Música

Salieron a la luz grabaciones del rock radical vasco sepultadas desde los 80

Ilustración inédita de Josetxo ‘Bicho’ Exponda (1981). 

Todos sabemos que a principios de los ochenta, el rock radical vasco nos escupió en la cara un montón de grupos de que hoy siguen ocupando un espacio en nuestros cochinos corazones. Lo que no todos sabemos, es que en esa misma época surgieron muchas otras bandas, también underground pero menos conocidas, que este año salieron a la luz con el lanzamiento del disco Euskodemos: Rock Underground Vasco 1981-1986. Una colección de grabaciones originales y fundamentales que estaban sepultadas bajo el éxito de Cicatriz, Eskorbuto, La Polla Records y otros grupos.

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De la serie Canciones de la Tumba de Subterfuge Records, este documento rescata canciones que jamás pasaron del formato casete, de bandas subterráneas como los Médanos de Singapur, Los Extraños (pre-Cancer Moon), Fiebre, Lo Del Perro, Revolver, Los Scooters, Los Impecables y Neon Provos (germen de Los Bichos). Esta “reliquia” se complementa con ilustraciones del fallecido Josetxo Bitxo (líder de El Bicho) y un libreto del periodista Fernando Gegúndez, gran desenterrador de sonidos responsable de esta compilación, con quien charlamos de aquella época en que los demos eran mejores que los discos.

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VICE: ¿Qué papel jugabas en la escena de estos grupos que has rescatado?

Fernando Gegúndez: Pues en 1983 tenía 25 años y tenía dos programas en emisoras independientes, tenía un fanzine que después se convirtió en revista (Sintonía / Síntoma Rock), ayudaba a poner películas en algunas salas, era jurado de concursos y pasaba muchas horas en ensayaderos y bares. Nos daba tiempo para todo. Teníamos una hiperactividad brutal, casi siempre altruista. Y gracias a la labor de otros colgados como yo, aquello fue saliendo adelante.

Esta claro que en los ochenta las grabaciones tenían un peso que hoy ya no tienen.

Sí, hace tiempo que es imposible distinguir una grabación de un disco de una autoproducción. Y hace unos años ya casi no existe el formato físico. Doy fe de que los demos de Mamá y Nacha Pop sonaban mejor que sus discos posteriores. A la mayoría de las bandas de la movida y de Euskal Herria les pasaba eso. Un buen ejemplo es la canción Marianne del grupo Fiebre, que en la segunda versión del LP sonaba mucho mas cartón-piedra que la que incluimos en el disco. No se trata solo del sonido, siempre más crudo y directo, sino de la frescura que transmitían aquellas grabaciones. Me interesan más los grupos es en sus inicios.

Algunos de los grupos incluidos en Euskodemos. Rock Underground Vasco 1981-1986′.

¿Qué fue lo más duro del trabajo de investigación y búsqueda de grabaciones originales?

Lo más duro fue localizar a los miembros de los grupos, quien era más y quien era menos aburguesados hasta límites insospechables, y que nada querían saber de sus pecados de juventud. También comprobar las bandas pequeñas y encajarlas a participar con grandes bandas seminales como La Insidia (luego Family) y Matrona Impúdica (luego El Desván del Macho).

Sorprende que haya canciones realmente buenas que jamás pasaron del formato casete.

Eso pasa por diferentes razones y hasta hoy ocurre… ¿Por qué los Scooters dejaron fuera de su LP estas dos canciones que nosotros hemos rescatado? Para mí fue un error, pero las condiciones de cada banda son infinitas. Otra cosa es cuando la discográfica decide qué canciones van y qué canciones no, que ya se trata de otro tipo de intereses. Una canción que a un ejecutivo discográfico no le parezca adecuada, es casi seguro que será una gran canción.

El éxito del rock radical vasco convirtió a estas bandas en desconocidas y minoritarias. ¿Eso ha hecho que -paradójicamente- sean más underground que el punk?

Bueno, aquel punk que salía de las entrañas era masivamente aceptado y no cabe duda de que los grupos que no eran rock radical vasco (RRV) tenían que luchar contra la poca cultura del público y contra el propio fenómeno RRV, que era lo que todos los lugares programaban. Lo fácil sería presentar a estas ocho bandas de Euskodemos como damnificadas por el peso del RRV, pero no fue exactamente así. El circuito creció un montón y muchas bandas que no eran RRV se beneficiaron de él. No sé, como todo, hay que vivirlo para entenderlo.

El disco se completa con un libreto que analiza la escena musical, con imágenes de la época y maquetografía.

¿Como los veían los punks? ¿Cómo unos riquines?

En Vitoria, Cicatriz (que para mí fueron lo más en el punk vasco) se dedicaban a zurrarle a los ñoños. Pero, por ejemplo, Eskorbuto no tenía esa actitud, sino que se comunicaba con todos por igual. Las Vulpess tenían mas de una pelea con Los Santos, Los Impecables y los grupos de pop, pero nada que no ocurriera en Madrid y en el pop baboso.

La música de Euskodemos no se caracteriza por su mensaje social pero imagino que entre sus miembros sí existía el compromiso político.

Sí, entre las bandas vascas cuya música estaba exenta de temática social había de todo. Desde los politizados o comprometidos con la independencia (más de un miembro de Duncan Dhu votaba a Herri Batasuna) que no veían su música como medio para expresarlo, muchos que eran flojos para la política y vivían en otro universo. También habían verdaderos antivascos, que podían amar su tierra pero que terminaron asqueados de tanta política hasta en la sopa. La izquierda acusaba a las bandas de rock de imperialistas hasta que el crecimiento popular fue tan claro que decidió adoptarlas y defenderlas creando la campaña Martxa eta Borroka. Fue a partir de ahí cuando los grupos no RRV acumularon más motivos para sentirse marginados.

El fallecido Josetxo ‘El Bicho’ está presente en el disco con su música pero también sus dibujos.

Josetxo era todo un personaje. Se arreglaba y disfrazaba hasta para ir a comprar pan era algo insólito en cualquier lugar del Estado, mucho más en Pamplona. Fue un luchador. Su personalidad era realmente conflictiva, un tipo vampírico que te estaba robando la energía mientras hablaba contigo. Y como tal, un genio a su manera. La enorme escuela que creó en su ciudad (y en otras) está hoy a la vista en segundas y terceras generaciones de grandes grupos.