Identidad

Un niño de 11 años está demandando a los testigos de Jehová


Foto, cortesía de iStockphoto/ Digitalskillet.

En 2006, Australia implementó la verificación de antecedentes a aquellas personas que trabajan con niños, para garantizar que no fueran pedófilos ni tuvieran predisposición a cocinar niños pequeños en calderos. Pero al parecer, Dios piensa que esta ley está mal, al menos según los testigos de Jehová en el país, quienes han decidido seguir la ley de su salvador en lugar de la ley gubernamental, y se niegan a someterse a estos chequeos. Pero un niño de Traralgon, Victoria, de apenas 11 años, está hasta la madre. Acaba de presentar un demanda contra los testigos, en donde afirma que su negligencia equivale a abuso infantil. Para averiguar más, hablé con Steven Unthank, un ex testigo que lanzó una cruzada contra las políticas de la secta hacia los menores y quien ayudó a este pequeño (cuyo nombre no puede ser revelado de acuerdo a la ley australiana) a presentar la demanda.

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VICE: ¿Qué razón dan los testigos de Jehová para oponerse a la verificación de antecedentes?
Steven Unthank:
Creen que cualquier persona dentro de la iglesia ha sido elegida por Dios, y que no es razonable someterlos a la ley del hombre. Es como cuestionar la voluntad de Dios.

No todos los días se ve a un niño de 11 años demandando a una organización internacional. ¿Cómo surgió este caso?
Cuando tenía ocho años, presenció la violación de una niña dentro de la iglesia. Después vio que ni la iglesia ni la policía hicieron nada porque la persona que violó a la niña permaneció en la iglesia.

¿Una menor fue violada en la comunidad, y nadie hizo nada hasta que este niño alzó la voz?
Fue algo complicado porque la víctima también era una menor, y su padre estaba involucrado en el equipo legal de la iglesia. Trabajaba en derecho inmobiliario, pero sabía cómo manejar el sistema.

¿La supuesta violación es parte de este caso?
No. Estaba platicando con la familia del niño sobre las nuevas leyes y discutíamos lo difícil que ha sido hacer que la iglesia las cumpla. Les dije que tendría que presentar cargos criminales yo mismo y demandar a la iglesia. Entonces el niño entró a la habitación y dijo: “Si vas a llevarlos a juicio, yo quiero hacerlo también”.

¿Este pequeño presentó la demanda por su propia voluntad? ¿No lo alentaste de alguna forma para que se decidiera a hacerlo?
No. De hecho, cuando le dije al padre: “Nos costará unos 70 dólares levantar los cargos”, el niño preguntó si los ancianos obedecerían la ley [si se los ordenaba la corte]. Le dijimos que sí, y nos respondió: “Bien, yo pondré el dinero y le pediré a mis amigos que pongan dinero”. Yo acordé ser el fiscal y mantener su nombre fuera de todo, y eso es lo que estoy haciendo.

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