Bueno, los Eagles de Filadelfia fueron e hicieron su maldito trabajo anoche y vencieron a los Patriots de Nueva Inglaterra 41-33 en el Super Bowl. Fue un gran juego —Nick Foles atrapó un pase de touchdown increíble—, y toda la ciudad de Filadelfia está en las nubes. O es un manicomio, realmente es difícil decirlo.
Si pensaste que la ciudad de Filadelfia había enloquecido cuando los Eagles llegaron al Super Bowl, no te sorprenderá saber que ahora que lo ganaron se perdieron por completo en la demencia. La gente está comiendo excremento de caballo.
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Sólo para recapitular: un fan de los Eagles de Filadelfia con un jersey de Randall Cunningham y unos pants Zubaz literalmente se acercó a una pila de excremento de caballo y se arrodilló, asegurándose de que su bufanda no tocara la mierda, para luego comérsela con la boca. Como fan de los Jets de Nueva York, siempre he soñado con ganar el Super Bowl, pero si esto es lo que le hace a las personas, ya no estoy tan seguro.
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No contentos con la mera destrucción personal, los fanáticos de los Eagles también decidieron acabar con los elementos estructurales de la ciudad. La gente subía y saltaba del toldo del Hotel Ritz-Carlton, hasta que se subieron tantas personas que colapsó.
Ensebados o no, los postes tenían que caer:
Sin embargo, no todo fue violencia y caos. También hubo amor en el aire:
Eres hermosa, Filadelfia. Cuídate, y que esos Eagles sigan volando alto.