Drogas

Turistas están fumando veneno de sapo en Tulum, México

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Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.

TULUM, México – Fumar un poderoso veneno alucinógeno de sapo en retiros de corta duración, una práctica conocida como “speed toading” (consumir sapo de manera veloz, a grandes rasgos), está explotando en el centro turístico caribeño de Tulum, donde ahora es una codiciada herramienta de sanación del New Age.

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Bufo alvarius, que contiene el psicodélico de acción rápida 5-MeO-DMT, considerado por muchos como la sustancia psicoactiva más poderosa del mundo, y a menudo denominado simplemente bufo, es promocionado por algunos de sus proveedores como una cura milagrosa para los males del mundo moderno y los problemas de salud mental.

La investigación emergente sugiere que genera experiencias místicas de manera confiable, reduce la depresión y alivia la ansiedad. Pero una minoría significativa de usuarios reporta serias dificultades de salud mental después de fumar la llamada “molécula de Dios”.

“Estaba cayendo en la nada. Estaba dando volteretas. Mis brazos y piernas iban en diferentes direcciones, bailando con locura. Reía histéricamente porque estaba muy feliz, todo mientras flotaba sobre mi cuerpo físico. Fue literalmente la mejor sensación que he tenido”, recordó “Charlotte”, una antigua empleada de una fábrica farmacéutica de 23 años quien le pidió a VICE World News no usar su nombre real, sobre su experiencia con el bufo.

VICE World News observó una ceremonia en un tipi detrás del hotel Bufo Alvarius Sanctuary en Tulum, a la que asistieron ella y su novio, cuya única experiencia previa con psicodélicos había sido con hongos.

El humo de resina de copal mezclado con muchos fragmentos intoxicantes del veneno seco del sapo se elevó desde un brasero. La sonrisa de Charlotte desapareció cuando comenzó a ahogarse con su propia bilis después de fumar la sustancia. Eventualmente, el supervisor la puso de lado y ella vomitó una sustancia de color naranja brillante sobre otra persona.

Justo antes de la ceremonia, a la que se sometió para ver si aliviaba su tendencia a “pensar demasiado las cosas”, dijo: “Ni siquiera sabíamos que lo íbamos a hacer; nos topamos con este lugar y vimos a otras personas haciéndolo. No sabíamos qué era el bufo”.

La promoción de esta actividad comienza en la calle principal de Tulum que conduce a la playa, donde carteles con imágenes de celebridades promoviendo la medicina del sapo invitan a la gente a experimentar el alucinógeno natural en el Bufo Alvarius Sanctuary, un autoproclamado hotel y centro de sanación natural construido hace dos años.

El hotel se encuentra entre aquellos que enfrentan críticas por su estrategia que pretende atraer un gran volumen de personas y sus anuncios exagerados, incluso en videos que circulan en WhatsApp, donde “los testimonios [sobre el bufo] afirman que equivale a un salto en la evolución mental”. Una publicación de Instagram incluso sugiere que John Lennon podría haberlo consumido (no hay registro de que lo haya hecho), mientras sobrepone el logotipo del hotel en su camiseta y usa hashtags como #todomundoporelbufo y #tuluminati; mientras que otros afirman que “la terapia con Bufo Alvarius es la herramienta definitiva para… despertar una versión superior de tu identidad” e incluso comunicarse con extraterrestres.

“Es una forma muy comercial de hacerlo”, dice un antiguo organizador de ceremonias y retiros que involucran bufo en Tulum, quien prefirió permanecer anónimo porque no deseaba ser considerado un crítico dentro de la pequeña comunidad. “Realmente no están tomando en consideración lo que va a pasar con las personas: pueden volar sus mentes. No están del todo abiertos a acompañarlos en el proceso de integración”.

El cofundador del Bufo Alvarius Sanctuary, Valterri Hietaluoma —también conocido como Doctor Alvarius— contó a VICE World News que desde que abrió el hotel ha habido casi “3.000 clientes satisfechos”, desde personas a punto de cumplir 20 años hasta gente arriba de los 60. Hietaluoma estaba sentado cerca del tipi donde se llevan a cabo las ceremonias privadas los siete días de la semana, por 125 dólares por persona. En otras partes de la ciudad, los retiros con todas las comodidades incluidas pueden costar más de 3.000 dólares, mientras que también existen ceremonias privadas y grupales.

Pero hay una mayor preocupación por parte de la comunidad de expertos en bufo y los coordinadores de ceremonias sobre la práctica del “speed toading”, donde los participantes pueden entrar y salir de un establecimiento en una hora. En estos casos, las experiencias parecen más motivadas por las ganancias que por los esfuerzos para proporcionar viajes de transformación holísticos con un “cuidado integral posterior”.

Hietaluoma afirmó que no conoce ningún caso en el que personas se hayan visto afectadas por fumar bufo en el hotel, pero hizo una distinción entre el veneno de sapo en sí y las condiciones que hacen que su uso sea más riesgoso.

“Ha habido algunas quejas, pero siempre se deben a una afección subyacente. Entonces no es la medicina”, dijo. Hietaluoma agregó que alcanzar el “modo Dios” es el objetivo de cada sesión: “Si el cliente no pierde la noción de tiempo y espacio por completo, la considero una dosis demasiado baja”. Los clientes reciben información sobre la importancia de una integración cuidadosa al hacer la reservación y Hietaluoma y su personal están disponibles las 24 horas del día para responder cualquier pregunta futura y abordar cualquier inquietud, explicó.

Sin embargo, Hietaluoma reconoció que “si no tienen disponibles algunos días para la integración y tienen que volver a sus vidas y trabajos tóxicos, puede ser muy estresante y generar ansiedad”.

La información analizada por expertos sobre las consecuencias del uso del bufo sigue siendo relativamente escasa en ausencia de un estudio clínico. En la actualidad se están realizando pruebas que recientemente recibieron una inyección financiera de 110 millones de dólares. Pero los expertos en terapia psicodélica han advertido que el bufo solo debe usarse con cuidado y que si las personas reciben una dosis demasiado alta, pueden “desvanecerse” y disociarse de su mente y cuerpo.

Además destacan la importancia de que los participantes cuenten con un par de días para relajarse e integrar suavemente sus experiencias con un apoyo completo en el mismo ambiente en el que fumaron el bufo y que sean evaluados a fondo antes de la sesión. Mucha gente simplemente no estará lista para el viaje trascendental, que es completamente legal en México.

Los neochamanes en Tulum y en otros lugares están comercializando cada vez más el bufo después de su descubrimiento en las glándulas de los sapos durante la segunda mitad del siglo XX. La demanda global y local en rápido aumento está generando preocupaciones sobre la conservación del sapo en el noroeste mexicano, a 3.500 kilómetros de distancia en su hábitat desértico.

“Se está convirtiendo en una tendencia que crece cada vez más”, dijo Hietaluoma, antes de referirse al potencial de bufo como “la solución” a los problemas del mundo.

Muchos dan testimonio de viajes reveladores e iluminadores que cambiaron sus vidas, incluido Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense Joe Biden; el exboxeador Mike Tyson; y la personalidad televisiva Christina Haack. En el hotel, las paredes de la recepción están adornadas con testimonios de clientes satisfechos. Citan a la estrella de cine Jim Carrey (aunque se cree que no estaba refiriéndose al bufo) diciendo: “De repente, me sumergí en esta increíble y expansiva sensación de libertad”. El presentador de podcasts Joe Rogan compara el uso del bufo con “el equivalente a 15 años de psicoterapia”. Fernando Carillo, el dueño del hotel y un reconocido actor venezolano, afirma: “No eres perfecto, pero el DMT puede curarte”.

Después de que la pareja irlandesa fumara 100 miligramos cada uno —una dosis potencialmente peligrosa del “modo Dios”— Charlotte hizo eco de otros testimonios y dijo que se habría arrepentido de no haber probado el bufo. Salieron del tipi una hora después y fueron libres de hacer lo que quisieran. Les recomendaron un café en la playa a 30 minutos de distancia caminando.

Una semana después de la ceremonia, la pareja dijo que se sentía bien, pero Charlotte había soportado días de gran angustia. “No podía lidiar con todo lo que estaba pasando a mi alrededor y no sabía cómo reaccionar ante cómo me sentía”, dijo. Comenzó a tener pesadillas vívidas donde las cucarachas caminaban sobre su cuello, haciéndola rascarse tanto que le dolía, y temía nunca volver a un estado mental y emocional equilibrado.

Pero a medida que los efectos se fueron apagando, también comenzó a observar cambios positivos. “Solía ​​pensar demasiado en las cosas, pero ahora soy mucho más relajada”, dijo.

La pareja estaba dividida en sus opiniones sobre el hotel. “Tiene un aspecto comercial muy marcado. No lo veo como un verdadero santuario”, dijo Josh, el novio de Charlotte, un electricista que tuvo una experiencia menos poderosa. “Se trata de ‘ven y toma este DMT y paga el costo y luego vete a casa’. No creo que sea un santuario espiritual”.

Gran parte de la comunidad del bufo comparte esta opinión un tanto negativa del hotel y de los curanderos que merodean y se acercan a los turistas en Tulum, incluso en la playa, ofreciéndoles bufo. “Podemos hacerlo al amanecer para que tengas todo el día para relajarte en la playa”, dijo uno.

David Gallegos, otro crítico del speed-toading y terapeuta de California que afirma haber sido a menudo una voz solitaria en la Conferencia Mundial sobre el Bufo Alvarius (WBAC) en cuanto a la importancia de la integración, se dedica a ayudar a las personas a regresar a una mejor salud mental después de una experiencia psicodélica.

Dijo que tres de sus pacientes acudieron a él después de las ceremonias en el hotel, que según él pueden causar daños a las personas y precipitar psicosis, insomnio y paranoia.

“Estoy viendo el lado de la salud mental y se está volviendo muy obscuro muy rápido”, dijo Gallegos. “Tengo que poner el letrero de precaución sobre el ‘Doctor Alvarius’. Su nombre ha surgido en conversaciones con clientes que han experimentado paranoia, aunque sea de forma mínima, durante todo un mes después de fumar bufo. La gente no puede dormir después de que su ego desaparece con dosis tan altas”.

Gallegos instó a las personas a no consumir bufo sin un protocolo de seguridad adecuado que haya sido previamente establecido entre el participante, el coordinador y un terapeuta. “Acuden a mí diciendo: ‘Lo único que necesito de ti es que me ayudes a hacerme sentir normal de nuevo. Quiero sentirme con los pies en la tierra de nuevo’”, agregó.

Pero el bufo es generalmente seguro y puede traer beneficios transformadores y positivos donde otros tratamientos pueden haber fallado, dijo Rak Razam, una figura clave en la comunidad del bufo y editor en jefe del sitio web de noticias de autoayuda reset.me y coorganizador de la WBAC, que tuvo lugar por última vez en la Ciudad de México en 2020. Pero advirtió que “existen algunos problemas con los exámenes de salud porque algunas personas son incompatibles, como quienes padecen problemas cardíacos y presión arterial extremadamente alta o baja y aquellos que toman antidepresivos”.

“Además, para las personas con otros problemas subyacentes como el trastorno bipolar y la depresión, la medicina debe abordarse con gran cuidado y reverencia: puede ser la experiencia más profunda de la vida de una persona, así que no debe apresurarse”. Añadió que existen organizaciones como The Conclave, que brindan pautas para profesionales y clientes.

“Las reverberaciones continuarán teniendo un efecto dentro de ti y a través de ti. Las personas tienen que asegurarse de que sea el momento adecuado para ellas y que tengan suficiente espacio en su vida para digerir la experiencia y hacer los cambios o correcciones necesarios… No es algo para tachar de tu lista de deseos, como un salto en bungee o un tomar un crucero”, dijo Razam.

Pero, agregó, “puede cambiarte la vida”.