Música

Un corto de horror metalero y feminista para destrozar estereotipos

Artículo originalmente publicado por Noisey Estados Unidos. Leer en inglés .

Muy a menudo, el heavy metal ha sido utilizado en el cine para representar la parte estúpida o menos favorable del personaje con el que se le relaciona. Piensa en Bill y Ted de Bill and Ted’s Excellent Adventure, en la estampa del antihéroe en Airheads o las locuras extravagantes de This is Spinal Tap. Incluso cuando van etiquetadas con el valor educativo de un documental, las entrevistas de películas como The Decline of Western Civilization Part II: The Metal Years y Heavy Metal Parking Lot pintan retratos genéricos de los metaleros.

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El mensaje es claro: si te gusta el metal eres un bobo o un satánico, y para las mujeres, las posibilidades son aún más limitadas. Incluso las películas actuales caen en la trampa; la comedia de terror Deathgasm (2015), tiene a su protagonista varón amante de la oscuridad, lidiando con una novia “normie” que para el final de la película es una diosa adoradora de riffs. Básicamente: todos sabemos que a las chicas no les gusta el metal hasta que un hombre les demuestra que es cool, ¿no?

Tuvo que venir alguien de fuera, Laurel Vail, para romper el viejo patrón y lo hizo con solo 15 minutos. Su debut como directora, What Metal Girls Are Into, documenta un viaje de fin de semana de tres amigas que van a un festival de metal para ver a bandas como Cattle Decapitation, Trivium y Castrator. Las cosas toman un giro extraño cuando encuentran una mano cortada en el congelador de su Airbnb; como cualquier metalero rudo que se respete, deciden disfrutar el festival primero antes de investigar cualquier cosa. Sin embargo, cuando el aterrador anfitrión muestra sus verdaderas intenciones y quiere imponer su voluntad, las protagonistas buscan una venganza sangrienta.

Photo courtesy of Laurel Vail

Lo que realmente destaca más allá de la trama deliciosamente sangrienta, es la atención al detalle y la exactitud de representación que tiene el corto. A las tres protagonistas les gusta el metal, pero no son objetivadas ni son tratadas como entes asexuados puestos ahí como patiños de la estrella masculina. La mejor frase del corto refleja una experiencia que muchas metaleras no varones han vivido: “¡No puedo creer que me besé con el de la playera de Slipknot!” Este nivel de entendimiento, combinado con una impecable dirección de arte y varias referencias a bandas súper oscuras, hace difícil de creer que Veil no forme parte de la comunidad del metal. Pero no es metalera, solo puso mucho empeño para asegurarse de que la cinta retratara la subcultura de una manera realista y creíble, incluso contratando a un amigo como “asesor de metal”.

Las recompensas por su dedicación continúan apilándose: What Metal Girls Are Into ha ganado más de 24 premios en festivales de cine de todo el mundo, incluido el de Mejor Director de Cortometrajes en Cinepocalypse 2017, Mejor Corto en el American Horrors Festival 2017 y Selección Oficial en Final Girls Berlin 2018. La película sigue teniendo una presencia fuerte con proyecciones previstas para el próximo Crimson Screen Film Festival en Carolina del Norte y el Porto Femme Film Festival en Portugal. Conversé con Veil entre festivales y hablamos sobre su inspiración para crear la película, la investigación realizada y el proceso de filmación.

NOISEY: ¿Puedes decirme cómo creció tu amor por el cine, y las películas o directores que te inspiraron, sobre todo en el género de terror?
Laurel Vail: Siempre he sido una persona creativa. En la preparatoria practiqué teatro, cosa que no hice en la universidad, me fui más por el cine. Originalmente eso estudiaba, pero me cambié a un programa de Nuevos Medios. Primero quería hacer informática y básicamente a eso me dediqué, trabajé en los gráficos deportivos durante 11 años. Me había cansado de los gráficos, así que terminé cambiando de empleo y supuse que podía utilizar mi tiempo libre en cosas más creativas.

Al mismo tiempo estaba practicando actuación, que es una frustración mía. En verdad quería hacer mi propio proyecto, porque como actor eres muy impotente. Todos siempre te están diciendo cosas como: “Tienes que crear algo propio, tienes que crear algo propio”, así que dije “Bueno, está bien”. Siempre había querido hacer mi propio proyecto, y respecto a la actuación, quería crear algo en lo que pudiera participar. Ese era el plan inicial: escribí algo que pudiera hacer, pero germinó en algo más grande aún. Por extraño que parezca, me arrepentí de aparecer yo misma, aunque no del todo. Aprendí que en verdad me gusta dirigir, así que eso es lo que buscaré en el futuro. No es que no vaya a seguir actuando, es sólo que ya no lo busco de manera tan agresiva como antes. Si alguien dice “Oye, ¿quieres participar en esto?” Lo haría, pero en cuanto a metas a largo plazo, estoy más enfocada a dirigir.

Has dicho públicamente que no eres metalera, ¿cuál fue el motivo para hacer una historia feminista de terror sobre un grupo de mujeres que ama el metal?
La historia original surgió por la anécdota de una amiga que fue a Nueva York y se quedó en un Airbnb, y me contó que el lugar tenía potencial para una sitcom por su atmósfera extraña.

Comencé a pensar en cómo estos departamentos y casas en renta son lugares públicos al final del día, en cómo mantienen su seguridad, y comencé a pensar que podían ocurrir cosas terribles ahí. Se te ocurre esta idea y, te preguntas, “Bueno, ¿por qué no se van?” Necesitaba que la gente de mi historia fuera apasionada y me parece que los fanáticos de la música son apasionados. Esto es especialmente cierto cuando vas a un festival de música varios días. ¡Ir requiere mucho esfuerzo! Una vez ahí afuera, en realidad no querrás irte.

Escogí el metal por Mad Max: Fury Road. Salió el mismo año que decidí hacer este proyecto, o quizá fue el anterior, y amé cómo la música dictaba muchas de las secuencias de acción. Entonces por eso las convertí en fans del metal, ¡quería un final metalero!

Hay un personaje en Fury Road que está tocando la guitarra atado al frente de un camión
¡En llamas!

Image courtesy of Laurel Vail

Sí, wow. Me encantó que contrataste a un “asesor de metal” para hacerlo realista. ¿Qué descubriste sobre la subcultura del metal a través de esa persona?
Emory es un amigo mío que siempre está buscando a otras personas para ir con él a los conciertos. No la pasa tan bien, porque la mayoría de sus amigos no les gusta el metal. En definitiva, lo describiría como un Experto en Metal. En algún momento, ofreció una conferencia tipo TED Talk para explicarnos la historia del metal.

Lo que me pareció más interesante —siendo ajena a la escena del metal— fue que cuando escuchas cierto tipo de vocalistas guturales, es difícil entender el atractivo. Para mí, se trata menos de la melodía y más sobre el sentimiento y la crudeza del sonido. Él puede escuchar a distintos vocalistas de varios géneros y decirme cuál es bueno, mientras que a mí me parecían iguales hasta que empecé a escucharlos más detenidamente y pude darme cuenta quién tenía la técnica más eficiente. En realidad, debes aprender a escuchar metal.

O sea que debes refinar tu oído para el metal así como refinarías tu paladar para catar vino.
Sí, y parece que a través de la historia de los géneros e incluso en las fracturas del metal, la sociedad casi estaba aprendiendo a disfrutar del metal. Es una de las cosas que me pareció más interesante.

Otra de las cosas que más disfruté fue ir a eventos. Una vez llevé a las otras dos actrices conmigo a un concierto para asegurarme de que tuvieran esa experiencia. Accidentalmente terminamos al borde del slam justo cuando todos empezaron a volar y tropezar con nosotros, ¡fue muy divertido y emocionante! Al mismo tiempo, todos se cuidan unos a otros. Eso era lo que realmente me gustaba de ir a los shows. Si alguien se cae, todos saltan para levantarte. Había personas que luego de ver a estas tres mujeres menudas, intentaban ser caballerosos hasta el punto de ser casi molestos. Yo decía: “¡No! ¡Quiero estar en el centro!” ¡Y me respondían que me golpearían en la cara! Fue divertido. Ya en serio, el sentido de comunidad es realmente agradable.

¿Recuerdas las bandas que viste?
Tendría que averiguar más, pero sé que vi a Goatwhore y Black Dahlia Murder, hay otra, la tengo en la punta de la lengua… Bueno, da igual, tiendo a escoger el lado más melódico de las cosas. ¡Fuimos a un evento de power metal y fue genial!

Photo courtesy of Laurel Vail

Estaba viendo Kill Bill el otro día luego de ver tu película, y pensé cómo What Metal Girls Are Into comparte un poco la estructura argumental clásica “violación y venganza”. ¿Tienes algún favorito en ese género que haya formado tu escritura?
Creo que en definitiva hay influencias estilísticas de eso, pero no necesariamente de películas en específico. Yo diría que en cuanto a tono, me influenció mucho Robert Rodriguez, porque quería ser graciosa para mi audiencia pero que los personajes se lo tomaran muy en serio. Ese era mi objetivo, aún si no era el tipo de historia que él contaría. Aunque, si piensas en Planet Terror —aparte del elemento zombie—, como que tiene ese toque porque está Cherry Darling con la metralleta en la pierna. ¡Qué chingón es! La volví a ver antes de hablar con mi director de fotografía. Adoro su sobresaturación y la sensación de alto contraste, así que yo creo que él es mi mayor influencia en ese sentido.

Y, bueno, también está George Miller con Mad Max, es sorprendente su manejo de la música. Por supuesto, también con Tarantino y cómo usa la música y la actitud de los personajes. Probablemente ellos son las 3 influencias más importantes en este proyecto.

En definitiva puedo ver la influencia de Rodriguez/Tarantino ahora que lo mencionas.
Volví a ver Deathproof e intenté encontrar un par de películas que me inspiraran. En cuanto al argumento, me interesó menos esa película que Planet Terror en el tributo doble Grindhouse, pero hay cosas disfrutables en ambas, o sea son tan buenas.

Hablando de Tarantino, supongo que la idea original y la ejecución del corto comenzaron mucho antes de los movimientos #MeToo y #TimesUp. ¿Crees que estos movimientos han afectado el contexto o la reacción a What Metal Girls Are Into a la luz de las recientes discusiones?
Sí. Recibí una excelente reacción en el Screamfest de octubre. Creo que aún así habría sido bien recibida, pero fue justo cuando el asunto Weinstein había salido a la luz y todos estaban hablando al respecto, creo que el corto ofreció una pequeña catarsis al final. Fue un gran alivio, porque nunca la había mostrado ante a un público, así que verlo con la sala llena… la gente rió y aplaudió hasta el final. Fue muy gratificante en verdad, y creo que todos lo disfrutaron. Eso es importante para mí: que todos la pasen bien.

Fue una enorme coincidencia que las dos cosas se hayan alineado.
Estoy a punto de preguntarme si no me hará participar en más festivales. Es largo para un corto, pero creo que el tema está tan vigente que contrarresta la longitud con su frescura. Es de lo que todos estamos hablando, así que creo que eso me está ayudando en el circuito de festivales.

Creo que como la gente habla de la discriminación de géneros en general, los festivales están haciendo un esfuerzo por buscar cineastas mujeres y eso es maravilloso. Sólo resulta que estoy aprovechando el esfuerzo que están haciendo más festivales. Incluso en Screamfest, el cual es un festival importante, yo era la única directora en el bloque de mi cortometraje. Éramos cinco chicos y yo. ¡Olvidé que ésa es la estadística! Está mejorando, puedo decir eso.

Siempre me parece extraño que el terror esté más dirigido a los hombres, ¡porque la mayoría de mis conocidos que tienen esa pasión son mujeres! Parece que hay algo más catártico sobre el terror para la gente que ha experimentado algún tipo de abuso de identidad o trauma en sus vidas.
¡Justo, exactamente! Una de las cosas sobre el terror es que se genera una sensación de comunidad. La comunidad de terror es muy solidaria entre sí y es un buen lugar para las mujeres. Creo que es una de las cosas más atractivas, similar a la comunidad metalera. Encuentras a tu gente, se cuidan entre sí y les emocionan las mismas cosas. Mi experiencia ha sido muy positiva y he tenido varios proyectos de terror como actriz desde hace tiempo. Siempre me ha parecido que esta comunidad es muy unida.

Photo courtesy of Laurel Vail

¿Puedes decirme un poco sobre la logística de dónde y cuándo grabaron el corto, y cuánto tardaron?
Inicialmente en 2016, decidí que “Está bien, necesito grabar algo para final de año”. Esa era mi fecha límite. En agosto, cuando estábamos en preproducción y trabajando en mi presupuesto, fui a ver el espacio vacacional en renta.

Así que lo reservé en agosto, y pensé: “¡Bueno, ahora tengo que recaudar dinero porque tengo una cita!”. Así que lo reservé para diciembre porque todavía quedaba un buen tiempo allí a fin de año, y yo estaba de vacaciones de todos modos, así que funcionó. Lo que realmente no tomé en cuenta es qué tan frío es Joshua Tree en diciembre. Hace mucho frío, apenas hay una casa y un par de campers. Y tampoco lo consideré, porque hace tanto frío que si tienes más de uno o dos calentadores funcionando a la vez, el circuito puede explotar. Aún teníamos problemas para mantenernos calientes, pero mi equipo fue increíble. O sea, todos nos quejamos de estarnos congelando, pero me parece que todos teníamos una excelente actitud. Como directora primeriza, pensé que era más de lo que podía pedir; era un alivio. Era tanta responsabilidad; yo era la directora, la productora, la actriz, etc.

Al menos una mañana nos despertamos sin agua porque las tuberías se habían congelado. Conseguíamos el agua a través de una bomba que teníamos que encender cuando llegamos. Y es un espacio tan ordenado, pero tuvimos algunos problemas logísticos porque no estaba listo para tanta gente.

¿Cuánto tiempo estuvieron ahí?
Cinco días. El primero, tuvimos una ventisca que nos retrasó, pero logramos todo lo necesario. Hice otras dos sesiones pickup, pero no tuvimos que estar mucho tiempo afuera. Hicimos algo en la carretera y el concierto falso en un teatro cerca.

Haz participado en muchos festivales de cine y hace poco ganaste un premio por mejor corto en el American Horror Film Festival. Para ti, ¿cuál es la mejor parte de recibir tanta retroalimentación positiva?
Lo que me gusta de la actuación y hacer cine es conmover a la gente. Con este cortometraje, la gente se ríe, se divierte y se siente bien. Verlo con la audiencia fue mi parte favorita; ver la reacción de la gente en la proyección. Estoy muy contenta de participar en tantos festivales, porque eso significa que muchas personas logran verlo. Como cualquiera dentro de la industria sabe, a veces las cosas no funcionan. Es un enorme alivio que tanto trabajo esté dando frutos y me da esperanza de que consiga hacer más proyectos.

Kelsey Zimmerman se la pasa bien en Twitter.