En octubre de 2017, los científicos detectaron un objeto interestelar en nuestro sistema solar por primera vez en la historia. Nombrado ‘Oumuamua, que es la palabra hawaiana para “explorador”, el peculiar visitante fue detectado cuando pasaba por la Tierra con una trayectoria rápida que era consistente con que proviniera de algún lugar fuera de nuestro propio sistema solar.
El descubrimiento de ‘Oumuamua fue un hito inmensamente emocionante, aunque viajaba tan rápido que los observatorios solo pudieron tenerlo a la vista durante unas breves semanas antes de que el objeto saliera del sistema solar. Las observaciones hechas revelaron que este intruso interestelar tenía muchas características extrañas, como dimensiones extremas y un brillo inesperado.
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La mayoría de los científicos piensan que ‘Oumuamua era una roca espacial de otro sistema estelar, aunque una bastante extraña, pero el profesor de Harvard Avi Loeb ha propuesto que el objeto podría ser de origen artificial. En su nuevo libro Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth [Extraterrestre: la primera señal de vida inteligente más allá de la Tierra], Loeb argumenta que el objeto podría ser un artefacto alienígena.
“Realmente no lo sabemos porque no tenemos pruebas suficientes”, dijo Loeb en una entrevista con VICE News, sobre la naturaleza exacta de ‘Oumuamua. Sin embargo, especuló que el objeto podría ser un pedazo de ”basura espacial” o una nave espacial similar a las sondas que los humanos han enviado o están enviando al espacio interestelar, como las misiones Voyager 1, Voyager 2 y New Horizons de la NASA.
Loeb es un caso atípico al manifestar esta opinión; la gran mayoría de la comunidad científica piensa que ‘Oumuamua tiene un origen natural. Algunos han propuesto que el objeto podría ser la astilla de un planeta distante, un trozo de hidrógeno congelado o una nube polvorienta de escombros. La incertidumbre sobre su naturaleza se debe al breve período de observación que tuvieron para estudiarlo, lo que ha dejado a los científicos de todas las ideologías con muchas más preguntas que respuestas.
Afortunadamente, ‘Oumuamua no será el último objeto interestelar en entrar en nuestro sistema solar. En 2019 fue descubierto un cometa interestelar llamado 21/Borisov, y se espera que los observatorios de nueva generación detecten a muchos más de estos objetos, lo que ayudará a proporcionar contexto para todos los misterios que ‘Oumuamua dejó a su paso.
“La clave para hacer ciencia es obtener la mayor cantidad de evidencia posible porque ésta puede guiarte”, dijo Loeb. “A veces, la imaginación de la naturaleza es más grande que la nuestra”.