El mercado en línea de la leche materna está explotando en estos momentos. No sólo los padres están siendo bombardeados con el mensaje que “la leche materna es la mejor”, también un nicho en el mercado adulto ha florecido gracias a los físico culturistas y las personas dedicadas al CrossFit, quienes aseguran que la leche materna tiene poderes como suplemento alimenticio para el entrenamiento.
Pero como sucede con casi todo lo que compras en Internet, es difícil saber lo que vas a recibir realmente. Y esto puede ser particularmente problemático cuando hablamos de fluidos que provienen del cuerpo.
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Un editorial en el periódico medico británico (British Medical Journal) argumenta que el mercado de leche materna en línea, el que se transa en foros especializados y mercados genéricos como Craigslist, necesita regulación de forma urgente
“Lo que hemos identificado es que es un mercado en crecimiento” dijo Sarah Steele, una profesora en Queen Mary University, coautora del editorial. Ella dice que los investigadores han conversado con los proveedores y descubrieron que la membresía en estos foros está en aumento.
Hay mucha regulación para los bancos oficiales de leche materna, pero en muchos lugares el acceso a estos está restringido en base a la necesidad. También es muy caro, el autor dice que una onza de leche materna de un banco estadounidense puede costar hasta 4 dólares. Estos servicios son para personas enfermas o niños prematuros y son administrados por los servicios de salud. Las operaciones en línea, donde el negocio se hace a través de foros y avisos clasificados, por lo general es más barato pero no está sujeto a regulación ni a pruebas.
Esto significa que no sabes si acaso la leche que estas comprando puede transmitir enfermedades. Steele señala que algunas enfermedades como el VIH y la hepatitis no siempre son sintomáticas antes de transmitirse, entonces un vendedor o donante puede no saber que está afectado.
Luego está el problema de la contaminación: la falta de pasterización, el mal empaquetado o su envío pueden llevar al aumento de las bacterias. Un estudio descubrió que el 74% de la leche materna que se vende por internet no cumple los estándares de seguridad, algunas incluso contienen bacterias de materia fecal.
En otros casos, la leche materna puede ser diluida con otras substancias para así obtener ganancias. “Debido a que la leche se vende en onzas, está la posibilidad real de rellenarla con leche de vaca, agua u otras cosas que no son óptimas para la nutrición de un infante” dice Steele.
La leche comprada en línea puede haber sido congelada y descongelada muchas veces o almacenada en plástico que contiene BPA, un componente prohibido para el uso de botellas para bebés en Estados Unidos y Canadá.
Los consumidores no tienen las herramientas para testear que es lo compran en línea y no sería factible hacerlo con cada paquete que reciben.
Steele y sus coautores sugieren que es necesario más investigación sobre el mercado de leche materna en línea, ya que los estudios hasta el momento son relativamente pequeños. Ademas de regulación legal, incluyendo un marco que obstaculice a quienes alteran los productos intencionalmente, ellos quieren ver más información pública. Muchos padres creen que están haciendo lo mejor para sus hijos al abastecerse de leche y puede que no estén al tanto de los riesgos.
Steele enfatiza que la leche contaminada puede ser peligrosa para los adultos también. Junto a las personas con dieta especial y al mercado del deporte, ellos encontraron que los consumidores adultos incluyen pacientes de cáncer y fetichistas.
“Estos riesgos para los infantes también se trasladan a los adultos” ella dice. “La leche materna es un fluido corporal y por lo tanto contiene virus y bacterias, si no es monitoreada de manera correcta puede producir riesgos en los adultos también”.