Las misteriosas políticas de censura y las directrices anti desnudos de Instragram han sido un punto de contención, desde la continua batalla por #freethenipple (“libera el pezón”) hasta los usuarios que desafían la eliminación de fotografías de sangre menstrual o pelos púbicos. Esta semana el debate llegó a mi propia puerta digital cuando una de mis fotos fue borrada, enviándome hacia lo desconocido al intentar averiguar a quién está intentando censurar esta plataforma y para qué.
Pasé el domingo en un lugar muy pro homosexual en la playa de Rockaway en la cuidad de Nueva York, disfrutando de la utopia sin restricciones del verano, donde personas de todos los géneros se pueden pasear cómodamente haciendo top-less ya que es técnicamente legal (pero no siempre socialmente aceptable) en todos los lugares de la ciudad de Nueva York.
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Hacia el final del día tomé una foto de una amiga mientras bebía un cocktail playero y ponía una cara divertida. La subí a Instagram, agregué el hashtag #tropical y puse la ubicación.
Estoy consciente de la estricta política de Instagram en contra de la desnudez, la que prohibe “fotos, vídeos y contenido creado digitalmente que muestre relaciones sexuales, genitales y acercamiento a nalgas completamente desnudas” así como “fotos de pezones femeninos”. He visto los fallidos intentos de varias celebridades que buscan desafiar las reglas al subir fotos top-less de ellos, sólo para ser eliminadas con prontitud. Pero pensé que subir una fotografía no pornográfica con un poco de desnudez en mi cuenta privada con 412 seguidores pasaría desapercibida al radar de la red social, mucho más desapercibida que para alguien como Rihanna. Estaba equivocada.
¿Cómo fue que Instagram encontró la imagen de mi amiga y su solitario pezón? ¿Amenaza la habilidad de “mantener a los usuarios de Instagram a salvo”? Intenté subir la imagen nuevamente, esta vez sin localización ni hashtag en un intento por ocultarla de cualquier misterioso algoritmo que encuentra y borra las fotos prohibidas. El segundo post también fue borrado luego de unas horas.
De acuerdo a un vocero de Instagram, ya que mi cuenta es privada los usuarios que busquen el hashtag #tropical o la localización no son capaces de ver la imagen. Esto significa que uno de mis seguidores debe haber reportado mi imagen las dos veces. La gran mayoría del contenido que se borra del sitio proviene desde reportes generados por usuarios, dijo el vocero.
Fui traicionada por un seguidor mojigato. Puse un mensaje para que el usuario revelara su identidad y revisé mi lista de seguidores para borrar a cualquier a quien no conociera en persona. Mis seguidores eran 412 y terminaron en 382.
Más allá de la limpieza de seguidores, el incidente me reveló cuán ridícula es la política de desnudos de Instagram. Las “guías comunitarias”, señaladas por Instagram luego de borrar mi foto, permiten “algunas fotos de pezones femeninos” pero no especifica qué pezones son permitidos y cuándo.
“”No permitimos desnudos en Instagram, esto incluye fotos, vídeos y contenido creado digitalmente que muestre relaciones sexuales, genitales y acercamiento a nalgas completamente desnudas, incluyendo algunos pezones femeninos”.
– Guía comunitaria de Instagram.
Instagram no quiso elaborar, pero su pagina de políticas dice que los usuarios pueden subir fotos de la cicatrización luego de una mastectomía y de mujeres dando pecho. Estos es porque presuntamente esas imágenes no son sexuales en su naturaleza, lo que me lleva a preguntarme ¿Cómo la imagen de una amiga sentada en la playa puede ser de naturaleza sexual? En el año 2015 ¿Puede ser que una de las aplicaciones más populares de medios sociales sugiera que la existencia del cuerpo de una mujer es inapropiado?
El sitio tampoco quiso comentar cómo determina si los pezones en cuestión son “pezones femeninos”. Como señaló hace poco el Daily Dot, la excepción a la regla de no censura durante la cicatrización luego de una mastectomía no se ha extendido a los usuarios transgénero que suben imágenes de sus cirugías, una política que el escritor S.E. Smith dijo que pone a los usuarios transgénero en peligro.
“Para los usuarios transgénero en Instagram, el cuerpo es un tema particularmente político, sensible y entre aquellos que son particularmente valientes para documentar las jornadas de transiciones, una política comunitaria vagas es frustrante y devastadora” dijo el escritor. “Las políticas de Instagram sugieren que ven el cuerpo transgénero como irrelevante u obsceno”.
Instagram declinó comentar sobre las cirugías de busto o cualquier política sobre “los pezones femeninos” y los riesgos para los usuarios, pero envió el siguiente comunicado.
“Como otros medios, ponemos limitaciones a la desnudez” dijo un vocero de Instagram. “No siempre es fácil encontrar el balance perfecto entre permitir que las personas se expresen creativamente y mantener una experiencia confortable para nuestro comunidad global y diversa de distintas edades, intentamos hacer lo mejor posible”.
Luego de borrar algunos seguidores y sólo dejar personas que conozco, subí la foto de un desnudo que saqué de un libro feminista que tenía, para probar si me había deshecho del usuario en cuestión. La pieza, llamada “Formas de pechos permutadas”, ha sido descrita como una forma de ridiculizar “la fijación occidental con el cuerpo femenino desde una ‘visión’ masculina” y parecía una prueba perfecta dada la situación.
Luego de un día la fotografía aun no ha sido borrada. Las dos fotografías borradas desaparecieron antes de las 12 horas, entonces parece que está pasó por ahora.
En el intertanto subí una foto de dos de mis compañeros de trabajo mostrando sus pezones a la cámara con el hashtag #freethenipple y varios amigos han reportado la imagen a Instagram.
Todavía está ahí, 14 horas después, pese a los múltiples reportes. Nunca sabremos cómo funcionan las políticas de Instagram, pero con esta prueba final quedó claro que el hacer cumplir normas de género anticuadas es más importante para la compañía que cumplir con las peticiones de los usuarios a la hora de borrar una foto.