Afrontémoslo: el tema de la comida es polémico. Al haber crecido en Carolina del Sur, he podido presenciar numerosas discusiones acerca de las ventajas de la salsa barbacoa de vinagre de Carolina del Norte frente a la clásica salsa de mostaza de Carolina del Sur.
Sin embargo, aunque todos estos debates se puedan calentar un poco más de lo que uno podría imaginar —sobre todo cuando, objetivamente, la respuesta correcta es la salsa de mostaza—, nunca se llega a las manos. Así que debería estar agradecido, ya que, si nos guiamos por la cuenta de Twitter @ItalianComments de Zach Champion, poner piña en la pizza en Italia podría considerarse un delito capital.
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El truco es muy sencillo: como ferviente seguidor de los sitios web de recetas, como Tasty o Tastemade, Champion se dio cuenta de que cada vez que un estadounidense intentaba preparar un plato italiano de manera creativa —aunque no necesariamente auténtica—, los italianos le dedicaban todo tipo de insultos en la sección de comentarios.
“Todas esas recetas cutres de pasta obtienen respuestas terroríficas”, comenta. “Como los usuarios también se daban cuenta, hacían a su vez comentarios sobre todos esos italianos cabreados. Es una mina increíble de contenidos que pensé que merecían ser recopilados en una cuenta aparte”.
A día de hoy, tras más de un año recopilando mensajes, se podría pensar que a Champion se le está acabando el material, pero afirma que no es así.
“Tengo una carpeta con más de 750 capturas de pantalla que todavía no he abierto”, me cuenta. “Tengo la sensación de que, si quisiera, podría hacer esto durante toda la vida”.
Gracias a esta investigación tan minuciosa, Champion ha podido identificar numerosos “géneros” y tropos entre los comentarios de los italianos cabreados.
Los McObsesos
Gé Teunissen: Parece ser que los estadounidenses cocinan la pasta en la propia salsa. Yo le añadiría kétchup y trozos de hamburguesa con queso, seguro que les encanta.
Jessica Visconti: ¿Te imaginas que me pusiera a hervir una hamburguesa y después la metiera en el pan? Sería asqueroso, ¿verdad? ¿Y sabes por qué no hacemos eso? PORQUE TENEMOS NORMAS A LA HORA DE COCINAR, JODER. LAS HAMBURGUESAS SE HACEN EN UNA SARTÉN Y LA PASTA SE HIERVE EN AGUA CON SAL. Después, ya añades lo que te dé la gana.
“Les encanta decir ‘vete a comer una hamburguesa’. Es la comida con la que están obsesionados, probablemente por culpa de McDonald’s”, comenta Champion. “Hablan mucho de que sus abuelas se morirían si vieran esos vídeos, además del estado de nuestra salud pública”.
Los disidentes
Simone Lazzara: James Scott….seguro que has votado a Trump….seguro…… cómete esa mierda y disfruta de tu presidente…. imbecilli.
Recientemente, desde que la preocupación por la política se ha mezclado con la cultura, no resulta sorprendente que estos italianos tengan mucho que decir sobre ciertos personajes.
Los amantes del queso
Fabio Di Reto: Cada vez que Tasty llama “mozzarella” a una loncha de queso, muere una vaca en Italia.
Megan DeHaven: Tenemos mozzarella de verdad en Estados Unidos, pero es demasiado cara, así que se opta por hacer una especie de versión. Sabe parecido, pero la verdadera sigue siendo mejor, aunque no todo el mundo se la pueda permitir.
Giuliano Prisco: Megan, el tema es….no puedes llamar mozzarella a otro queso. Es como si llamara salsa barbacoa a una tarrina de helado…
Si preguntas a cualquier italiano, te va a contestar que la auténtica mozzarella no se puede sustituir por nada —la que viene en una bola blandita, no el queso duro que se puede comprar a mitad de precio—. Como se puede comprobar en estas capturas de pantalla, no hace mucha falta que les preguntes: te lo van a hacer saber.
Los patriotas de la pasta
Adele Ghirri: Estaba a punto de decir “por fin alguien que cuelga un vídeo cocinando la pasta en condiciones, increíb…”“Y ENTONCES LA COCINAN DE OTRA FORMA. QUESO, CALDO, NATA, PIMENTÓN, ESPINACAS…” Y la volviste a cagar.
Amedeo Neri: Eso no es pasta, yo soy italiano y sé cómo hacer la pasta. Eso es una mierda.
Si repasas las capturas de Champion, puedes ver que los problemas relacionados con la pasta son probablemente los más extendidos entre los italianos locuaces que no son capaces de dejar de comentar en estos vídeos. Al fin y al cabo, la forma en la que lo ven es muy simple: pon agua a hervir, echa la pasta y eso es todo. Los extras raros, como la leche o el ajo, no hacen más que complicarlo todo.
Los haters de la piña
Fabio Di Reto: Recuerda muy bien lo que te voy a decir: al morir, todos los que comen pizza con piña irán directamente al infierno, sin excusas, y serán desterrados al fuego eterno, donde comerán pienso para perros.
Chelsey Halliday: #largavidaalapizzaconpiña
Emanuele Trigiani: Chelsey, creo que tienes un problema #asco
Si nos basamos en mis experiencias a la hora de pedir en las fiestas estadounidenses, el dilema de la “piña como ingrediente de la pizza” divide incluso las amistades más afianzadas. Sin embargo, para muchos italianos, este dilema puede encender una mecha de dimensiones desproporcionadas.
El problema no es solo estadounidense
Giorgio Borsetti: Con todos ustedes, un sauerkraut en “Cómo ser un idiota”. Muy buen trabajo, de verdad. Eres de Baviera…lo que significa que tienes dificultades hasta para hablar tu propio idioma y comes salchichas blancas de cerdo y pollo para desayunar, no me jodas. Cuidado, no vayas a confundir lo que has hecho en la cocina con lo que vas a hacer en el baño…
Valeria Cartesiani: Ajajajajajajajajaja ¡pobre crucco! Ajajajajajajajajaja ¡Los crucchi se caracterizan precisamente por llevar tus calcetines y sandalias de color blanco y tener tu mierda de humor! Ajajajajajajajajaja En Italia, los crucchi son personas a las que no les gusta sonreír, además de no saber cómo disfrutar de la vida y no ducharse muy a menudo. Nos da lo mismo lo que piense de nosotros un crucco como tú… de verdad… no veo razón por la que nos tenga que importar tu opinión. Por cierto, he visto en Alemania algún que otro crucco comer pasta recocida con kétchup.
El rechazo a la experimentación con los platos clásicos italianos se extiende también a otros países. En particular, en estos comentarios también se les suelen dar palos a las cocinas alemana y británica, especialmente a las recetas con carne.
Champion no cree que los italianos se enfaden más que cualquier otro colectivo al ver que su cultura gastronómica es machacada una y otra vez por los estadounidenses —de hecho, sus protestas son tan visibles por la popularidad y la omnipresencia de sus recetas.
“Si ves cualquier otro vídeo de alguien cocinando un plato basado en una receta procedente de una cultura étnica, vas a encontrar el mismo número de comentarios agresivos”, apunta. “La diferencia está en que a todos los estadounidenses les encanta hacer pasta en casa y estos italianos están hartos de ver cómo la destrozan. Muchos de ellos defienden que cocinar la pasta en algo diferente al agua la convierte en un ladrillo incomestible con el que podrías matar a alguien”.
Champion es consciente de que también hay comentarios mucho más comedidos, pero dice que la gente maleducada se nota más que la gente civilizada y, además, cree que los italianos tienen muchos recursos a la hora de insultar a aquellos que humillan sus recetas. El hecho de que estas personas sigan buscando nuevas formas de llamar gordos e indignos a los estadounidenses demuestra su creatividad.
“Mi momento favorito es cuando […] cambian [del inglés] al italiano”, añade Champion. ”Suelen ponerlo todo en mayúsculas y cada vez se les nota más enfadados, pero cuando se trata de escribir el insulto perfecto consiguen ser muy precisos. Es impresionante”.
En un futuro, Champion tiene pensado seguir colgando sus capturas, siempre que la gente no deje de disfrutar del resultado de sus búsquedas entre las secciones de comentarios de las páginas web sobre comida. Hace poco ha anunciado un top 10 para celebrar el primer aniversario de su cuenta. El número 9 es especialmente hiriente: “No dejáis de comer basura y luego culpáis a Dios por los niveles de obesidad de vuestro país. Si comierais como Dios manda, os daríais cuenta de que habéis comido mierda durante toda vuestra vida”.
Como persona que fue dos veces al McDonald’s la semana pasada, le digo: pues mira, no te falta razón.
Este artículo apareció originalmente en Munchies US.