Hay muchas razones para ver el primer juego de comodines entre los Texans-Raiders, pero hay una opinión compartida: el enfrentamiento entre QB, en el que veremos a la decepción de 72 millones de dólares, Brock Osweiler contra el novato Connor Cook, luce completamente horrible. Incluso los bajos estándares que prevalecen para los juegos de comodín —los Texans estaban justo en este lugar el año pasado, y la masacre de Brian Hoyer fue clave para que el equipo sacara a Osweiler en primer lugar— es el tipo de enfrentamiento que inspira incluso a los fanáticos de hueso colorado a preguntarse si vale la pena ver el juego.
No, pero recordemos que estamos hablando de los playoffs, lo que significa que millones de personas verán un juego que los hará extrañar a Ryan Lindley. Pero hay más en riesgo que los dos equipos compitiendo por la oportunidad de viajar a Nueva Inglaterra o a Kansas City y perder la semana siguiente. Consideremos los riesgos que existirán cuando Osweiler y Cook se enfrenten.
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Si Connor Cook tiene un juego terrible contra los Texans, probablemente no se verá muy afectado. Fue un novato elegido en el cuarto round del draft, y los playoffs serán el inicio de su carrera debido a que los dos QB que están arriba de él en la lista del equipo están lesionados. Además, su inicio será enfrentando a un equipo conocido por su defensiva. No solamente se espera que su desempeño sea pobre, sino que nadie se lo reprocharía de ser así. Simplemente regresaría al tercer lugar de la lista detrás de Derek Carr y Matt McGloin. Lo volveríamos a ver en un año o dos, o tal vez jamás.
Pero si Connor juega bien, inmediatamente podría convertirse en un jugador valioso en el mercado de los mariscales de campo, especialmente en un año que presenta varias opciones débiles en el draft. Con Carr lesionado durante un par de meses más, una buena actuación convertiría a Cook en carnada. Si es ocurre, sucederá de manera opuesta al argumento sobre elegir a un QB nada más sin haberlo puesto a prueba antes, que fue justo como los Texans terminaron en medio de la controversia sobre Osweiler. Ese tipo de errores costosos deberían conseguir que los equipos se volvieran más cuidadosos, pero el injustificable contrato de Matt Flynn por tres años y 26 millones de dólares no le impidió a Osweiler conseguir un contrato más grande a pesar de no tener tanta experiencia. Los equipos siempre están desesperados por los mariscales de campo y siempre se arriesgan con ellos. Si Cook juega bien, no tendremos razones para creer que los Raiders no podrían sacarle provecho a la situación.
Osweiler está en una situación opuesta. Le pagaron, y luego dio una de las peores actuaciones de un QB en la temporada. De alguna manera se las arregló para lanzar más de 500 pases por menos de 3000 yardas, fue enviado en la banca para ser reemplazado con Tom Savage, antes de regresar luego de que Savage sufriera una contusión. En el proceso, Osweiler se convirtió en un chiste para muchos, como un cartel viviente de los riesgos que se corren al no poner a prueba a tus jugadores. Puede ser pronto para decir que este es un momento crucial para Osweiler. Si logra una buena actuación y lidera a los Texans a una victoria, podría convencer a los jefes de que vale la pena darle otra oportunidad. Si termina dando otra mala presentación, los Texans no tendrán otra opción que dejarlo en la banca la próxima temporada. Esto le daría a los Texans un reemplazo que gana casi lo mismo que Russell Wilson y Eli Manning, pero también les daría la oportunidad de intentar encontrar otro QB. Alguien joven, tal vez, y prometedor. Siempre hay alguien más haciendo fila.