Fotos por Mónica Lozano
“Aparte de la muerte y los impuestos, lo que conecta a todos los humanos es la injusticia”.
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“Teri está lista para contestar por e-mail”, avisaba la adorable chica de prensa de Le Butcherettes. Yo le devolvía que si había alguna chance, que mejor por teléfono. “Habrá que esperar a que termine el tour, entonces”. Asentí, creyendo que valdría la pena que Le Butcherettes concluyeran su tour por la profundidad de los Estados Unidos junto a The Melvins, con tal de tener una charla telefónica en lugar de un hipotéticamente insípido intercambio de caracteres por e-mail. Al llegar el día de la nota mi Skype echaba humo intentando que Teri atendiera su móvil, pero “el usuario al que intenta alcanzar está offline”. Pues bien, mi agenda no ayudaba a encontrar un nuevo horario dónde coincidir, así que hablaríamos de ese conciso entramado de “bronca pop” que es A Raw Youth, el disco que Le Butcherettes lanzará a través de Ipecac el 18 de septiembre; de la gira con Melvins; de las colaboraciones con John Frusciante e Iggy Pop; y de otros temas de importancia… por e-mail. Vaya mierda. Pero así como cuando me enteré de la existencia de esta banda mediante una foto que hablaba por sí sola —con Teri ensangrentada en escena, con gesto de Linda Blair en pleno trance, piernas abiertas, lengua afuera— y sentí, equivocadamente, que podría estar delante del típico caso de mucha-imagen-poca-música, también me llevé una muy agradable sorpresa con esta entrevista a ciegas.
“POR FAVOR PERDÓNAME POR HABER PERDIDO TU LLAMADA
POR ALGUNA RAZON PENSÉ QUE ÍBAMOS A PLATICAR UN DÍA DESPUÉS
ASÍ QUE CUANDO PIENSO QUE NO UTILIZARÉ EL TELEFONO LO APAGO
PERDÓNAME, NO FUE POR MAMONA! SALUDOS
AMO ARGENTINA, ESPERO IR DE NUEVO ALGUN DÍA!”
Además de develar mi nacionalidad a quien lea esta nota, Teri plantó una cuota gigante de sinceridad y humildad en este encabezado. Aquí comienzan las idas-y-vueltas con una señorita que es mucho más que una cara bonita besando una cabeza (real) de cerdo.
NOISEY: ¿Qué tal fue el tour con The Melvins? Esa colaboración tuya haciendo “Fascists Eat Donuts” y “Rebel Girl” en vivo fue una revelación.
Teri: ¡Gracias! ¡Fue increíble!
Estar de gira con ellos es como estar en casa. Nos hacen sentir queridos y bienvenidos. Siento que fue natural nuestra química debajo del escenario, a tal grado de que me pidieron cantar dos canciones con ellos porque la dinámica entre las dos bandas es como de familia.
Los Melvins y su equipo son personas preparadas para la vida sobre la carretera. Son trabajadores y a pesar de todo aún tienen un sentido de humor fantástico. Siento que cuando estamos todos juntos estoy presenciando el nido interestelar de unos astronautas.
Para girar por periodos largos uno necesita establecer un orden, un sistema, una conciencia alerta a todo su alrededor. Hay muy pocas bandas que tienen esto en pie. Muy pocas conectadas al proceso de grabar, escribir o girar. Los Melvins están conectados al proceso del movimiento: manejar, andar, montar, bajar, estacionar, repetición… repetición… Llegar a casa… escribir, grabar, montar, dormir. Es un RITO. Y como están tan conectados al proceso saben el valor inmenso que atribuyen a los admiradores de su música. Son unas personas muy agradecidas, lo cual es raro en este mundo de los músicos.
Los Melvins se toman el tiempo de platicar con la gente, sus fans, con viejitos locos, con amigos. A lo que voy es que no buscan más porque están contentos con la base leal de apoyo que ya tienen, es suficiente para ellos para sobrevivir y vivir bien.
Por ejemplo, King Buzzo planea la gira con un mapa sobre la mesa. Va haciendo la ruta a con su agente de giras. A la mayoría de los músicos les podría valer tres carajos hacer el pre-trabajo de gira desde la casa para ir puliendo los detalles.
Ver cómo lo hace una banda legendaria de cerca me hace sentir que aún hay esperanza para las bandas no-comerciales en este mundo. Uno no tiene que vender su alma para vivir del arte. Todo se puede hacer con integridad.
Cry Is For The Flies fue un disco de quiebre en la carrera de la banda. ¿Cómo fue atravesar toda esta etapa desde la salida del disco hasta la escritura de A Raw Youth? ¿Cómo han sido las cosas para Le Butcherettes en este último año y medio?
El tiempo pasó tan rápido para mí que ni he podido sentarme a recolectar todo lo que ha sucedido. Por eso me intrigan las entrevistas que hago: porque siento que es vital para el proceso de ir descubriendo cosas nuevas de ti mismo. Que alguien te haga preguntas de tu música cuando ni tú mismo te has preguntado tales cosas. Te vas puliendo la mente… encontrando el por qué.
La verdad, tanto Sin, Sin, Sin como CIFTF me han abierto muchas ventanas y hemos podido girar mucho con el nuevo material. Tocar mis canciones con diferentes alineaciones, en diferentes partes del mundo como Alemania, Reino Unido, Croacia, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, etc., casi-casi me ha obligado a madurar bastante como mujer. En cuanto más perspectiva vas colectando, menos te va importando “si soy fea” o “si me visto o porto de tal forma”.
Las cosas nefastas de una sociedad colectiva se van disminuyendo en su monstruosidad porque empiezas a entender que esas cosas nefastas son necesarias en un mundo como este. No hay noche sin día. Día sin luz. Luz sin día, etc. Todo tiene más de un ángulo.
El poder conectar con gente en diferentes partes del mundo con tu música hace que deje de ser “tu” música, pasando a ser un pasaporte que te permite ir a lugares que te inspiran a escribir aún más.
Este último año y medio ha sido bueno. Muchos logros. Muchos desafíos, pero también muchos logros. Tocamos en México con Deftones y ANTEMASQUE, se dio la bendición de tocar varios festivales por Canadá y Estados Unidos. Luego regresé a mi querido México a una ceremonia de premios (Indie-O Awards) y CIFIF ganó el premio por mejor disco Punk. ¡Eso fue un gran honor! Desafortunadamente me desmayé durante la premiación por problemas de salud, pero gracias a Dios que todo está mejor. Mike Patton y Greg Werckman nos invitaron a su sello Ipecac. Pude trabajar con la revista Nylon para la portada con mis heroínas Brody Dalle y Shirley Manson.
Muchas cosas han sucedido. Mucho trabajo, mucho movimiento; todo vale la pena porque a final de cuentas aprecias más el hogar y la comida de casa cuando estas con la Mamá. Ella me acaba de hacer un jugo verde fresco mientras contesto esto. Me hace sentir amada.
¿Qué emociones te inspiraron a escribir A Raw Youth?
Como hemos estado viajando/girando y probando culturas nuevas, he notado que hay algo que nos conecta a todos como humanos —aparte de la muerte y los impuestos—, y eso es la injusticia. Y de esas injusticias nacen rebeldes con el espíritu de revancha y de la necesidad de hacer un cambio.
Emocionalmente todo radica desde mi niñez. Desde la decepción de mi país hasta la fe en que algo se ilumine en el futuro de esta juventud.
No sé, siento que se muere algo en nosotros por no tener suficiente percepción. Creer las primeras cosas que leemos en el internet sin investigar o hablar sólo por hablar. A veces sí es necesaria la guerra y que la sangre corra por las calles, ¡para despertar a los borregos! Porque así por lo menos la gente se une y las emociones de tristeza y de furia crean movimientos nuevos, como por ejemplo, las protestas de Ayotzinapa, el #Somos43. O las protestas de Baltimore, o la famosa foto de la mujer del vestido rojo siendo atacada en las protestas de Turquía. Estas injusticias invocan algo mágico en la gente, uniéndolos sin hilo alguno.
Si bien es un disco agresivo y fuerte, A Raw Youth me suena en general más accesible que otros de los discos de tu banda. ¿Hubo una decisión consciente de ir hacia un sonido o una forma de canción más pop?
No sé si fue tan consciente. Sólo tratamos de darle a la canción lo que la canción iba pidiendo. Estábamos ahí para servir a cada canción individualmente; conscientemente quería darle una dinámica al disco. El orden del disco es esencial: permite que cada canción pueda resaltar su calidad y lo que la hace especial, ya sean elementos de pop, o de garage, blues, r&b etc.
Hace un tiempo me sorprendió como expresabas tus sentimientos cuando hacías un concierto acústico, a pesar de que las versiones originales de esos temas sean distorsionadas y de alto volumen. ¿Qué tan importante es la estética sonora para poder expresar tus emociones?
Yo prefiero tocar en acústico porque así compongo. En mi cuarto con un ukelele, una guitarra acústica y unos micrófonos/consola. La mayoría de mis demos son en acústico; luego le voy poniendo sus capas a las canciones, pero me identifico con músicos en acústico que se expresan con sus emociones, logrando crear un hoyo de tristeza en el que escucha. Como Rodríguez, Syd Barrett, Elliot Smith, Violeta Parra. Cuando la emoción es genuina, lo demás va cobrando vida.
De algún modo Le Butcherettes, siendo invitados de Faith No More, Melvins y Antemasque, se está ubicando con fuerza en esa escena que de algún modo es la no-escena, debido a que no tiene un sonido en particular, sino que aboga por la libertad creativa. ¿Cómo es compartir escena y giras con estas bandas? ¿Puedes contar alguna anécdota en particular?
Para mí es un gran alivio saber que hasta ahorita todas las bandas con las cuales he girado han sido gente muy buena y me han hecho sentir bienvenida. De esas giras y colaboraciones han surgido importantes amistades.
Cuando cumplí 26 años en Filadelfia, mientras tocaba en el escenario, Faith No More decoró nuestro camerino con globos, brócoli, zanahorias (sí, amo los vegetales) y compraron un pastel enorme que decía “FELIZ CUMPLEAÑOS, TE QUEREMOS. TU FAMILIA FNM”. Cuando terminé de tocar me encontré con los regalos y me tomó un buen de tiempo (¡tres minutos!) para notar los regalos y decoraciones en el cuarto, ¡Jajajaja! Cuando por fin me dí cuenta, ¡grité! Salí del camerino y afuera toda la banda y su crew estaban cantando las mañanitas… No lo podía creer. Fue un gesto muy hermoso de su parte. Lloré mucho de la alegría.
En tu disco anterior tuviste a Henry Rollins y Shirley Manson colaborando contigo. Ahora lograste que Iggy Pop lo haga, y aunque sean bandas que la gente crea enemigas, ¡hasta lograste que John Frusciante, un histórico Red Hot Chilli Peppers, aparezca en un disco del sello de un Faith No More! Desde fuera pareciese como que todo el mundo muere por colaborar con LB; ¿cómo te sientes al respecto?
Se siente increíble. Siempre he sabido que Le Butcherettes haría cosas grandes con gente grande. Fue como un mantra en mi cabeza al momento de amanecer hasta la hora de dormir.
La paciencia es vital. Cuando empecé la banda en Guadalajara fue una batalla —¡necesaria!— y con el tiempo las cosas fueron de mejor a mejor. Todo está en la mente; es sólo cuestión de cuánta ambición/hambre tienes y de cuánta paciencia, cuando la necesitas para calmar la ambición.
A lo que voy es que estas colaboraciones se hicieron posibles por el grado de trabajo y dedicación que le hemos metido al proyecto desde el 2007. Sé paciente, deja crecer la planta y con el tiempo vendrá la flor.
Hablando de las colaboraciones en este disco, tanto la de John (sólo en la guitarra, sin cantar) como la de Iggy (cantando en español) son curiosas. ¿De quién fueron las ideas? ¿Ellos participaron en la composición de las canciones, o sólo interpretaron?
Desafortunadamente fueron mis ideas, pero afortunadamente les gustaron las ideas a Iggy y a John. Iggy habla el español perfectamente. Cuando Omar [Rodríguez-López, el productor] y yo fuimos a South Beach, Miami a grabar su voz, él llego puntual y hasta se sabía las letras de memoria. Es un hombre talentoso y genial. Hizo unas cuatro tomas. En cada una hacía un personaje diferente. Nos llevó a pasear por el barrio cubano de Miami.
La onda con ellos fue más en plan de hangear y de ahí salió la dinámica. Les demostré las canciones, les di la noción de dirección y luego la interpretaron.
Aunque está de invitado en A Raw Youth, Frusciante anunció que no publicará más música. Con esta novedad, ¿qué pasará con Kimono Kult? ¿Qué piensas de esa decisión de John?
Tiene todo el derecho del mundo hacer lo que quiere hacer. De hecho, es un sueño mío poder desaparecer de una industria que ha esclavizado al músico. Yo creo que John está haciendo cosas mucho más importantes que hacer música. Él hizo tanta música y ha evolucionado tanto a la música que ahora su proceso está en otra dimensión. Está a punto de cambiar la historia —no sólo de la música— con su sabiduría.
Kimono Kult es un proyecto que se puede escuchar, pero jamás se verá en vivo.
¿Pensaste alguna vez en lanzar un disco en castellano con Le Butcherettes?
Totalmente. Pronto lo haré.
Aparte del EP en castellano que sacamos con Kimono Kult, siento que tarde o temprano lanzaré más discos en mi lengua.
De hecho, ya tengo varios en castellano. Uno de ellos es el disco de mi otra banda, Bosnian Rainbows. Tengo otro que es para mi closet de cosas que he grabado. Supongo que está todo en pausa, porque LB esta girando bastante, pero en realidad me gusta grabar algo y no volver a escucharlo hasta la hora de la masterización. Podría pasar un periodo largo y si me sigue gustando lo saco. Y si no, a re-grabar. Es un lujo poder hacer eso. No siempre es así la onda, sobre todo cuando estás tratando de vivir de esto. Pero eso sí, es mucho más seguro tener mucho material y no saber qué hacer con él, que no tener nada nuevo y sacar un disco débil.
Por tu historia de vida, al menos lo que se sabe públicamente, asumo que debes tener tu personalidad divida entre ser mexicana y estadounidense. ¿Cuales son las cosas que más te gustan y las que más te pesan de ser un poco de cada lado?
Las cosas que más me gustan de ambos países: la música. De México: Natalia LaFourcade, Hello Seahorse, Haciendo El Mal, Renee Moi, etc. De EEUU: Void Manes, The Warlock Pinchers, Sylvia Black, Kudu, Tweak Bird, The Coathangers, Sister Crayon etc. ¡Hay tantos! La música que sale de las tierras latinas debería estar a nivel internacional; ¡ahí vamos, poco a poco!
Las cosas que más me pesan de ambos países: la policía y el crimen, las escuelas. De las injusticias nacen los artistas, inspiran las artes.
Me gustaría saber si tienes algún placer culposo musical. Y de ser así ¿cuales son?
Cuando tenía 13 años todo lo que escuchaba era rock y no me daba nada de vergüenza, pero ahora me da un chingo de vergüenza sabiendo lo tanto que hay en el mundo. De Dr. John a Billie Holiday, de Almendra a Fela Kuti, de Selda a Violeta Parra.
Teniendo 26, ahora me da vergüenza el admitir que escuchaba mucho a The Strokes, Radiohead, NIN, Coldplay, ¿sabes? Las bandas de esa época (circa 2003) que estaban de moda. Y ¡¿sabes qué?! ¡Aún me gustan mucho! Aunque muchos de mis amigos se burlen de mí. Da más pena admitir que escuchabas mucho a Morrissey que las Spice Girls: Morrissey es como una broma local.
¿Para cuándo tendremos a Le Butcherettes en Latinoamérica?
Estamos planeando unos shows por Latinoamérica pronto. Le ruego a Dios que se haga. No hay otro lugar en el mundo como Sudamérica. El café, las calles, las cimas, la lluvia, el atardecer, el olor rico del tabaco, las manos chuecas de un policía en Colombia, las nubes.
A Raw Youth estará disponible el 18 de septiembre, pero lo puedes pedir por adelantado aquí.
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