la Feria y Exposición de Defensa Internacional, una de las ferias de armas más grandes del mundo, en Dubai. La superpotencia emergente ha desarrollado el dron CH-5, un vehículo de combate no tripulado, que puede volar durante 60 horas seguidas y pronto podrá volar continuamente durante casi 20 kilómetros. Los comentaristas dicen que los avances en la inteligencia artificial china podrían verlo funcionando como parte de un enjambre autónomo de drones en el futuro.
Rusia también está impulsando la investigación y el desarrollo de las leyes. “Quien lidere en la Inteligencia Artificial gobernará el mundo”, dijo Vladimir Putin el año pasado. “La inteligencia artificial es el futuro, no solo para Rusia, sino para toda la humanidad”.
Kalashnikov, el productor del rifle de asalto AK-74, ha desarrollado una pieza de artillería ligera totalmente automatizada que utiliza tecnologías de redes neuronales para identificar objetivos y tomar decisiones. También ha comenzado la producción en serie de un drones silenciosos, que podrían ser militarizados en el futuro.
El Reino Unido también está desarrollando sistemas de armas precursoras que poseen autonomía, y se encuentra entre una serie de países con estrategias militares de alta tecnología opuestos a una prohibición preventiva, a pesar de la reciente proclamación de Theresa May de que quiere que el Reino Unido sea el líder en Inteligencia Artifical ética.
El avión de combate Taranis del Reino Unido está diseñado para atacar objetivos distantes “incluso en otro continente”, y aunque el Ministerio de Defensa ha declarado que los humanos permanecerán informados, Human Rights Watch dice que el Taranis ejemplifica el avance hacia una mayor autonomía.
El avión de combate Taranis del Reino Unido está diseñado para atacar objetivos distantes “incluso en otro continente”, y aunque el Ministerio de Defensa ha declarado que los humanos permanecerán informados, Human Rights Watch dice que el Taranis ejemplifica el avance hacia una mayor autonomía.
Estas armas también pueden ser pirateadas y comportarse de manera impredecible cuando se enfrentan a circunstancias imprevistas; los expertos señalan el fracaso del sistema de defensa de misiles Patriot en la Primera Guerra del Golfo como evidencia de que todo tipo de armas pueden funcionar mal de manera desconocida.
“Los sistemas autónomos de armas están completamente controlados por computadores, con todos los problemas inherentes al uso de los mismos”, continúa Sharkey. “El problema es que cuando todos, o varios estados, los tienen, no podemos saber cómo interactuarán entre ellos. Se trata de algoritmos desconocidos que luchan entre sí, y ese mismo hecho los hace impredecibles y contrarios a las leyes de la guerra”.
Este artículo apareció originalmente en VICE UK.