La Liga Mexicana de Beisbol (LMB), que se ha venido jugando en los veranos, anunció su decisión de jugar dos torneos cada año. La extensión del calendario alcanzaría los tiempos en que se juega el otro circuito profesional de beisbol importante del territorio nacional, la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
La decisión ha generado controversia, y más de uno, vislumbra la posibilidad de una guerra abierta entre ambas ligas. Por el otro lado, y también más de uno, ve como un sueño -guajiro, si gustan- la fusión de ambas ligas para la creación de una gran Liga Nacional de Beisbol en México. Pero, ¿qué tan factible es esto? ¿cuáles son los principales obstáculos?
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Habría que empezar por decir que las fusiones, en cuestión de ligas deportivas, no son nuevas. Habría que voltear a ver al modelo del deporte profesional en Estados Unidos, que es el máximo paradigma a nivel mundial. El éxito de ligas como la NBA, NHL, MLB y NFL no se fraguó de un día para otro, pues estuvo precedido de décadas de intenso trabajo, de tropezones, pero también de muchos aciertos que las tienen hoy en día como la referencia top en sus respectivas disciplinas en todo el orbe. No hay liga deportiva en el mundo que no piense o sueñe en ser como una de las cuatro más poderosas del mundo.
Una peculiaridad que hay que destacar: las cuatro máximas ligas profesionales de Estados Unidos tienen un pasado similar. Todas son el resultado de una fusión entre dos ligas independientes para crear un solo circuito, potente y sin competencia. Para no canibalizarse, se unieron.
En México, las dos principales ligas de beisbol mantienen a una enorme audiencia cautiva a lo largo del año: de marzo a agosto se juega la LMB, y la LMP de octubre a enero. La LMB tiene una mayor representación geográfica con plazas ue van desde Tijuana hasta Cancún, mientras que la LMP ha concentrado su operación en el noroeste mexicano, con Guadalajara como su plaza más sureña.
Mientras la LMB cumplió 92 años en 2017, la LMP tuvo sus raíces como organización en 1945. Cada una de las ligas tiene profundas raíces en diversos puntos del país, y aunque históricamente sus calendarios no se han empalmado, y de que comparten a la gran mayoría de los peloteros que al terminar la LMB se incorporan a la LMP, las aficiones de cada una se han vuelto competidoras y han desarrollado un encono recíproco. Basta una consulta en redes sociales para comprobar el desdén que prevalece en amplios sectores de las aficiones de cada liga.
La decisión de la LMB de jugar todo el año e internarse en el calendario de la LMP ha generado una revolución entre ambas aficiones, y la especulación sobre una potencial fusión ha desatado una oleada de argumentos a favor y en contra.
Pero, en la realidad, ¿qué pasaría si juntamos a lo mejor de las plazas de LMB y la LMP para hacer de una vez por todas una gran Liga Nacional de Beisbol? El aficionado al beisbol en México tiene su opinión a propósito de este tema, y es muy válida, y de acuerdo a lo recabado en diversos foros, ésta se divide, pues hay quien cree que es la pieza que le falta al rompecabezas, aunque hay otros que prefieren mantener el status quo.
Por el otro lado, también hay recoger la voz de los involucrados. Nos hemos encargado de recopilar voces que opinan acerca de la posibilidad de tener una liga a lo largo y ancho del territorio nacional, provenientes desde las entrañas del deporte, como peloteros y dirigentes. Cabe mencionar también, que pese a las reiteradas solicitudes de entrevista para la elaboración de este reportaje, ningún dueño ni presidente de alguno de los clubes de la Liga Mexicana del Pacífico, estuvo disponible para ofrecer su opinión.
Algunos directivos de la LMB y peloteros en activo hablaron para VICE Sports sobre los pros y contras para una Liga Nacional y comentaron sobre los alcances y limitaciones de un proyecto de tal envergadura.
Una liga nacional, algo bien visto por algunos
El gran atractivo de una Liga Nacional sería el de la depuración, es decir, prescindir de las plazas que han tenido directivas inestables económicamente, y quedarse con las directivas de ambos circuitos que más estabilidad y poderío económico han mostrado para formar un circuito de 14 o 16 equipos.
“Sería muy positiva una sola liga porque se limitaría a plazas importantes, y el beisbol crecería”, asegura Roberto Mansur, presidente de los Diablos Rojos del México, para VICE Sports. “Sería muy bueno. Escogiendo las mejores plazas del invierno y del verano, sería fabuloso. Desde luego, se reduciría solamente a una etapa del año, porque en México se juega en verano e invierno, pero no es mala la idea, que los equipos más importantes de ambas ligas se unieran para hacer una sola liga”.
Uno de los obstáculos que ve Roberto Mansur es el de los enfoques que tienen ambas ligas. Mansur es uno de los directivos con más experiencia en la LMB, que por años ha pugnado por encontrar y desarrollar al pelotero nacido en México, y por varias décadas, ese fue el enfoque que prevaleció en la LMB, invirtiendo en academias, sucursales e instructores. La LMP, por su parte, ha privilegiado el espectáculo alineando a los mejores jugadores disponibles del momento, sin tener que preocuparse demasiado por el scouteo, el desarrollo o el fogueo.
“Son ligas diferentes”, explica Mansur. “La LMP no está acostumbrada a gastar en sucursales y en el desarrollo de peloteros. Simple y sencillamente, toman a los peloteros de la LMB cuando ya están listos para jugar en el Pacifico. Cuando un pelotero triunfa en la Liga Mexicana, se lo llevan al Pacífico para integrarlo a sus equipos, y la LMB siempre lo ha permitido. Ellos no tienen sucursales como en verano, por ejemplo, ahorita en verano, acaba de terminar la Liga Rookie de la Academia de El Carmen, Nuevo León, se juega la Liga Norte de México, sucursales equipos de la LMB”.
Logísticamente, Roberto Mansur ve viable la fusión. Sin embargo, donde podría frustrarse la idea, en su apreciación, sería al buscar el acuerdo de todos los directivos del Pacífico. Y es en ese renglón, donde Mansur lamenta el fallecimiento de Juan Manuel Ley, empresario sinaloense que al mismo tiempo llegó a ser propietario de equipos en ambas ligas: Culiacán en el Pacífico, y Saltillo en LMB.
“Desgraciadamente, no creo que la gran mayoría aceptaría esa situación”, expresa Mansur. “Lo aceptarían dos o tres (de LMP) que ya tienen tiempo en el beisbol. Tristemente, un hombre que pudo haber sido clave en el tema de la unificación, era Juan Manuel Ley, pero ya murió. Quienes creo que lo verían muy bien serían Enrique Mazón de Hermosillo, y quizás un par o tres más, pero pienso que es cuestión de planeación”.
El pelotero da luz verde
Parte de la polémica la encendió Héctor Velázquez, lanzador que hoy se desempeña en las Grandes Ligas con los Red Sox de Boston, pero que fue formado y desarrollado en LMB, y luego brilló en ambas ligas. A través de su cuenta de Twitter puso el dedo en la llaga: “Lo mejor para el beisbol mexicano sería unir las mejores plazas de la liga de verano junto con las de invierno y hacer una sola liga”.
En entrevista para VICE Sports, Héctor Velázquez abundó en su visión sobre los beneficios que traería una Liga Nacional para el beisbol mexicano.
“Simplemente para mí y es mi punto de vista, sería más atractivo que hubiera una sola liga con las mejores plazas que tienen el beisbol en México”, repondió Velázquez. “Y claro que existen las plazas y condiciones para montar una sola liga en la cual se pudiera jugar durante 7 meses con todo y playoffs”.
Jorge Cantú, que jugó ocho temporadas en Grandes Ligas, donde conectó más de 100 jonrones, y quien desde 2013 milita de tiempo completo en las ligas de México, coincide que las condiciones están dadas para emprender un proyecto ambicioso y a nivel nacional.
“A mí me parece una idea increíble, la verdad”, asegura Cantú, “porque organizaciones como las del Pacífico, con los estadios grandes y modernos que están haciendo hoy en día, son organizaciones de antaño, de calidad, y qué mejor para el beisbol mexicano que haya todos esos equipos en una misma liga”.
En la actualidad, el pelotero mexicano trabaja en el verano en la LMB, donde tiene salario de abril a agosto, y al terminar se integra a la LMP, donde recibe sueldo entre septiembre y enero. Jorge Cantú considera que una Liga Nacional le daría mayor estabilidad económica al jugador.
“En este momento puede ser un sueño guajiro, porque cada liga tiene sus condiciones, pero para mí, en lo personal, sería una idea fantástica, porque le daría chamba a todos los peloteros, de las dos ligas y un año entero”, asegura Cantú.
César Tapia, receptor de los Pericos de Puebla, es otra de las voces que piensa que es apropiado y que existen las condiciones, sobre todo de infraestructura, por los nuevos estadios que se han inaugurado en Sinaloa y Sonora. Sin embargo, Tapia advierte que esos estadios se quedan vacíos durante la mayor parte del año en que no se juega la LMP.
“Fíjate que sería muy bueno, sería muy interesante todo eso (de la fusión)”, explica Tapia. “Hablando del Pacífico, hay ciudades que tienen estadios preciosos, nuevos, y que se quedan sin beisbol durante ocho meses. Entonces sería bueno que esas plazas tuvieran beisbol todo el año para aprovechar la afición, que allá por el norte está más ávida de beisbol y mientras sea para el bien del deporte, es bienvenido”.
Un equipo que está de moda por su buen despliegue de activos en todas las áreas, tanto deportivas como comerciales y mercadológicas, es el de los Toros de Tijuana, la única plaza de la LMB ubicada en el noroeste del país, en pleno corazón del territorio de la LMP. En el pasado, Tijuana fue plaza de LMP, pero en los últimos 15 años, su presencia ha sido en la liga veraniega. La ciudad fronteriza es la clara muestra de que el beisbol se puede jugar en todas las épocas del año. Antonio Cano, gerente general de los Toros, también especuló sobre la viabilidad de una Liga Nacional.
“No descarto que pudiera ser positivo”, opina Cano. “Personalmente creo que el desarrollo del deporte profesional en el país, particularmente el beisbol, viene de menos a más, está generando mucha conversación esa idea e tener dos torneos en un año. El horizonte se antoja muy amplio, muy atractivo e interesante”.
El clima, ¿mito o realidad?
Uno de los argumentos más recurrentes de quienes se oponen a la fusión entre ambas ligas, es que el calor extremo en plazas del noroeste como Mexicali o Hermosillo harían inviable que se jugara beisbol en verano. Sin embargo, actualmente en LMB se juega en el verano en plazas que también son de calor extremo como en el sureste mexicano, por ejemplo, donde Villahermosa es particularmente duro. Lo mismo en el noreste, donde los veranos de canícula en Monterrey, por ejemplo, rebasan los 40 grados centígrados.
Mientras que en las zonas sur y norte del país el calor, en sus diferentes maneras de manifestarse, hace estragos a su manera, en otras regiones la altitud y las lluvias también aportan su cuota.
“El deportista se tiene que adaptar a todo tipo de clima”, asegura Héctor Velázquez, quien ha lanzado lo mismo en el clima desértico de Navojoa, Sonora, que en el calor húmedo de Campeche. “En el beisbol a veces juegas con mucho calor, después vas a lugares donde hace frío, la verdad que uno se adapta rápido a eso”.
Roberto Mansur, presidente de los Diablos Rojos del México, advierte que un tema crucial para cristalizar una potencial Liga Nacional es el de las fechas: cuándo debe iniciar y cuándo debe concluir. Precisamente por lo grande que es el país y lo diverso que es su clima.
“En Monclova hace mucho calor, en Monterrey también, pero el problema que tenemos nosotros después de mayo son las lluvias”, explica Mansur. “Pero en invierno, en la Ciudad de México hace mucho frío, y en ciudades como Mexicali o Tijuana, también hace mucho frío. Nuestro país es tan amplio que tiene muchas variables en cuanto a clima en ambas estaciones, sería importante hacer un estudio de cuándo sería ideal arrancar y terminar una temporada”.
Para César Tapia, el clima pasa a segundo plano, pues argumenta que lo primero que debe estar en la cabeza del jugador es lo que ocurra en un partido, el resto es un proceso de aclimatación. Más que el clima, el verdadero obstáculo para una Liga Nacional, según Tapia, es que los directivos se pongan de acuerdo.
“Nosotros tratamos de adaptarnos, afortunadamente en muchas ciudades se juega de noche, no estamos hablando de que vamos a jugar a mediodía o a la 1 de la tarde, eso tampoco pasa en el Pacífico, es cuestión de acoplarse”, asegura Tapia. “Creo que el clima no es un tema de preocupación, en el sur los climas son muy extremos también, muy húmedos y desgastantes, pero aún así, hay equipos, hay afición en los estadios y ese no sería un pretexto, sólo sería que se pusieran de acuerdo y buscar lo mejor para el beisbol”.
Jorge Cantú se crió y se formó en el extremoso clima del noreste mexicano, y ha jugado lo mismo en Cancún que en Tijuana, en Hermosillo o Culiacán. Su experiencia, al igual que a sus compañeros, le indica que el clima no es un obstáculo determinante para una liga unificada.
“Nosotros como jugadores no pensamos en eso, sabemos que el clima está muy caliente en algunas partes de la república, pero no es excusa”, asegura Cantú. “Uno juega y cuando empieza la adrenalina, ya todo lo demás se olvida. Todas las plazas son agradables, mientras uno tenga la bendición de seguir jugando beisbol, no importa donde estés”.
A lo largo de toda su historia el beisbol se ha jugado bajo cualquier clima. Roberto Mansur insiste en que no es un obstáculo, y que solo habría que estudiar las mejores fechas para el inicio y final del calendario.
“En la liga de verano tenemos problemas cuando se arranca la temporada, por eso está abriendo en abril, porque en marzo todavía hay muchas heladas en el norte y hace mucho frío, pero a partir de mayo y junio, empiezan las lluvias y muchos juegos se suspenden por eso y al otro día se tienen que hacer dobles carteleras, pero el clima ya es parte del juego de toda la vida. Se puede solucionar y hacer una sola liga”, enfatiza Mansur.
¿Por qué no se ha hecho este proyecto y si tiene futuro?
Para el presidente de los Diablos Rojos del México, Roberto Mansur, la posibilidad de hacer una Liga Nacional no es algo nuevo. Hace ya más de una década, el tema se puso sobre la mesa y parecía ir tomando forma, pero con algunos de sus impulsores ya fallecidos, piensa que el movimiento podría perder fuerza.
“En 2005, cuando entré la Salón de la Fama, había un señor, que en paz descanse, Mario Hernández Maytorena, presidente de los Aguilas de Mexicali. Él habló de eso el mismo día, que también entró al Salón de la Fama, duró mucho tiempo su intervención junto con Pepe Maiz y su servidor”, relata Mansur.
Es altamente probable que la idea de una sola liga a nivel nacional le haya pasado por la cabeza a más de uno, pero de ahí a tomar pasos hacia su materialización, es otro tema. Sin embargo, es positivo que vuelva a ponerse en la mesa y que se estudien los pros y los contras. Al menos, eso es lo que dejan ver las opiniones de los actores del beisbol en México, la gente que vive desde las entrañas este deporte.
“Para serte sincero, no sabría decirte qué es lo que lo impide, eso es algo que se tiene que dialogar entre los altos mandos de ambas ligas, pero sería algo difícil que se diera. Para mí tiene razón, es algo bueno, sería por el bien del beisbol mexicano y todos los peloteros, pero bueno ojalá en un futuro pueda darse”, comenta el lanzador de los Medias Rojas, Héctor Velázquez.
El reparto de los peloteros
Otro de los argumentos principales de los opositores a la idea de una Liga Nacional es que si los peloteros de ambas ligas son en su mayoría los mismos, ¿cómo se armaría Naranjeros de Hermosillo, por ejemplo, si los contratos les pertenecen a los clubes de LMB que son los que scoutean, desarrollan y foguean a los peloteros?
El formato para que los equipos que llegan empiecen a nutrir sus rosters podría ser similar a la mecánica que se sigue en Grandes Ligas con los equipos de expansión, donde los equipos que ya están en la liga, protegen una parte de sus rosters y quedan obligados a dejar libre la otra parte para que esos jugadores entren a una bolsa, y sean escogidos por los nuevos equipos. Al final, y como se ha demostrado en Grandes Ligas, bajo este formato un equipo nuevo, que trabaje bien, puede ser competitivo en dos o tres años.
El mismo sector que se opone a la fusión aduce que la LMP no necesita la unificación porque el calendario extendido de la LMB no le afecta, pues son muy pocos los peloteros de LMB que juegan en su liga. Sin embargo, al revisar los rosters de los equipos de LMP que están en sus respectivas páginas oficiales de internet se ha contabilizado que un 64% de sus peloteros pertenecen a la LMB, es decir, casi dos terceras partes.
También argumentan que, dado que la mayoría de los jugadores mexicanos originarios de Sinaloa, Sonora y Baja California, estos preferirían jugar la LMP para estar cerca de sus familias. Sin embargo, César Tapia, nacido en Empalme, Sonora, no cree que eso sea determinante y que el pelotero va a donde más le conviene.
“Es cierto, muchas veces vamos al Pacífico para poder estar cerca de nuestras familias”, expresa Tapia, “pero habrá que ver el ofrecimiento económico del directivo, recordemos que esta es nuestra profesión y tenemos que ir a donde las circunstancias sean las mejores”.
Análisis de viabilidad
Aunque Antonio Cano, gerente general de Toros de Tijuana, no cierra la puerta ni se muestra reacio a un cambio, sí se sincera y piensa que es imperativo hacer un análisis de fondo que estudie los beneficios y perjuicios de una Liga Nacional de Beisbol antes de emprender el camino hacia esa dirección.
“Habría que analizar desde lo que tiene que ver con las potencialidades de ambas ligas con temas de logística, desarrollo deportivo, comercial, para poder generar una opinión”, explica Cano. “Porque por el momento son hipótesis, conjeturas, porque no hay nada en concreto. Tendríamos que hacer un muy buen análisis para poder tomar una decisión en conjunto. La Liga Mexicana ya tiene tomada la decisión de empezar con los dos torneos desde la temporada entrante, que finalizaría por el mes de noviembre pero para pronunciarnos a ese respecto necesitamos tener todos los elementos en la mano”
Por el momento, sólo en las cabezas de los entusiastas se añoran series tentadoras como un Diablos Rojos del México ante Narajeros de Hermosillo, Toros de Tijuana ante Águilas de Mexicali, un Yaquis de Obregón contra Sultanes de Monterrey.
Pero, por ahora, sólo es un sueño. Un sueño guajiro, sí, pero un sueño viable.