Después de las vueltas ciclistas, donde muchas pruebas han renunciado a la figura de las azafatas que dan besos y reparten flores a los profesionales en el podio, llega el turno de las motos. La agrupación Ganemos Jerez va a solicitar en el Ayuntamiento (gobernado por el PSOE) que en todas las pruebas organizadas en el Circuito de Jerez “se prescindan de las prácticas donde se utiliza el cuerpo de la mujer como reclamo para captar la atención del público y como un adorno”, según explica el grupo en un comunicado.
Pero, ¿qué piensan las azafatas sobre esta sexualización de la mujer? “Hay gente que tiene la imagen como profesión, y es lícito dedicarse a ello”, apunta Ana Belén Morillo, directora de ABM Eventos, que trabaja para varias marcas en la prueba de Jerez. “Cada evento tiene una imagen determinada que va dirigida a un público objetivo. Hace 20 años ya trabajaba cogiendo un paraguas, en motociclismo lleva muchos años siendo así”. Según esta profesional del sector, la imagen de los circuitos es la que demanda el mercado.
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El Gran Premio de España, una de las pruebas míticas del calendario de MotoGP, se disputará el fin de semana del 5 al 7 de mayo en la localidad andaluza y, en principio, mantendrá intacta la “tradición” de las paragüeras y las azafatas. Dorna, la empresa española que organiza el Mundial, todavía no se ha pronunciado sobre la petición de Ganemos Jerez, que les interpela directamente a ellos para solucionar la cuestión. Hace menos de un mes, los organizadores comentaron a El Mundo que consideraban “a las azafatas de los equipos y los pilotos unas trabajadoras normales como cualquier persona de las 3.000 que conforman el paddock del Mundial”.
“La mujer no debe ser utilizada como un objeto sexual, como una belleza estereotipada que sirve de estandarte y punto de atracción para muchos eventos deportivos. En ciclismo ya se ha hecho y la igualdad tiene que irrumpir también en los circuitos”, explica Maribel Ripalda, concejala de Ganemos Jerez, que quiere “instar a Dorna Sport S.L.” a abandonar unas practicas que considera “vejatorias hacia la mujer”.
Faldas cortas, licras ajustadas y mucha carne al descubierto son los rasgos de las Paddock Girls en los circuitos
La figura de las paragüeras y azafatas en MotoGP está tan arraigada que incluso es promovida por la organización a través de su web, que tiene una sección específica para que los aficionados puedan ver todas sus fotos bien juntitas y ordenadas. En las redes sociales, la promoción de las mismas desapareció de golpe a partir de la temporada 2016 y desde entonces no hay ninguna mención específica más allá de un vídeo del mes de marzo que fue eliminado. Los equipos, como el Honda Repsol de Marc Márquez, también participan de estos dejes machistas dentro del Mundial.
En el pasado se podían ver publicaciones de este estilo en la cuenta del certamen, todavía accesibles y que además ya venían acompañadas con quejas de varias aficionadas: “¿Qué sentido tiene esto, las carreras no son lo suficientemente interesantes para vosotros?”, “¿El único rol de la mujer en MotoGP es la de Paddock Girl? Es un anacronismo condescendiente”.
El problema quizás no es la figura de la paragüera o la azafata como tal, sino la falta de modelos masculinos en la parrilla que realicen la misma función y, sin duda, la hipersexualización de los uniformes de trabajo de las modelos. “A lo mejor en vez de llevar una minifalda y unos tacones de 15 centímetros, que me parece exagerado, podrían llevar vaqueros y zapatillas de deporte. Pueden ir en camiseta y estar igual de guapas, vaya”, concede Morillo, que destaca que en los últimos años se están contratando cada vez menos azafatas en los circuitos.
Según esta agente nunca ha habido demasiados cambios en la vestimenta de las chicas, uno de los puntos que destaca en su petición Ganemos Jerez. Faldas cortas, licras ajustadas y mucha carne al descubierto son los rasgos de las Paddock Girls en los circuitos, que en el caso del motociclismo si han visto como varias pilotos rompían el techo de cristal en el plano competitivo. A pesar de ello, la figura de la mujer en los deportes de motor en general, ya que lo mismo ocurre en la Fórmula 1, es la de ser mujer florero, un adorno previo a la competición que todavía no está en el mismo plano que el hombre en términos de oportunidades sobre la pista.
Otra cosa son los aficionados y su comportamiento, que muchas veces dista de lo que llamaríamos ejemplar.”Las chicas están muy preparadas y saben lo que hay allí, el público no bebe precisamente agua y va a divertirse y pasárselo bien. Yo nunca me sentí mal, ni tampoco usada, aunque sí es cierto que el público a veces se pasa”, comenta Morillo sin precisar ningún incidente.
Este próximo fin de semana, el Mundial de motociclismo se desplazará a Estados Unidos, y todo apunta a que se hablará bastante del tema de las Paddock Girls tras la propuesta de Ganemos Jerez. Estando en 2017, ya va siendo hora de renovar esa figura en los circuitos.
Sigue al autor en Twitter: @GuilleAlvarez41