Sexo

La guía para usar copas menstruales

Cómo usar una copa menstrual

Artículo publicado originalmente por TONIC Estados Unidos.

Como los veganos y las personas que hacen CrossFit, las personas que se convierten a la copa menstrual han ganado la reputación de evangelizar—hablan sin fin de sus queridos embudos de sangre, pequeñas ubres de silicona deslizadas dentro de la vagina para recoger el goteo menstrual.

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Puedo ver fácilmente los beneficios de un producto duradero y reutilizable, pero aún así, el espectro de los escapes y fugas me impidió por mucho tiempo subirme al expreso de la copa menstrual: ¿Cómo carajos uno extrae un cáliz sangre uterina del tren de aterrizaje de uno sin regar el contenido en todo el regazo? ¿Son las copas menstruales un ámbito exclusivo de las personas cuyas manos no tiemblan salvajemente cada vez que uno tiene que sostener algo que podría crear un caos obvio e inconveniente? ¿Qué clase de brujería es esta?

Empecé usando copas hace seis meses y encontré algunas tiendas con información confiable en el tema. Aunque las copas menstruales han rondado desde los 30, siguen siendo un producto de nicho: 98 por ciento de las mujeres en Estados Unidos usan toallas higiénicas y tampones. El estatus olvidado hace que las copas sean artículos relativamente misteriosos; de hecho, una profesora de ginecología que contacté para esta historia admitió que no sabía lo suficiente de ellas para ofrecer profundización. Aún así, quienes hacen el cambio tienden a defender hasta la muerte su decisión, y se lo recordarán a uno en cualquier oportunidad posible.

Aquí está todo lo que siempre has querido saber sobre usar copas menstruales.

Las personas que las usan parecen obsesionadas. ¿Cuáles son los beneficios de las copas menstruales?

¿Has leído los reportes recientes del clima? Bien, entonces, básicamente nos hemos jodido más allá de una solución: en lugar de desechar docenas de tampones (además del plástico y el papel en el que vienen envueltos) cada mes, parece prudente invertir un poco más en una opción sostenible, una que se pueda lavar y reutilizar por cerca de 10 años. Eso también las vuelve amigables económicamente: de 25 a 40 dólares —o gratis más el costo de envío con esta marca— alcanzan para comprar control menstrual por casi una década, lo que suena especialmente razonable cuando se compara con los miles de dólares que podrían gastarse en productos para el periodo desechables a lo largo de toda una vida.

No comencé utilizando copas menstruales por curiosidad ni por un deseo de disminuir mi huella medioambiental, aunque disfruto ese elemento de adversidad; empecé usándolas después de recibir muestras para un artículo que escribí en primavera pasada, y me quedé con ellas porque—como una freelancer que sobrevive con salarios impredecibles—adopto ansiosamente todas las oportunidades para eliminar costos recurrentes de mi presupuesto.

También puedes tenerlas de 10 a 12 horas en el día, sin cuerdas colgantes húmedas ni ondas de pañal apretujado, y sin tener que preocuparte mucho sobre lo que estás metiendo en tu cuerpo: la mayoría de copas están hechas de silicona, un material resistente a las bacterias que es fácil de limpiar.

¿Cuáles son las desventajas?

Cuando insertas y remueves una copa menstrual, metes tus dedos en tu canal vaginal, y luego viertes un una gran cantidad de desastre sanguíneo en tu inodoro o ducha. Si tus propios fluidos corporales se te hacen asquerosos, deberías considerar un producto diferente. (O, *se aclara la garganta*, quizás este contacto personal cercano y asqueroso con tus partes ayudaría a eliminar algo de la aversión inculcada culturalmente a lo que es, para muchos, ¡una función biológica natural!)

Compra la talla incorrecta (mira la pregunta siguiente), y puede que gastes mucho dinero en un producto que no puedes devolver o regalar. Las copas menstruales también pueden crear algunos olores muy especiales, y, como se mencionó, vaciarlas en público sin llenar de sangre el baño se siente intimidante al comienzo.

¿Qué debería buscar cuando estoy comprando? ¿Hay diferentes clases y tamaños? ¿Todas son reutilizables?

La mayoría de copas menstruales son reutilizables y se ven como tulipanes: debido a la forma de la vagina, no hay muchas formas de reinventar eso. (Mira la pregunta sobre el sexo para obtener perspectiva de primera mano del Flex Fit Disk de único uso, y conoce otro producto desechable similar llamado Softcup, recientemente renombrado Softdisc, que también existe).

Para encontrar la talla de tu copa menstrual, Jennifer Conti, una profesora clínica asistente de obstetricia y ginecología en la Stanford University, recomienda determinar la longitud de la vagina al localizar el cérvix: desliza un dedo y busca una estructura suave, semi-firme, y como una dona, o pregunta a tu asesor de salud reproductiva para verificar la próxima vez que estés en en cita. A Conti le gusta el quiz en línea PutACupInIt.com, que busca la copa indicada y tiene los lineamientos para la longitud de la vagina: si se requiere de tu dedo índice completo para alcanzar tu cérvix, tienes una vagina larga; si llegas hasta tu nudillo de la mitad, tienes longitud promedio; y menos de eso significa que tienes una vagina corta. Un fluido fuerte o una vagina larga requieren una copa de talla grande; una vagina corta probablemente requiere una pequeña. El quiz también tiene en cuenta factores como el flujo y el historial de partos, y resulta especialmente útil para quienes no pueden asistir al médico.

¿Cómo sabré que está puesta correctamente? ¿Es posible que haya fugas?

“Las fugas son posibles si la copa no está insertada correctamente, o si se desborda”, dice Raquel Dardik, una profesora clínica asociada de obstetricia y ginecología en la NYU Langone Health. Puedes tener a un profesional médico para mostrarte cómo poner la copa en su lugar, o puedes mirar el vídeo de abajo para una lección de inserción, pero básicamente: lávate las manos, dobla la copa al presionar una pared contra la opuesta con tu dedo índice, desliza el borde en tu apertura vaginal, empújala hasta que se sienta cómodo, y retuerce la base para asegurarte que la copa quede abierta.

Las co-fundadoras de PutACupInIt Kim Rosas y Amanda Hearn dicen que para evitar fugas, deberías pasar un dedo limpio alrededor de la parte de afuera de la copa insertada. “Si sientes el cérvix fuera de la copa, querrás reinsertarla”. En los primeros ciclos, es recomendable usar una toalla o protector para más seguridad.

¿Cómo la quito sin derramar sangre en todos lados?

Esta ha sido una experiencia educativa, pero estoy complacida en reportar que en ninguna ocasión he salido del baño viéndome como si acabara de realizar una matanza ritual. Para remover al pequeño monstruo, debes extender tus piernas lo suficientemente ancho para meter una mano en tu vagina. Esto probablemente significa bajar tus interiores más allá de la zona de salpicadura.

“Crear una escena de crimen es una preocupación común, pero la retirada no es desastrosa”, enfatizan Rosas y Hearn, pero ten coraje: “después de la curva de aprendizaje inicial, es muy improbable que derrames algo en ti. Mientras estés en el inodoro, o en la ducha, aprieta la base de la copa… Y hala suavemente. [La copa] permanece en su mayoría a nivel del inodoro, así que una vez esté afuera, solo inclínala para vaciarla”.

https://www.youtube.com/watch?v=fBjPnuHhtxg

¿Cómo carajos se supone que la voy a lavar en un baño público?

El plazo de uso de 10 a 12 horas disminuye las probabilidades de vaciarla en público, pero toca estar preparada. “Solo remueve la copa, desecha su contenido, y reinsértala sin limpiar o limpia la orilla con un pedazo de papel higiénico”, dicen Rosas y Hearn.

Esto es lo que me gusta hacer a mí: agarro una o dos toallas de papel de camino al baño, que luego pongo en mi muslo o encima del dispensador de papel higiénico. Después de sacar la copa y desechar su contenido en el inodoro, ubico la copa, con la punta para arriba, en la toalla de papel y la envuelvo como si la fuera a doblar y desechar. Luego, con la copa cubierta, limpio los lados sin untar de sangre mis manos. Una vez la superficie ha sido limpiada del desastre, me vuelvo a meter esa mierda y me preocupo por una limpieza profunda una vez haya llegado a un espacio seguro.

¿Cómo la limpio exhaustivamente una vez mi periodo ha terminado? ¿Dónde debería guardarla?

La mayoría de copas vienen con estuches para guardar: sin embargo, antes de empacar la tuya, necesitas limpiarla. Mete la copa dentro de una mezcladora y sumérgela en una olla con agua hirviendo (el batidor impide que la copa se pegue a la olla) por la cantidad de minutos que sugieren las instrucciones de empaque (Rosas y Hearn sugieren dos minutos, el fabricante de mi copa dice de ocho a diez), et voila, está limpia. Si usar tus utensilios de cocina para limpiar productos del periodo te da (o a tu roommate) desconfianza, podrías comprar una bolsa de vapor, pastillas de esterilización, o una olla de vapor para el microondas, pero hervir las cosas asesina todo lo asqueroso, ¿así que para qué gastar dinero?

¿No me tengo que preocupar por el síndrome de shock tóxico (TSS)?

Incorrecto. “Cualquier cosa que se inserta en la vagina representa una posibilidad de TSS”, advierte Dardik. “Sin embargo, si se limpia y se reemplaza como se indica, el riesgo es muy bajo”.

El TSS es el resultado de una toxina muy específica siendo expulsada por una bacteria muy específica. Las personas con una vagina cuya flora vaginal incluye una variedad de la bacteria Staphylococcus aureus podrían producir esa toxina en particular, *si* dejan productos menstruales por mucho tiempo *y* sus cuerpos no logran combatir al invasor. Sin embargo, muy pocas personas atinan en ambas cosas: los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades contaron solo 323 casos de TSS en 2016, de los cuales el uso de tampón constituía solo una causa—cirugía, parto, y heridas abiertas son las causas más probables.

Aún así, un estudio reciente encontró que las copas —especialmente las grandes— eran más propensas a retener rastros de toxina después de ser lavadas que los tampones probados.

¿Cuánto dura? ¿Cuándo necesito reemplazarla?

Si limpias y guardas tu copa cuidadosamente, puede durar hasta 10 años, de acuerdo con Rosas y Hearn, pero: “si se desgarran, rompen, se vuelven resbalosas o viscosas, la silicona se ha deteriorado, entonces la copa debería ser reemplazada”. Dardick coincide. “La copa es farmacéutica”, apunta, pero cuando “empieza a verse usada o se filtra, entonces es momento de una nueva”.

¿Puedo comprarla con mi cuenta FSA o HSA?

No, no puedes pagar productos menstruales con cuentas de gastos sensibles (FSAs), cuentas de ahorros para la salud (HSAs), o cuentas de reembolsos médicos (HRAs). Pero todavía existe un proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos que corregiría este problema sexista.

¿Si tengo un flujo realmente fuerte puedo igual usar una? ¿Solo necesito vaciarla con más frecuencia?

Como una persona que sufre de periodos como si fueran un tifón (gracias, DIU), personalmente puedo confirmar que quienes sangran agresivamente pueden usar con éxito las copas menstruales: solo vacía la tuya con más frecuencia que lo que se recomienda, sugiere Dardik, tal vez cada dos o tres horas. En los primeros días de uso, para medir el punto en el que mi copa se desbordaba, la revisaba tan frecuentemente como si fuera a cambiar un tampón. Sin embargo, las copas menstruales son sorprendentemente complacientes—los modelos grandes usualmente retienen de 25 a 30 ml de flujo, que es mucho espacio para que las personas con flujo típico puedan durar 12 horas.

Tengo un DIU ¿la copa lo va a succionar?

Conti me ha asegurado que la succión por sí misma no debería ser suficiente para liberar tu pequeña T; sin embargo, si, agarras las cuerdas del DIU (dispositivo intrauterino) junto con la copa, podrías estar en problemas.

Aún así, relájate, porque Conti nunca ha visto que esa situación ocurra—tus cuerdas tendrían que ser realmente largas para colgar por el lado de la copa. No obstante, ella recomendó a quienes tienen dispositivo DIU “ir lento; si sientes cualquier incomodidad o tirones arriba de tu pelvis, detente e intenta halar de una parte diferente de la copa; [y] cuando tengas dudas, consulta a tu experto en salud femenina”. Pellizca la base mientras halas para romper el cierre de succión de la copa, especialmente si tienes un DIU—mejor prevenir que lamentar.

¿Existe evidencia de casos de personas que tienen problemas para sacarlas o que se quedan atoradas?

Internet facilita ejemplos sin fin de cualquier historia de terror que uno le pida que le cuente, y existen infinidad de relatos de copas menstruales hospedándose dentro de sus huéspedes y negándose a moverse hasta que alguien obtiene las agarraderas quirúrgicas. Aún así, no tienes que preocuparte demasiado por copas atoradas, dice Dardik.

“La copa no puede irse a ningún lado diferente a la vagina dado que es como un callejón sin salida, así que no debería haber problema con la copa estando en el lugar equivocado”, enfatiza. Si tu copa parece atascada, pellizca los lados para romper el sello que mantiene al dispositivo succionado en su lugar. Si todavía no la puedes pescar, contacta a un ginecólogo o especialista en salud reproductiva, recomienda Dardik.

¿Qué pasa si tengo dedos pequeños y no puedo alcanzarla?

Busca copas de tronco largo: siempre puedes ajustar el tronco (la parte puntuda), pero tener un tramo sólido de material para halar te ayudará a remover el dispositivo. Si tu copa sigue muy arriba para que la agarres, no entres en pánico. “La vagina es un órgano muscular flexible”, anota Dardik. “Si uno pone una pierna arriba de un banquillo antes de intentar alcanzarla, el canal vaginal cambia un poco de forma”, haciendo más fácil para ti capturar la copa.

Rosas y Hearn coinciden con que la relajación es la clave: “Tensionarse va a apretar los músculos vaginales, manteniendo la copa adentro y volviéndola difícil de remover. Intenta ponerte en cunclillas y hacer presión”, lo que significa, “pujar como si estuvieras haciendo popó”, o intentar dar a luz al dispositivo. Eso debería guiar el dispositivo a tus dedos lo suficiente para que puedas pellizcar su base y sacarla.

En serio, ¿puedo tener sexo mientras la uso?

Sí, pero si compras la indicada: probablemente no vas a disfrutar del sexo penetrante con un pequeño cono dentro de tu vagina, pero algunas compañías han descifrado esa falla de diseño.

Antes de emprender en mi propio experimento periodístico para responder precisamente esta pregunta, le consulté a Conti, quien dijo que no conocía ningún riesgo asociado con mi plan (siempre y cuando no usara una cónica), pero me recomendó considerar poner una toalla para que los movimientos no la sacaran de su lugar. Al final, los dos productos que probé fueron exitosos: recomiendo cualquiera entre la copa reutilizable Ziggy de Intimina—un disco de silicona relativamente plano que se ajusta alrededor del cérvix como un diafragma—o el Flex Fit Disk, un modelo desechable de diseño similar que creo que se ajusta mejor, y es menos molesto que Ziggy.

Dado el estatus de vecinos de al lado que tienen los canales anal y vaginal, parece posible que la acción por la puerta trasera pueda sacudir la copa fuera de su posición. Conti no puede negar ni confirmar esto: “Desafortunadamente, la ciencia no está lista para esta pregunta”, me dice, explicando que nadie ha estudiado el efecto del sexo anal en la ubicación de la copa menstrual. Aún así, añadió, “incluso si eso aumenta el riesgo de desplazar la copa, no debería evitar el sexo—tan solo coloca una toalla debajo”.

¿Puedo utilizar una copa si tengo fibroides?¿Vaginismo? ¿Endometriosis?

Tal vez, pero primero lo primero: los fibroides uterinos son tumores no cancerosos que aparecen en las paredes del útero, y usualmente resultan en periodos más largos y más fuertes y a veces en dolor pélvico. El vaginismo se caracteriza por espasmos o músculos contraídos alrededor de la vagina tras la penetración, lo que puede hacer el sexo y el uso de tampones extremadamente dolorosos. La endometriosis causa que el tejido uterino crezca fuera del útero, resultando en periodos y sexo penetrante preternaturalmente dolorosos.

Quienes usan copas menstruales con fibroides tendrían que vaciar los dispositivos más frecuentemente para acomodarse a un flujo especialmente fuerte. Pero si tienes un desorden que vuelve difícil o incómodo insertar algo en tu vagina, dice Dardik, las copas no serán tu mejor alternativa. Probablemente puedas evaluar cómo se sentiría usar una copa experimentando con un tampón: si un fajo de algodón que se expande duele, una copa también va a doler.

¿Qué hago con el olor de mi copa menstrual?

“La mayoría de usuarios no reportan ningún hedor asociado con el uso de las copas mientras no se usen en un periodo superior que el máximo de 12 horas”, alegan Rosas y Hearn, sin embargo, yo estoy aquí para refutar esa teoría. Una copa que uso (la Ziggy, FYI) genera una pestilencia persistente incluso después de tramos cortos, y aunque eso no me sorprende—recordemos, estamos hablando de una piscina permanente de sangre, por sí misma una sustancia apestosa, siendo dejada a marinar por medio día en un ambiente cálido y húmedo—sí me ofende. Y una rápida investigación en Internet sugiere que no soy la única. De hecho, cuando comienzo a escribir “copa menstrual” en Google, ella intenta finalizar mi consulta auto-rellenando “huele como la muerte”. Así que sí, el hedor de las copas existe.

“Las copas pueden hervirse después del ciclo para completar la limpieza, o también hay tabletas esterilizantes Milton que uno puede usar para remojar la copa para un extra limpieza”, recomiendan Rosas y Hearn. El fabricante de copas Lunette propone agregar dos pasos a tu proceso de hervir la copa: remoja tu copa frotando alcohol, jugo de limón, o una solución de mitad vinagre y mitad agua por una hora antes de poner la copa en agua hirviendo para un baño purgante extra largo de 20 minutos. Cuando sea posible, enjuágala (o límpiala con pañitos para copas) entre el proceso de vaciarla y reinsertarla, y ¡a la próxima no dejes la maldita cosa adentro por tanto tiempo!