Muchas veces, un CD de 700 megas parece no poder contener la idea completa de un artista musical. Las maneras existentes para explorar un concepto pueden ir desde un disco doble, triple o cuádruple, hasta novelas gráficas y videoclips, habiendo casos donde la ambición y la necesidad de espacios nuevos para explotar la creatividad llevan a productos más elaborados.
El año pasado, la banda chilena mitad pop mitad rock alternativo Portugal, lanzó su tercer larga duración, Los Antiguos Astronautas, en diez tracks que abordan la abstracción del pensamiento humano en un viaje sobre la Tierra hasta un destino anónimo.
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No obstante, el disco daba para más, porque creatividad y espacio no tienen límites. Por ello decidieron grabar un cortometraje cinematográfico que lleva el mismo título del LP, y que cuenta la historia de una chica que es guiada por un ser del futuro en busca de revivir a la raza humana. Desde luego, el corto ––filmado en el desierto de Atacama–– incluye parte de la música de Portugal, y funciona como un fin que complementa la esencia sci-fi cósmica existencialista del álbum.
Además, el corto es una consecuencia valiosa en dos sentidos: primero, por haber sido elaborado de manera independiente gracias a un fondo gubernamental, y segundo, porque es un esfuerzo admirable el cual pocos –o ningún– acto latinoamericano se había aventurado a realizar.
Para conocer más de Los Antiguos Astronautas, tanto el LP como el cortometraje, le mandamos algunas preguntas a Mariano Hernández, vocalista y frontman de Portugal, quien tuvo a bien contestarlas. Mira el estreno del cortometraje abajo y lee después la charla que tuvimos con Mariano.
NOISEY: Dos cosas que parecen no tener ninguna clase de límites son el espacio y la creatividad, ¿de dónde surge esta inquietud de ampliar su espectro artístico con un cortometraje?
Mariano Hernández: Partió por la necesidad de seguir promoviendo nuestro último disco que lleva el mismo nombre del corto ” Los Antiguos Astronautas”. Inicialmente queríamos grabar una sesión en vivo del disco en el desierto, y la idea empezó a mutar hasta que se transformó en hacer una sola historia que contara 3 canciones “Pixel”, “Tiempos Violentos II” y “Para Todo Nuevo Canto”.
¿Cómo fue el proceso de producción del corto? ¿Cómo, cuándo, dónde se grabó?
Con Pedro Campos nos conocemos desde que él grabó nuestro videoclip anterior “Los Dolores Conocidos”, cuando finalizó ese proceso quedamos siempre en contacto y con la idea de seguir trabajando esto juntos, fue un continuo. Felipe Cuadra postuló a un Fondo de la Música en Chile y comenzó a producir junto a Gabi. Cuando nos enteramos que salimos ganadores retomamos comunicaciones. Primero buscar referencias, ya exisitía un imaginario visual y musical con Matías Figueroa a cargo de los playlist inspiradores –SOHN, UMO, Andy Shauf, Mutemath, Everything Everything, Toro & Moi, Washed Out, Mew, James Blake, Radiohead– y en coproducción de sonido Sebastián Iglesias, Pepe Lastarria, Felipe Castro y Nicolas Vilaxa, que se generó durante la creación del disco. Vimos videoclips, conversamos y en una pizarra empezamos a dibujar conceptos. El sci-fi fue importante referente desde películas como Solaris, Gravity, y Odisea en el Espacio: 2001, videos de Childish Gambino, algo de dufa, y escuchar el disco. Dibujamos una historia en una pizarra, con el “core” duplicamos la información, que se empezó a masticar con intercambio de correos. Durante este proceso elegimos a Luna como actriz para el corto, “little did he knew…” que terminamos juntos. Ella me mostró guiones donde aprendí pincelazos sobre estructura y dramaturgia, le mostré sobre lo que había aprendido de los Ooparts, Kurzgesagt y de Alien Interview del proyecto Blue Book. Luego de unas 5 versiones, llegamos un guión donde todos quedamos conformes y comenzamos a ponerle fecha.
Ha sido nuestro trabajo y objetivo principal de este 2018, se realizó en conjunto a las productoras Faena Audiovisual y Suroeste Films. Dirigido por Pedro Campos y protagonizado por la actriz Luna Martinez, co-escrito por Mariano Hernández, Luna Martínez y Pedro Campos entre Enero y Agosto del 2018, con producción ejecutiva de Felipe Cuadra. Se grabó durante una semana en el desierto de Atacama en Chile, donde hubo madrugadas, escenarios extraterrestres, amaneceres imborrables, quemaduras, pinchazos de ruedas, escapes y confusiones. En el Bosque de Quintay y DUOC de Viña del Mar también se grabó en septiembre. Se grabó en una Sony Fs7 y un drone Mavic Pro, con un equipo de 7 personas. Eduardo Bartolomé en cámara, asistente de cámara Alexander Lizana, Felipe Molina operador de drone, visuales de Iñaki Muñoz, producción y dirección de arte Gabriela Molina, color grading de Daniel Tomasello.
¿Cómo dirías que funcionan el disco y el cortometraje? ¿Son paralelos, complementarios, o habitan ideas distintas?
El cortometraje se pensó en función del disco, pero es un ente por sí solo, ya sea porque cada canción funciona de manera autónoma como un videoclip, y porque el cortometraje es una historia de ciencia ficción que dialoga y olvida la presencia de las letras de las canciones. Trata temas que son centrales en el disco como “Pixel”, que habla de la relatividad y lo insignificante de los tamaños de objetos y situaciones, que lleva este nombre por la foto del Voyager y el poema de Carl Sagan “Pale Blue Dot”, donde se observa a la Tierra a 6 billones de kilómetros como un pequeño pixel. Lucy-A caminando en el desierto nos muestra lo pequeños que somos y lo grande de nuestras preguntas. “Tiempos Violentos II” trata sobre las máscaras que se utilizan por vivir en el sistema y que la única manera de cambiar esta situación es cambiar uno mismo; el personaje de Lucy-A con un background altruista, abandona su mundo en pos de lo que cree, haciendo alusión a la tesis de la canción. La tercera parte, “Para Todo Nuevo Canto”, habla sobre la información adquirida, nuestra impresión de la sociedad, el avasallamiento y los ideales, de traspasar las vivencias positivas y negativas a nuevas generaciones para orientar hacia un mejor norte. El corto se centra en este fin, el bien común sobre el individual, mediante el traspaso de información. La maquinaria de la vida y de la especie es lo importante, no la vida de Lucy-A como sujeto.
Como bonus track te cuento que “Oopart” [Out of place artifact], personaje del corto, lleva el nombre de una canción que quedó fuera del disco, que saldrá en la reedición en vinilo. El objeto lo encontramos en un puesto del persa de Franklin.
¿Cómo es crear un disco audiovisual en cuanto a tener que contar una historia en música y trasladarla al video?
Fue un proceso experimental, de la mano de un equipo increíble. Lo que uno escribe y se imagina comienza a cambiar a medida que se retroalimenta de personas, conversaciones y de las imágenes capturadas en cámara. El proceso narrativo varió en muchas oportunidades, por logística, por nuevas ideas, por edición. Aprendí gracias a Pedro que trocar una imagen por otra puede darle otro sentido a una historia completa, un mundo nuevo para mí; y a la vez el tener internalizada las canciones y sus ritmos, se acentuaron los cambios de escena y el significado que queríamos darle. Tengo la impresión de que esto que hicimos es algo nuevo, al menos en tierras latinoamericanas.
¿Cuál fue el reto más importante en todo el proceso, tanto del disco como del corto?
Este es nuestro tercer disco y el proceso del disco se vivió de manera natural, composición en dos años. Nuestra búsqueda como banda siempre ha sido tratar de aportar desde algún lugar a la música, y lo buscamos desde las letras, el traspaso de emociones, los sonidos y ritmos, el imaginario visual del show en vivo, como nos comunicamos en nuestras redes. Ha sido un proceso, pero de alguna manera tiene un sentido y un viaje en equipo. Creo que aún en nuestro medio el reto más importante es la limitación de tiempo y presupuesto para llevar las ideas más allá, pero aprendimos a tomarnos con calma el proceso, la prioridad son las canciones, todo lo demás viene después.
Del cortometraje hubo muchos desafíos, como mencioné con Felipe estuvimos a cargo de varios procesos del disco, en su caso en producción ejecutiva, estreno y diseño sonoro, a mi me tocó desde guión, arte, resolver imprevistos, asistir durante el proceso de grabación, hasta actuar un poco. Creo que el mayor reto fue el desierto, frío, caliente y hermoso. Entender que el lenguaje de audiovisual gira entorno a la luz, los imprevistos y el contrarreloj. Hay que trabajar duro para capturar unos segundos.
Platícame de la historia sobre la cual gira el cortometraje.
La historia gira en torno a “Lucy-A”, una chica que abandona su “status quo” e inicia un viaje orientada por un ser del futuro “Oopart”, con el objeto de revivir a la humanidad. Es una historia de altruismo por un bien mayor, la continuación de la especie.
¿A dónde crees que iremos los humanos después del viaje en esta nave espacial llamada Tierra?
Por deformación científica a nivel individual creo que nos reciclamos, después de morir nuestros sustratos se transforman en el fertilizante de nueva vida, nuestras acciones, palabras y afectos quedan plasmados en nuestro círculo, algunas traspasan generaciones, otras tienden a desaparecer con el tiempo, o a perderse en un mar de información. Nuestra especie seguirá avanzando, la supervivencia y la maquinaria de la vida son un impulso de orden superior, conseguirán que nos sobrepongamos a catástrofes y extinciones, seguiremos explorando, entendiendo y conquistando el cosmos, hasta que la entropía lo enfríe todo y el universo se vuelva frío y oscuro. Y si aprendimos lo suficiente en este viaje, volveremos a encender la luz.
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