En sus sucesivas entregas este especial mapeará escenas periféricas, es decir, circuitos de producción y experiencias que no necesariamente inscriban su gestión o estética en el molde generalizado de su tiempo. Ahora en cristiano: en todas partes y en todo género hay una manera de hacer las cosas, un negocio, unas obligaciones propias de ese negocio y un circuito establecido para hacer el money. Y también, cada tanto, aparecen figuras que capturan una esencia barrial o territorial y salen del margen para convertirse en leyenda. Mística, se trata de mística. De esas noches en las que sabemos que pasa algo, esas noches que les contaremos. O a nuestras mascotas, bah.
En el caso de hoy, Noisey se adentra en la Zona Sur del Conurbano Bonaerense argentino para charlar con algunos de los protagonistas de la electrónica orgánica / folktrónica o como guste llamar. Eso no importa. Lo que importa es que se trata de un circuito que exporta artistas hacia los cinco continentes y tiene una influencia que sobrepasa su público y desborda hacia el territorio donde se origina. Y hablando de territorio, dejemos algo en claro de una vez.
Videos by VICE
Todos los trenes conducen al sur
Por devenires históricos cuyas raíces se hunden en siglos pasados y cuya discusión seria requiere de armas automáticas y semiautomáticas que no tenemos al alcance ahora, casi todo extranjero identifica a Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con Argentina. No. La Ciudad de Buenos Aires es un estado de la materia y los territorios que la circundan, a D10s gracias, otro. La administración política es otra, la forma de gobierno es otra, el origen de la población es otro. La forma de vivir es otra. ¿Más claro? Nadie va de turista al Conurbano Bonaerense. Como le digo siempre a mis cuates foráneos: tómense un tren y en media hora se habrán tomado la pastilla roja de Neo. ¿Cómo se liga esto a nuestra exploración por los beats de la Zona Sur?
Quienes aquí vivimos debemos desplazarnos bastante para, entre algunas cosas, vivir. En general estamos obligados al movimiento aunque no sentimos ese movimiento como una obligación. Sólo es y ya. Si, por ejemplo, quieres ir a una universidad, seguramente tengas que cruzar algunos distritos o, al menos, desplazarte bastante y termines por encontrar un montón de gente que viene de otro montón de distritos. Mezcla. ¿Y entonces? Entonces hay que entender que una parte muy grande de nosotros somos hijos directos de migrantes de otras provincias o países límitrofes. El espacio que habitamos, por lo tanto, es una enorme confluencia de formas de vida, costumbres, hábitos, músicas, en fin, de culturas que están constantemente en contacto. El Conurbano Bonaerense, sociología al margen, es la gran desembocadura cultural de la historia social argentina. En 10 cuadras de un barrio puede haber familias con ascendencia correntina, mendocina, chilena, italiana, española, senegalesa. ¿Qué música sale de todo eso?
Eso se habrá preguntado Pablo Carpignano a.k.a Don Plok allá por 2010 en la ferroviaria ciudad de Temperley, cuando empezaba una fiesta única en la región. O Agustín Rivaldo -conocido también como Barrio Lindo- cuando arrancaba sus primeros beats en su taller de luthería de Burzaco. También Delia Iglesias y Julieta Papi antes de lanzarse como Bienvenidos a la Computadora. Si nos pararámos en la terraza de alguno de ellos, mirar hacia cualquier punto cardinal nos enfrentaría con kilómetros y kilómetros y kilómetros de barrio. Desde el fin de la pampa hasta la orilla del Río de La Plata.
Como cuando conocí a Barrio Lindo: segundo piso del viejo Museo Sempere de Burzaco, Agustín tenía (y tiene) ahí su taller de elaboración de instrumentos. Desde las ventanas se dominaba el distrito de Almirante Brown pero no se podía distinguir donde empezaba ni donde terminaba el mar de casas. Era 2014 y el productor recién había firmado su primer contrato con Project Mooncircle, label italiano que editó su LP debut, Menoko. Cuatro años después, Barrio Lindo ha llevado su música de Burzaco a América, Europa y, recientemente, Japón. Desde Milán, todavía pensando en el barrio, Agustín explica: “Históricamente los distritos del Conurbano Sur fueron un entorno muy musical. Yo lo he visto con el surgimiento de muchas bandas de rock o indie, pero en los últimos años este tipo de electrónica cobró más fuerza. Sobre todo si tenemos en cuenta que productores como Chancha Vía Circuito y Villa Diamante han surgido aquí”.
Aquí: donde se cruzan siete ramales de trenes -la “chancha” es el viejo tren a gasoil del Sur y Vía Circuito se llama ramal que va hacía la ciudad de Quilmes- y donde una soberana avenida, Pavón, arranca al salir de la Capital, cruza 4 millones de vidas y se pierde en el medio del campo. Aquí se embebieron las musicalidades de Pedro Canale y Diego Bulacio y, como ellos, otros productores continúan la ¿tradición?
Bienvenidos a algún futuro
Recién llegadas del festival Sonora Soma de San Pablo, Julieta Papi y Delia Iglesias, avatares de Bienvenidos a la Computadora, llevan a otros planos las ideas de tradición y pertenencia, en una actitud característica e histórica de muchos proyectos artísticos de aquí: llevar las cosas un poco más allá, hablar de un futuro posible o de varios. De eso, quizás, se trate un poco el nombre del dúo. Sean bienvenidos a esto. “Nosotras no hacemos solamente folktronica, condensamos más ritmos que tienen justamente que ver con esa raíz proveniente de inmigrantes y también proveniente de la invasión europea e inglesa. Nuestra intención es crear un viaje sonoro, emulando altares-naves que invoquen mensajes de alquimia y cotidianeidad. Es una propuesta que nos nace desde el amor al futuro. A creer en él. Nos confeccionamos trajes y maquillajes de ceremonias para entrar en conexión con la magia, con lo que habita en jugar. Nosotras creamos a partir de la improvisación q es un método de juego y meditación. La unión de dos inercias. Entonces amerita que lo demos todo”.
Y si de darlo todo se trata, hay un espacio que supo crecer junto a su tiempo sin perder su esencia ni dejar de habitar el territorio donde se originó. Una de las pocas, quizás la única, fiesta a gran escala de la provincia gestionada por artistas que se sostuvo y creció a lo largo de ocho años: Guateque Soundz. Comandada por el productor y DJ Pablo Carpignano (Don Plok) y la VJ Lucía Laffargue (Lula Delcraneo), Guateque es a la vez causa y consecuencia de una manera de entender la gestión artística, la producción de material y el rol de los músicos y DJ. Si existía una mística de música argentina que en los 80’s y 90’s se cristalizó en espacios como Cemento o el Parakultural, hoy lo que sucede tiene más que ver con la idea que con el lugar que la enmarca. Y Guateque es una muestra.
Nacidas como fiestas caseras, el proyecto creció y show se retroalimentó de su época: Chancha, Villa Diamante, Rafael Aragón, San Ignacio, Barda, todos han pasado por Guateque en un encuentro que combina grupos en vivo con sets especialmente curados. Lo distintivo está en su éxito para experimentar y, al mismo tiempo romper los nichos y no reducirse a un subgénero o a un evento de culto. Hay una sintonía y es popular. Si no, vean el video de su última fiesta-aniversario.
Explica Lula: “Tenemos el don de fusionar cosas que parecen no poder mezclarse. ¿Psy Trance con Cumbia? ¡Pensamos que nos iban a matar! Y hoy vemos como alguien que va a bailar cumbia termina bailando electrónica a 350 bpm. Para mí eso se debe al Conurbano. lLas fiestas son distintas. En Buenos Aires se dividen más en subgéneros. Acá todos terminamos buscando una buena fiesta sin que se dividan tanto las cosas. Lo vivimos como una mística. Nuestro planteo no es acercarte un club o una disco, es acercarte algo que te cambie la vida al ponerte en contacto con artistas y con tu comunidad. Yo flasheo con lo que hacían nuestros abuelos, que iban al club y se encontraban todos ahí. El empresario de la noche nos quita la mística de ese encuentro. ¿Tienes un día para hacer algo sarpado y te pierdes la noche mirando culos o tomado? ¡Sal a encontrar lo que conoces y lo que no conoces. Sal a caminar tu barrio y escuchar una banda de Colombia o un productor que te sorprenda!”.
Por su parte, Pablo, señala: “Guateque empezó siendo más roots y se fue mezclando cada vez más con electrónica, aunque manteniendo la raíz. He llegado a pasar producciones de Jungle o Drum and Bass con cumbia, que no es algo que tiene que ver con la esencia original de la fiesta, pero pudimos conectar con el público y lograr que la gente se acostumbre a entrar en esos estados mentales. Al principio lo notabas: venía gente que en su vida habían escuchado cumbia o electrónica. Después s vimos cómo mucha gente, no sólo por nosotros sino por todo un contexto general, empezaron a disfrutar de un camino para acercarse a la música. Estoy orgulloso porque creo que hemos generados cambios sutiles en la cabeza del público”.
Si hablamos de barrio y raíces, Barrio Lindo, establecido en Berlín y de reciente gira por Japón, conoce la importancia de esa mística terrenal. “Cuando vuelvo al barrio me siento más yo que nunca -reconoce Los amigos, la familia, el estudio que siempre elijo para trabajar, mis instrumentos que han quedado por ahí. Me resulta inspirador cada vez volver y sin dudas es el lugar donde termino de procesar todo lo que vivo viajando y tocando en distintos países. Ahora mismo en unos meses iré a Burzaco a terminar mi próximo disco”.
Mientras Agustín piensa las formas tendrá su próximo álbum, en la Guateque también evalúan uno o varios futuros, pero con los pies en la tierra. En la tierra del Conurbano. Cuenta Pablo: “Las cosas van evolucionando. Cuando empecé como DJ ponía cumbias colombianas y hoy si voy a pasar esa música trato de que sea en vinilos. Cuando toqué en Brasil me di cuenta: iba con un controlador gigante y era raro. Porque todos los DJ iban con pen drive o vinilos. Ahí viví lo del vinilo, el enfoque hacia la calidad. Creo qué esta pasando, pero sin perder la esencia del proyecto. Hoy la música afro está creciendo un montón, por ejemplo. Guateque intentará mantener la línea de lo tropical. No se si llamarlo cumbia. Tropical. Tropical es algo más amplio. Hay más ahí”.
Por su parte, Lula advierte una línea de acción que empieza a tomar fuerza en Argentina. La implicación concreta del artista con las cuestiones políticas: “El arte hoy está laburando constante la cultura como acción y es como que no podés hacer otra cosa. Hacés una fiesta y algún tipo de referencia a lo político va a haber. Antes quizás la cosa estaba más liviana, pero hoy la coyuntura te obliga a pararte con las manos, con el pincel, con los discos. Con lo que sea. Te obliga a ser artivista.
Conéctate con Guateque Soundz en: Facebook.
Conéctate con Barrio lindo en: Facebook.
Conéctate Bienvenidos a la Computadora en: Facebook.