En medio de una gran conmoción, Washington, D.C. pasó de digerir las palabras del charlatán naranja de Estados Unidos, a presenciar uno de los contratos más extraños de la NFL en la historia reciente. Unos 30 minutos después del primer discurso del Estado de la Unión de Donald Trump, Terez Paylor del Kansas City Star dio la noticia de que los Chiefs de Kansas City habían vendido a Alex Smith a Washington. Lo siguiente que se supo fue que los Chiefs iban a recibir una selección de tercera ronda y un jugador desconocido a cambio. Washington también extenderá el contrato de Smith hasta por 4 años por un promedio de 23.5 millones de dólares al año.
Todo es muy surreal, sobre todo por Washington. Los Chiefs están muy satisfechos con el joven quarterback Patrick Mahomes, seleccionado en el draft del año pasado, y el intercambio de Smith les permite ahorrar bastante dinero. Entonces Kansas está bien. Sin embargo, Washington ha estado negociando con su propio quarterback, Kirk Cousins, durante las últimas dos temporadas y ahora lo echan por un quarterback que en esencia tiene el mismo perfil que él, pero será 5 años mayor que Cousins cuando la temporada empiece.
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Como sea, todo es muy extraño, pero ¿qué hay del jugador desconocido? Resulta que Kansas City también recibirá al hábil cornerback de Washington, Kendall Fuller. Y esto fue noticia para todos, incluyendo al propio Fuller. El pobre atravesó por una ráfaga de emociones.
Primero incertidumbre:
Nah, no soy yo… No creo
Lol estoy igual que ustedes, tratando de saber
Al alivio temporal:
¡Hombreeee, estoy a salvo! No me van a cambiar
Y luego, Field Yates de ESPN anunció la mala noticia:
El jugador que será enviado a cambio de Alex Smith es el cornerback de los Redskins Kendall Fuller.
¡Yo en Twitter después de tuitear todo lo anterior y darme cuenta de que sí me cambiaron!
Fuller lo tomó con calma y más tarde tuiteó sobre lo emocionado que estaba por ser un Chief, ¿por qué no? Está dejando una franquicia atorada en un pantano disfuncional gracias a los niveles de incompetencia de Dan Snyder y dirigirse a un equipo que siempre está en los playoffs.
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Para tener una idea de qué tan disfuncional es Washington, tenemos a Scot Mccloughan —un cazatalentos muy respetado con algunos demonios personales que contrataron los Redskins en 2015 como General Manager (GM), quien luego fue públicamente criticado por ser un alcohólico cuando lo despidieron en marzo del año pasado— quien reprobó el intercambio.
El punto es: Felicidades Kendall. Esperemos, por tu bien, que las cosas no se enfríen, no podemos decir nada oficialmente hasta el 14 de marzo, cuando empiece la nueva temporada de la liga.