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Retiros inusuales

Philip Mulryne: De las fraguas infernales de Old Trafford a sacerdote de la iglesia católica irlandesa

Philip Mulryne, exjugador del Manchester, se convirtió este fin de semana en sacerdote.
Foto: Sitio dominicans.ie

¿Cómo se pasa de la fama, el éxito, las sumas cuantiosas de dinero, y las efímeras relaciones pasionales a estudiar filosofía y teología para iniciarse en la fe cristiana?

Philip Mulryne gozó en otros tiempos los beneficios de la fama como futbolista profesional. Mulryne disputó varias temporadas en el Manchester United al lado de figuras como David Beckham y Ryan Giggs, jugó un tiempo en Norwich City, y defendió en varias ocasiones el trapo de su amada Irlanda de Norte. A pesar de haber quedado en el completo olvido por su desempeño en la cancha, Mulryne regresó a los titulares este fin de semana, como reporta la BBC, al haberse convertido en sacerdote.

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A diferencia de sus contemporáneos cuyas vidas permanecen conectadas con el futbol de alguna u otra manera, Philip tomó un camino inusual que implica renunciar a todo eso que alguna vez tuvo para dedicar su vida a los demás. Las dedicatorias de goles y jugadas defensivas a los fieles de la grada quedarán sustituidas por las oraciones y las buenas acciones en favor del prójimo.

Luego de un año de preparación como diácono -período en el que tuvo que dar un voto de pobreza, como lo exige la orden dominicana- Mulryne pudo, finalmente este domingo, alcanzar el rango de sacerdote en una ceremonia encabezada por el arzobispo de Dublin, Joseph Augustine Di Noia.

Atrás quedaron los cerca de 700 mil dólares que ganó anualmente como futbolista profesional, las cámaras y reflectores, las fiestas (de apariencias), las falsas amistades, las envidias, las modelos, y la vida lujosa; Mulryne tendrá que seguir batallando contra las tentaciones, pero con un perfil mucho más bajo.

Quién habría imaginado que el chico de 14 años que fue descubierto por el Manchester United cuando jugaba en el equipo de futbol de su iglesia, St. Oliver Plunkett, terminaría entregándose a una vida de austeridad.