Artículo publicado originalmente por VICE Italia.
“Después de ver mis resultados, el médico se sorprendió de que no hubiera llegado de rodillas”, dijo Alice, quien ha pasado los últimos cinco años en tratamiento por hipotiroidismo. La glándula tiroides es un órgano clave que regula todo tipo de funciones en el cuerpo, lo que significa que una tiroides defectuosa puede tener un gran impacto en tu calidad de vida.
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Aproximadamente 6 millones de personas tienen trastornos de la tiroides en Italia y se estima que alrededor del 3.8 por ciento de la población de Europa está afectada por algún tipo de disfunción tiroidea. Pero muchas veces pasan desapercibidos.
“La glándula tiroides es una glándula endocrina, que produce y secreta hormonas”, explicó la profesora Laura Fugazzola, directora del Thyroid Centre en el departamento de Endocrinology and Metabolic Disorders del Istituto Auxologico Italiano. Ubicada en la parte inferior del cuello, la glándula produce dos hormonas llamadas T4 y T3, que a su vez están controladas por otra hormona llamada TSH, producida por la glándula pituitaria. Estas hormonas controlan los niveles de energía de nuestro cuerpo regulando nuestro metabolismo, temperatura interna, frecuencia cardíaca, fuerza muscular y mucho más.
El hipotiroidismo, o una tiroides que no funciona bien, puede causar fatiga, depresión, hinchazón, somnolencia, caída del cabello e hipersensibilidad al frío. El hipertiroidismo, por otro lado, ocurre cuando la tiroides produce demasiadas hormonas, provocando insomnio, latidos cardíacos acelerados, hiperactividad, ansiedad y nerviosismo, pérdida de peso y sudoración. Si no se trata, los trastornos de la tiroides pueden provocar infertilidad.
Diagnosticar problemas de tiroides muchas veces es difícil porque los síntomas pueden ser tan sutiles y genéricos como sentirse realmente cansado. “No sé si el hecho de que ‘colapse’ justo después de la cena o mi capacidad para dormir en cualquier lugar son causados por mi trastorno”, dijo Alice, que no sabía que estaba enferma hasta que se hizo la prueba. Su madre había sido diagnosticada recientemente, así que fue a revisarse. Las pruebas revelaron que sus niveles hormonales y su metabolismo estaban completamente alterados.
Los trastornos de la tiroides afectan de manera desproporcionada a las mujeres, especialmente después de la menopausia, y nuestra comprensión de ellos aún es limitada. Este suele ser el caso de enfermedades predominantemente femeninas como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico. “Una mujer de unos 20 años que se siente cansada, desmotivada y con problemas de cabello no es nada nuevo”, dijo Alice. “Pero no ayuda en nada estar en una sociedad que menosprecia estos síntomas”.
Una de las principales causas de los problemas de tiroides es la deficiencia de yodo. El yodo es un elemento químico necesario para la producción de hormonas tiroideas que nuestro cuerpo no produce y debe consumirse. En algunos países, como Italia, el elemento es escaso en el suelo, por lo que la profesora Fugazzola dice que es importante integrarlo, por ejemplo, con sal yodada.
A veces, el hipotiroidismo puede ser causado por tratamientos médicos previos. Cuando los resultados de la prueba muestran nódulos agrandados o células anormales en la glándula tiroides, los médicos suelen recetar la extirpación de parte del órgano como medida de precaución. Pero una tiroides incompleta muchas veces produce menos hormonas, lo que lleva a otros problemas de salud.
Giuditta, de 34 años, se operó el lado derecho de la glándula tiroides cuando tenía 13 años y desarrolló un bocio o agrandamiento de la tiroides. “Mi madre vio un pequeño bulto subir y bajar por mi cuello mientras comía una ensalada”, dijo. “Ni siquiera había terminado de masticar y ya estábamos de camino al médico”.
Giada, de 27 años, también se sometió a una cirugía como medida de precaución cuando tenía 21 y desde entonces está en tratamiento por hipotiroidismo. Ella dijo que sus niveles hormonales fueron evaluados por pura casualidad. “Era una especie de día de concientización sobre los trastornos de la tiroides”, dijo, por lo que el hospital estaba ofreciendo chequeos gratuitos. “Mi madre, que es hipocondríaca, insistió en que ambas los hiciéramos”.
Los especialistas a los que consultó después de recibir las malas noticias tenían opiniones diferentes sobre la cirugía, pero finalmente pasó por el quirófano. La profesora Fugazzola dijo que las técnicas no invasivas, como la ablación térmica, que utiliza calor para quemar células anormales, son más comunes hoy en día en casos menos graves.
Valerio, de 33 años, también se sometió a una operación para extraer un bulto. El bocio puede ser el resultado de tumores tiroideos, que generalmente son benignos, pero pueden ser cancerosos. Durante su recuperación después de la operación, no podía mover el cuello correctamente ni hablar. Para Giada, la peor parte fue firmar el formulario de consentimiento reconociendo que sus cuerdas vocales podrían dañarse. “Me asustó muchísimo”, dijo.
No existe cura para los trastornos de la tiroides. Los pacientes deben tomar medicamentos durante toda su vida, que se ajustan periódicamente en función de los resultados de las pruebas. Valeria, de 36 años, descubrió que tenía tiroiditis de Hashimoto –una de las causas más comunes de tiroides hipoactiva– a los 19 años mientras le hacían una prueba de intolerancia al gluten. La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides en lugar de las células malas. Aunque los problemas de tiroides no son necesariamente hereditarios, la madre de Valeria también tiene un trastorno de la tiroides, al igual que la de Alice.
Las hormonas que se usan para tratar los trastornos de la tiroides tienen un gran impacto en el metabolismo, por lo que muchas veces se usan (y abusan) de ellas para bajar de peso. Desafortunadamente, como explicó Fugazzola, esto puede ejercer presión sobre el corazón –lo que resulta en un latido cardíaco rápido o irregular– y los huesos, lo que lleva a la osteoporosis.
Valeria dijo que es importante obtener la dosis exacta. “Si tomas demasiadas hormonas, te da taquicardia [latidos cardíacos rápidos]”, explicó. “Si tomas muy pocas, te sientes muy lenta”. Dado que Giada corre el riesgo de desarrollar nódulos agrandados nuevamente en el futuro, actualmente toma una dosis alta de hormonas que causa leves efectos de hipertiroidismo. Dice que a menudo tiene dificultades para dormir, sus latidos cardíacos son rápidos y sus manos sudan mucho. “Me molesta ser esclava de los medicamentos a los 20”, dijo.