La época navideña renueva el amor por la familia y favorece el reencuentro con amigos, pero también acentúa la soledad. Por fortuna, estas fechas, repletas de posadas, fiestas y celebraciones, son el terreno ideal para conocer personas a las que podemos aferrarnos sentimentalmente. En ocasiones la relación rinde frutos duraderos, pero en otros casos, una vez que el espíritu navideño se ha esfumado, se derrumba las primeras semanas de enero. Platicamos con algunas personas que obtuvieron frutos infames de su relación de amor iniciada a partir de un arrebato navideño para vencer la ansiedad del desamparo y no de un proyecto de amor trazado adecuadamente.
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Victoria, 27 años
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Daniela, 26 años
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Abel, 28 años
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