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Tyson Fury: El elefante fuera de la habitación

Las peleas que baten récords, en el boxeo y las artes marciales mixtas, pocas veces superan las expectativas que nos venden previo a la función. Anthony Joshua contra Wladimir Klitschko fue una de las excepciones: hubo nocauts de ida y vuelta, combinaciones devastadoras, y agallas en la división de los pesos completos que vio como ganador a Joshua por la vía del nocaut técnico en el onceavo round, luego de probar la adversidad en su brillante carrera.

Después de una pelea tan emocionante es fácil pasar por alto al hombre que fuese el orgulloso poseedor de los campeonatos de la AMB y OIB disputados entre Joshua y Klitschko: Tyson Fury.

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Fury le había ganado ambos títulos, junto con el campeonato de la OMB y la faja de la FIB de Joshua, a Klitschko por decisión a finales del 2015. Pero después de sus problemas de salud mental y un supuesto examen antidopaje positivo por cocaína, la revancha entre Fury y Klitschko fue cancelada en 2016, el “Gypsy King” renunció a sus cinturones, y su licencia como boxeador fue suspendida por el British Boxing of Control (BBBofC).

Se puede decir que Fury tuvo un 2016 de pesadilla, luego de perder sus campeonatos mundiales y su permiso para boxear —además de subir 350 libras—.

A pesar de ello, Fury nunca estuvo fuera de cuadro en la previa del choque del fin de semana pasado, gracias a su historial con ambos peleadores y su habilidad inherente para irritar a sus colegas pugilistas —fue tal su molestia que Joshua se vio obligado a responderle vía Twitter—.

Fury se las ingenió para obtener una gran porción de la atención reunida para Joshua y Klitschko. Fury no aceptó la generosa oferta de Joshua para asistir a la pelea, y su inexplicable ausencia en el estadio de Wembley provocó aún más interés cuando Joshua retó a su compatriota británico.

Tal vez su presencia no se haya sentido en el estadio, pero Fury estuvo al pendiente de la pelea y ofreció mensajes de felicitaciones a Joshua, al igual que cumplidos disfrazados de burlas. Poco después aceptó el llamado de Joshua: “Reto aceptado. Le daremos al mundo la pelea más grande en 500 años. Jugaré contigo. Eres el sueño de todo boxeador”.

Es evidente que Fury se encuentra motivado por los problemas que Klitschko le presentó a Joshua en el ring. No fue una choque para el recuerdo, pero Fury bajó del cuadrilátero intacto después de su victoria sobre el ucraniano, dando por concluido su dominio de una década. De igual manera, Joshua sería por mucho el oponente más difícil de Fury.

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Fury tuvo una buena razón para no presentarse a la función del sábado. Autodenominado como Tyson “2 Fast” Fury —un jab certero al desempeño de Joshua—, el múltiple ex campeón se embarcó en su primer campamento de entrenamiento desde 2006, uniéndose a Billie Joe Saunders en Marbella, España, subiendo fotos de su progreso a redes sociales, y manteniendo a los fans informados de su pérdida de peso.

En una era de desinformación constante, Fury afirmó que regresaría al ring este mes, pero la BBBofC descartó rápidamente toda idea de su regreso desde marzo. Hace una semana, antes de lo sucedido en Londres, Fury dijo tener pensado regresar el 8 de julio en la cartelera Saunders-Khurtsidze. Pero para ello tendría que presentarse primero ante la junta del BBBofC para obtener el permiso de pelear y abolir la suspensión de su licencia. La siguiente semana se tiene programada una audiencia.

Una semana después, Fury sigue sin dar señales de llegar al peso óptimo para un posible regreso; el inglés tiene pensado enfrentar a Joshua lo más pronto posible, sin una pelea de calentamiento de por medio. “Los estilos hacen las peleas, pero estoy seguro que puedo derrotar a Anthony Joshua con un brazo amarrado a mi espalda”, dijo Fury para Sky Sports. “Ni siquiera necesito calentar para esto. He estado fuera del ring por un período similar al de Klitschko pero la diferencia es que no tengo 41 años, sino 28.

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“Sólo hay una pelea allá afuera, la más grande del mundo, y todos lo saben. Es la división de los pesos completos, Joshua y yo, nadie más. Es la única pelea que el mundo quiere ver, por algo soy el campeón lineal, sigo siendo el número 1. Todos vimos que la pasó mal contra Klitschko, y pero Klitschko ni siquiera pudo tocarme con su guante.

Sólo puede haber un campeón de los pesos completos, en especial en nuestra parte del mundo, y ese soy yo”.

No queda claro qué sigue para Joshua, si la revancha con Klitschko o enfrentarse a nombres como Kubart Pulev —el retador obligatorio de la FIB—, Luis Ortiz, Joseph Parker, Deontay Wilder o incluso el mismo Fury. Eddie Hearn, el promotor de Anthony Joshua, afirmó que su peleador está “desesperado” por la pelea con Fury, pero también destacó lo improbable que resulta por el “terrible” estado físico de Fury. Sin embargo, es difícil saber si Hearn sólo busca provocar a Fury, ya que entre los dos no hay mucha amistad.

No importa quién alce la mano para ser el rival de Joshua, su siguiente pelea será un gran negocio en el Reino Unido y más allá después de lo que nos regaló el sábado pasado. Ya que Joshua y Fury creen estar convencidos de llevarse la victoria fácilmente, no hay duda que Fury es el oponente más atractivo para la próxima defensa del campeonato de Joshua.

Fury no cuenta con la capacitación para estar frente a los medios, ni tampoco es el más elocuente, pero sabe cómo mantenerse relevante en el mundo del boxeo.