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Identidad

La app que podría acabar con el porno vengativo

Es una realidad de nuestros días que grabar porno con nuestro móvil supone un elemento de riesgo. Y aun así, es posible que la tecnología también sea capaz de acabar con ello.
Photo by Lisa Madovich via Stocksy

Gracias al insidioso auge del porno de venganza, grabar sexo en los confines del propio hogar suscita ahora aprensión en muchas personas. Que algo tan personal se vuelva público, con tanta falta de control, puede ser toda una pesadilla.

Pero Nathan Kot, un ingeniero de software neozelandés de 24 años de edad, se ha adentrado en la búsqueda de una solución para este problema con su nueva app Rumuki, que emplea tecnología de encriptación para grabar vídeos en tu teléfono, evitando así que caigan en las manos equivocadas.

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Los vídeos solo pueden grabarse con permiso de ambas partes, indica Kot, y solo pueden reproducirse utilizando una clave generada de forma aleatoria. Esta clave está a su vez protegida por las contraseñas del dispositivo y por una contraseña adicional de la app, por si alguna de las personas deja el teléfono desbloqueado. La aplicación ha sido descargada 6.000 veces hasta la fecha.

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Según algunos cálculos, existen miles de sitios web de porno de venganza operando en todo el mundo. Tan solo en EE. UU., una de cada 25 personas ha sido víctima de porno de venganza o ha recibido amenazas al respecto, según un estudio publicado el año pasado por el Centro de Investigación Innovadora sobre Salud Pública.

Las grabaciones sexuales de las celebridades que acaban filtrándose son las que reciben más atención, incluyendo "the Fappening" de 2014, cuando un hacker accedió a las cuentas privadas de varias celebridades y filtró fotos íntimas de Jennifer Lawrence, entre otras. Pero estas filtraciones no se producen siempre a través de hackers: muchos vídeos se graban y envían de forma consentida, pero más tarde se distribuyen sin consentimiento.

No hay nada de malo en tener una bonita foto o un bonito vídeo de ti mismo

Y ahí es donde entra Rumuki. Si alguna de las dos partes decide que quiere borrar el vídeo, eliminando una de las claves conseguirá bloquear eficazmente el acceso a él por parte de cualquier otra persona. La app recibe su nombre del término japonés que significa "llave de hotel", porque emplearla es un poco como registrarte en una habitación de hotel, indica Kot: "Las únicas personas que tienen acceso a esa habitación son las que tienen la llave".

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A Carolanne Marcantonio, asistente social licenciada y sexóloga residente en Nueva York, le gusta la idea. "La gente va a seguir grabándose. Es un hecho de la vida", indica. "No hay nada de malo en tener una bonita foto o un bonito vídeo de ti mismo".

Pero al mismo tiempo, la gente "no necesariamente piensa en las consecuencias que podrían surgir si hay una ruptura o si envías un vídeo a alguien. Seguimos viviendo en una cultura negativa con respecto al sexo y a veces se producen consecuencias en las que no se te ocurre pensar cuando simplemente estás pasándolo bien", como por ejemplo que la empresa que va a contratarte te busque en Google.

Sin embargo, incluso Rumuki presenta puntos vulnerables: la app todavía no avisa a los usuarios cuando la otra persona que está viendo su vídeo hace una captura de pantalla, algo que Kot afirma que pronto actualizará. Aun así, advierte de que no hay manera de proteger del todo las imágenes y los vídeos privados. Siempre habrá algún método "analógico", como utilizar otro dispositivo para grabar la pantalla mientras se reproduce el vídeo.

"Algo que recientemente me ha provocado cierta cautela es la idea de que esta aplicación [Rumuki] pudiera provocar una falsa sensación de seguridad", indica. Si la gente empieza a grabar vídeos sin comprender los riesgos, "¿podría eso provocar un repunte en el fenómeno del porno de venganza? Eso me preocupa".

Kot desarrolló la aplicación a lo largo de dos años como hobby, cuando un amigo le sugirió que no había una buena solución para conseguir que los vídeos de carácter sexual se mantuvieran realmente en privado. "Quería tener un impacto positivo en el mundo", afirma. "Si esta aplicación es capaz de acabar con el porno de venganza, eso sería maravilloso".