Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.
Justo antes de Halloween en 1961, la Unión Soviética detonó la bomba nuclear más grande que el mundo haya visto. La RDS-220, o Bomba del Zar, era una bomba de hidrógeno que explotó con la fuerza de más de 50 millones de toneladas de TNT. Hasta el día de hoy, es la mayor explosión provocada por el hombre en la historia del mundo. Rusia desclasificó 40 minutos de imágenes nunca antes vistas de la prueba de la Bomba del Zar y las publicó en YouTube.
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La Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom, la parte del Kremlin encargada de todos los asuntos relacionados con la energía nuclear, lanzó el video para conmemorar el 75 aniversario de la industria nuclear rusa. Los primeros 30 minutos del video mantienen un estilo propagandístico soviético: una descripción del viaje de la bomba desde su construcción hasta su detonación.
Con 8 metros de largo y cerca de 2 metros de alto, la Bomba del Zar era tan grande que tuvo que ser adaptada en un bombardero soviético Tu-95V especialmente diseñado, que no contaba con algunos tanques de combustible ni compuertas. La aeronave arrojó la bomba frente a la costa de la isla Severny, cerca del océano Ártico. Explotó a 4.000 metros del suelo.
La onda de choque golpeó al Tu-95V a pesar de que se encontraba volando a 120 kilómetros de distancia. Sin embargo, el piloto se recuperó y logró aterrizar el avión de manera segura. La onda de choque de la explosión fue tan poderosa que impidió que la bola de fuego de 8 kilómetros de ancho, producto de la detonación, tocara el suelo. La explosión fue visible desde casi 1.000 kilómetros de distancia. La nube en forma de hongo se elevó 67,5 kilómetros en el aire, siete veces más alto que el Monte Everest. Algunos habitantes de Noruega y Finlandia reportaron haber sentido una explosión que rompió sus ventanas.
La Bomba del Zar fue un arma devastadora e impráctica. También fue una de las últimas pruebas nucleares realizadas sobre el nivel del suelo. Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética firmaron el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares en 1963, que requería que las detonaciones se efectuaran bajo tierra.
Las imágenes son un duro recordatorio de la locura de la Guerra Fría y una sobria advertencia de que posiblemente hayamos olvidado sus lecciones. El nuevo START —un tratado firmado durante la era de Obama que establece un límite para el número de armas nucleares desplegadas entre Rusia y Estados Unidos— expirará pronto y su renovación no parece próxima. Rusia está trabajando en un conjunto de nuevas armas nucleares y Estados Unidos ha desplegado armas nucleares “tácticas” de menor tamaño en sus submarinos nucleares.
La vieja amenaza nuclear ha vuelto. El video de la explosión de la Bomba del Zar es un recordatorio de lo que eso significa.