De niño, Gavin Munro vio un bonsái que había crecido demasiado y se parecía a un trono. Poco después, tuvo que llevar un corsé ortopédico tras una operación para alinear sus huesos: “Tenía que permanecer inmóvil durante largo rato, con un montón de tiempo para observar todo lo que pasaba a mi alrededor”, explica en su página web. Más de 25 años después, Munro se encuentra inmerso en la creación de una plantación donde los árboles plantados crecen alrededor de moldes y se cultivan como sillas, lámparas y mesas.
“Cuando estudié arte y diseño, aprendí de dónde venían esos materiales con los que trabajábamos y qué les pasa cuando su vida útil llega a su fin”, explica Munro a The Creators Project. “De ahí me surgío un interés en la simplicidad y la eficiencia de los procesos desde su origen hasta su fin”. La madera, en particular, llamó su atención como material: “Nunca deja de sorprenderme el hecho de que la madera sea básicamente aire sólido y rayos de sol”.
Videos by VICE
Mientras se encontraba trabajando en una serie de mesas y sillas fabricadas a partir de madera de deriva, Munro empezó a preguntarse sobre su ciclo de vida. ¿Qué pasaría si en lugar de cortar un árbol de más de cincuenta años en pequeños trozos, utilizando una gran cantidad de energía en el proceso, pudiéramos construir árboles que crecieran directamente con la forma deseada? Munro imaginó un proceso más eficiente: plantaría árboles en moldes que le ayudarían a guiar sus ramas, los dejaría crecer durante unos años y luego los recogería para pulirlos.
En el 2006, Munro plantó en Inglaterra 30 árboles para experimentar con prototipos, pero dos días después de la siembra, las vacas de la granja vecina lo pisotearon todo, así que el año siguiente tuvo que empezar nuevamente el proceso desde cero. “Lo primero que advertí es que no puedes forzar a los árboles, si torturas una rama, morirá y saldrá otra por otra parte”, explica.
Según informa The Guardian, desde este año y hasta el 2016, cosechrá hasta 400 ejemplares. El proyecto ha estado en desarrollo durante 10 años y Munro se muere de ganas de presentar los frutos de su trabajo. Ahora mismo, ya ofrece lámparas de techo, marcos para espejo y sillas que puedes pedir por adelantado. Munro añade: “Espero que nuestro trabajo refleje lo que se necesita para crear los objetos que nos rodean y que nadie vuelva a ver los árboles del mismo modo nunca más”.
Traducción de Rosa Gregori.
Artículos relacionados:
Estos huevos orgánicos convierten tu cadáver putrefacto en un árbol
Estas sillas luminosas que se comunican entre sí iluminarán cualquier festival
Muebles de cartón que se despliegan como un libro desplegable