FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

La Yakuza vuelve a la guerra en Japón — y se teme un nuevo baño de sangre

La mafia criminal más grande de Japón, una organización yakuza a la que se conoce como a los Yamaguchi-gumi, se ha escindido oficialmente. La división podría desatar una guerra sin precedentes entre las grandes familias del crimen organizado nipón.
Photo par Franck Robichon/EPA

A principios de mes, la Agencia de Policía Nacional del Japón (ANP) celebró una reunión de emergencia para enfrentarse a una crisis amenazante. La organización criminal más grande del país, conocida como Yamaguchi-gumi e integrada por la friolera de 24.000 miembros, se había escindido. La policía teme desde entonces que se desate la violencia y que esta pueda ser proporcional a la exorbitante dimensión de la organización.

Publicidad

"Nunca ha habido una guerra entre bandas en la que se hayan podido utilizar drones preparados para lanzar bombas en las dependencias de los rivales", señala a VICE News un policía del departamento de Hyogo, a condición de permanecer en el anonimato. "En los últimos años se han desarrollado con éxito modelos de pistolas en 3D que serían capaces de infligir daños fatales. De tal manera que puede suceder que una banda no lleve armas consigo. Solo necesitan el equipamiento necesario. Imprimir, matar y derretir la pistola. Las nuevas pistolas serán muy difíciles de rastrear… Y su escalada podría ser muy rápida y extremadamente sangrienta".

Hace treinta años, las guerras de poder en el seno de los Yamaguchi-gumi provocaron que el número dos de la organización formara una nueva organización llamada Ichiwa-kai. Al poco de ser creada, un pistolero contratado por los líderes de la nueva facción asesinó al responsable de Yamaguchi-gumi y a su amante cuando se encontraban en el apartamento del primero. Entonces se desató una guerra entre las dos organizaciones que terminó con la detención en Hawái de algunos de sus miembros. Fueron acusados de intentar comprar revólveres, metralletas — y lanzamisiles.

Esta podría ser la foto más peligrosa —y más cara — de Japón. Leer más aquí. 

La organización Ichiwa-kai se disolvió y la guerra terminó en 1989, después de que los miembros de Yamaguchi-gumi empezaran a reclutar de nuevo a los miembros de Ichiwa-kai — entonces emplearon generosos planes de pensiones como reclamos. A día de hoy, un miembro de la cúpula de una organización yakuza puede retirarse por medio millón de dólares.

Publicidad

En realidad, uno de los motivos que podrían prevenir a los yakuza de arrancar una guerra serían las consideraciones financiera. Según el derecho civil japonés, un jefe yakuza puede ser responsabilizado de los crímenes cometidos por sus discípulos. En 2012, el antiguo jefe Tadamasa Goto llegó a un acuerdo con la familia de un agente de propiedad inmobiliaria para que esta liquidara a todos a sus subalternos, a cambio de 1 millón de euros.

Para los yakuza, el dinero es más importante que la sangre. Pero ni siquiera el dinero podría ser suficiente para terminar con las décadas de resentimiento que acumulan los Yamaguchi-gumi.

* * *

Los yakuza japoneses están divididos en 21 organizaciones. Sin embargo, la policía nipona no teme a ninguna otra tanto a los Yamaguchi-gumi. A fin de cuentas, se estima que más de la mitad del crimen organizado japonés está bajo su poder.

La organización fue fundada como un sindicato laboral en Kobe, en 1915. Fue impulsada por un grupo de estibadores portuarios, pero enseguida abrazó la actividad criminal. En 1946 Kazuo Taoka se hizo oficialmente con las riendas de la sociedad y contribuyó a expandirla fulminantemente. Lo que hasta entonces había sido una formación de 30 miembros se convirtió en una sociedad de carácter nacional que absorbió a otros sindicatos. En un momento dado, la compañía estableció su propia agencia de talentos, se fusionó con constructoras y abrió nuevos frentes. Más o menos entonces Taoka proclamó una de sus famosas leyendas. Decía: "Todos necesitáis un trabajo legítimo".

Publicidad

Los yakuza son organizaciones reguladas y monitorizadas — en realidad, son legales como organizaciones. Las direcciones de sus sedes aparecen en el listado de la Agencia de Policía Nacional, sus líderes reparten tarjetas profesionales con sus respectivos logos corporativos. De hecho, existen dos fanzines mensuales dedicados a los yakuza, además de cómics y de videojuegos.

Los yakuza proclaman que son asociaciones humanitarias consagradas a promover los valores de la cultura japonesa. Se proponen también como organizaciones capaces de suministrar mercancías y ayuda en tiempos de necesidad. Pese a todo, la mayoría de sus sueldos proceden del chantaje, la extorsión, la asociación delictiva, el tráfico, las apuestas y el fraude.

'Pase lo que pasé, aquellos que han tomado el camino equivocado serán reprendidos para lo bueno y para lo malo. Es solo una cuestión de tiempo'.

Después de que terminara la guerra en 1989, Yoshinori Watanabe, miembros de la facción Yamaken-gumi de los Yamaguchi-gumi se convirtió en el líder de la organización. La facción en cuestión, que actualmente aglutina a 2.000 miembros, siguió siendo la más poderosa hasta 2005. Entonces Tsukasa Shinobu, de la facción Kodo-kai relevó a Watanabe. Entonces Kodo-kai se pusieron manos a la obra para hacer todo lo posible para debilitar a los Yamaken-gumi.

La norma del Kodo-kai no ha funcionado para el resto de las 71 facciones de la atomizada organización. De hecho, ha resultado especialmente inadecuada para el grupo Yamaken-gumi. Las quejas por tener que pagar elevados gastos en concepto de asociación hace tiempo que proliferan. Algunos ex dirigentes han afirmado que los grupos de yakuzas más bajos del escalafón han sido forzados a comprar suministros de la sede principal de la organización a precios extremadamente altos. Tal era una de las maneras empleadas por los Yamaguchi-gumi para blanquear su dinero efectivamente y fortalecer el estado de sus cuentas.

Publicidad

Estados Unidos tampoco es muy fan de la organización Kodo-kai y ya señaló al grupo con sanciones especiales el pasado mes de abril.

La sublevación actual fue desencadenada por la facción Yamaken-gumi. A finales de agosto la franquicia decidió crear una nueva organización yakuza que fue bautizada con el nombre Kobe Yamaguchi y que incorporaba a otras 12 facciones más. La situación se precipitó después de que empezara a correr el rumor de que Tsukasa Shinobu había decidido retirarse este año y entregar su organización a otro líder Kodo-kai.

Los Yamaguchi-gumi convocaron una reunión de emergencia el pasado 27 de agosto y expulsaron sumariamente a los 13 responsables y a sus respectivas facciones, de la sociedad. La dimensión de su enfado quedó corroborada esta semana después de que emitieran un comunicado a través de su página web en que condenaban la sublevación.

"Pase lo que pasé, aquellos que han tomado el camino equivocado serán reprendidos para lo bueno y para lo malo. Es solo una cuestión de tiempo".

* * *

La mayoría de la policía japonesa apoya tácitamente la escisión de Kobe Yamaguchi. Así lo han confesado a VICE News fuentes policiales y algunos de los nuevos partidarios del flamante grupo. De hecho, los rebeldes así se lo comunicaron al departamento de policía de Hyogo antes de consumar su separación de los Yamaguchi-gumi. Así las cosas, la policía empezó a custodiar la sede de la organización incluso antes de que la escisión se consumara formalmente. En realidad, la policía lleva empeñada en deshacerse de Kodo-kai desde 2009, cuando el responsable de la Agencia de Policía Nacional declaró abiertamente la guerra contra la facción: "Les borraremos de la sociedad hasta que no quede rastro de ellos", declaró.

Publicidad

La facción Kodo-kai ha sido proverbialmente contraria a la autoridad de los Yamaguchi-gumi. Y no ha tenido reparo en desafiar tanto a la policía como al gobierno japonés. Así lo hicieron cuando decidieron imponer una nueva regulación a la que bautizaron como "los tres noes": ningún miembro confesará sus crímenes. Ningún policía podrá visitar nuestras oficinas. No se permite la colaboración de la policía.

Puede que las tres normas recuerden al comportamiento habitual de las organizaciones criminales. Pero en Japón no es así. Allí, los detectives que investigan casos en que están implicados miembros del crimen organizado, visitan a menudo las oficinas de los grupos yakuza a los que están monitorizando. Acuden a sus sedes y beben té, charlan y se ponen al día. Se trata de un intercambio cordial. En caso de que haya violencia entre las bandas, los yakuza a menudo ofrecen a alguien a quien arrestar. Los policías solo despliegan redadas en las sedes de los mafiosos después de pedir la cita pertinente. A cambio, los yakuza se aseguran de que haya documentos contenidos en cajas para la galería. De tal manera, los periodistas desplazados al lugar de la redada tienen algo que fotografiar o que filmar.

Pero los Kodo-kai son contrarios a ese sistema.

Se trata de una facción en la que abundan los miembros coreano-japoneses. Y lo cierto es que gran parte de la sociedad nipona, policía incluida, mantiene un discreto y velado sentimiento anticoreano. En una insólita entrevista con el periódico Senkei Shimbun en 2011, Tsukasa proclamaba que "Nosotros damos refugio a los más vilipendiados por la sociedad japonesa — los marginados, los coreano-japoneses, a las familias desestructuradas que se enfrentan a la discriminación. Nosotros les fortalecemos y conseguimos que no se dediquen a ir increpando a la gente normal".

Publicidad

Los Kodo-kai también han sido muy críticos con el primer ministro Shinzo Abe, a quien han acusado de estar empujando al país hacia el fascismo. A pesar de todo, lo cierto es que de puertas para adentro los Yamaguchi-gumi y la administración Abe mantienen vínculos muy estrechos. Un socio yakuza, el mismo que ayudó a financiar el exitoso imperio de los sex shopsde los Kodo-kai, también auspició un grupo de apoyo político para Hakubun Shimomura, el ministro de Educación y Ciencia de Japón. A principios de año, salió a la luz que Shimomura había recibido donaciones de una empresa pantalla de Yamaguchi-gumi y que estaba fuertemente vinculado a un financiero mafioso.

Shimomura es más conocido en Japón como promotor de la "educación moral".

La división de Yamaguchi-gumi podría convertirse en un monumental quebradero de cabeza para la administración de Abe. Siempre que creen que les conviene los yakuza denuncian a sus aliados políticos. A pesar de que los miembros de Kodo-kai tienen amigos en la administración Abe, son muy odiados en círculos policiales. Así que las facciones escindidas y la policía están ahora trabajando juntas.

* * *

En un artículo publicado a principios de este mes en el periódico Nikkan Gendai, un miembro de un grupo rebelde asegura que no habrá derramamiento de sangre porque será la policía quien se encargue de atacar a los Kodo-kai en su nombre. ¿Con qué arma? Presentando cargos por evasión de impuestos. Entonces las autoridades quizá consigan obtener las evidencias necesarias para perseguir legalmente a los Kodo-kai de las facciones rebeldes.

Publicidad

Entre los 13 grupos que se han escindido de Yamaguchi-gumi, se cuenta Takumi-gumi, dirigido por Tadashi Irie. Irie fue durante años el responsable de la sede principal de Yamaguchi-gumi — era el número 3 de la organización y el responsable de controlar el dinero. Un infiltrado en los Yamaguchi-gumi declaró a Nikkan Gednai, que "tenemos al banquero de nuestro lado. Él sabe de donde viene todo el dinero y adonde va. Le entregamos la información a la policía y ellos se encargan de destruir a Kood-kai. Se llevará a Tsukasa por delante por evasión fiscal — y fin del asunto".

Un veterano miembro de la Agencia de Policía Nacional a quien no se le permitió manifestarse oficialmente, apuntó que: "nosotros ni apostamos por los favoritos ni cerramos los acuerdos. No alentamos la escisión, pero obviamente consideramos que Kodo-kai es la facción más peligrosa de Yamaguchi-gumi. Esta es una oportunidad inmejorable para terminar con ellos".

En Japón la policía no sostiene un único punto de vista. Mientras la Agencia de Policía Nacional considera a los Kodo-kai como un problema, la policía de Osaka hace tiempo que está en contra de los Yamaken-gumi, la facción escindida que gestiona a los rebeldes. La policía registró los cuarteles generales de Yamaken-gumi en Kobe el día 9 de septiembre bajo cargos de fraude — se trata de la primera redada policial padecida jamás por la organización desde su fundación.

La redada permitió a la policía obtener información sobre el flamante grupo. Y también sirvió para recordarle al mundo que los rebeldes ya no se parecen en casi nada a los nobles forajidos que reivindican ser. Pese a todo, la policía de Hyogo mantiene una relación cordial con los rebeldes — cualquier oportunidad para debilitar seriamente a los Yamaguchi-gumi es demasiado buena para ser desperdiciada.

Pese a todo, existe un problema con la idea de que la policía pueda perseguir a los Kodo-kai por evasión fiscal. Irie, el mismo hombre que una vez estuvo al frente de las finanzas de los Yamaguchi-gumi, está planteándose la retirada, según algunas fuentes. Se le conoce por haber sido un mafiosos relativamente honorable y leal, en un universo plagado de matones ambiguos. Así que es improbable que Irie hable — lo cual complicaría bastante probar la evasión de impuestos. Y si la policía no puede disolver a Kodo-kai con delitos criminales, entonces es posible que las facciones rebeldes acudan a la violencia para hacerlo.

Sigue a Jake Adelstein en Twitter: @jakeadelstein